Piñera, Plutocracia y Chile S.A.
Ricardo Salcedo Mettroz
Como bien se decía desde antes de ser elegido Piñera, los votantes eligieron un gerente general de un país llamado Chile y no un presidente de la república.
Esto queda ratificado al analizar la nomina de 22 ministros que fueron presentados, con bombos y platillos el viernes pasado. Más de alguno lo ha denominado el gabinete de los gerentes y no es una mala descripción. Lo malo de ello es que un país es muy diferente a una empresa por muy grande que esta sea y la principal diferencia radica en la participación ciudadana que no solo es de votar cada cierto numero de años, sino que esta debe ser escuchada y tomada en cuenta en sus mas diversas expresiones organizacionales, llámense estos sindicatos, asambleas, clubes, juntas de vecinos etc.
Lo que se avecina son imposiciones de parte de la autoridad electa, quien cree o mejor dicho tiene la certeza que el votante le dio un cheque en blanco, para que haga a su antojo lo que él a su libre arbitrio crea conveniente, según ellos entienden el bien común.
Queda al desnudo un aspecto patético de parte de la Concertación en sus 20 años de gobierno y esto no es otra cosa que Sebastián Piñera gobernara, con las leyes que hay, intentando bypasear al parlamento, sin cambios sustanciales en la estructura legislativa, intentando llevar la mayoría de su agenda por el filo de la legalidad, en interpretaciones mañosas, como ha sido característica de toda su vida empresarial en el sector financiero especulativo. Para ello es que necesita de gerentes y no de políticos en los puestos ministeriales.
La Concertación se farreo en 20 años, de generar cambios estructurales, como era establecer una Constitución democrática, que reemplazara a la constitución espuria en sus orígenes que hoy nos gobierna y que servirá para que la derecha económica termine de ponerle ruedas al país. Fuera que ella dio paso a la elección de un gobierno como este, elegido bajo el sistema binominal, en que la participación ciudadana es absolutamente distorsionada. Chile es el UNICO país del mundo que aplica este sistema. Tenemos el caso que un candidato, con una determinada corriente de descontento ( MEO ) con un 20 % de la votación, no obtiene la mas mínima representación parlamentaria y otros partiditos, que participan de las migajas que otorgan los dueños del circo, tienen con el 4 % de los votos, cinco diputados e intentan transformarse en partidos bisagras.
El autoritarismo se viene encima de las grandes masas, para imponer una filosofía de sociedad y ello queda en claro al escuchar a Piñera las alabanzas que hace de Uribe en Colombia y sus formas de controlar el país, mediante la represión mas sanguinaria que se tenga memoria y el entreguismo mas grande jamás visto de un país latinoamericano al imperialismo de USA, al aceptar cinco bases militares norteamericanas dentro de su territorio, poniendo en peligro la estabilidad de toda el área.
Los pueblos se dan los gobiernos que merecen y Chile cumplirá su destino, empujado en ello por los sectores Concertacionistas que traicionaron las jornadas épicas de lucha contra la dictadura y que terminaron siendo absorbidos por la derecha económica, que los integro a sus negocios en todas las formas posibles. Dirigentes corruptos, en que el Dios dinero lo fue todo y que hoy esperan seguir haciendo pingües ganancias, aunque sean furgón de cola del próximo gobierno.
(Argenpress)
Como bien se decía desde antes de ser elegido Piñera, los votantes eligieron un gerente general de un país llamado Chile y no un presidente de la república.
Esto queda ratificado al analizar la nomina de 22 ministros que fueron presentados, con bombos y platillos el viernes pasado. Más de alguno lo ha denominado el gabinete de los gerentes y no es una mala descripción. Lo malo de ello es que un país es muy diferente a una empresa por muy grande que esta sea y la principal diferencia radica en la participación ciudadana que no solo es de votar cada cierto numero de años, sino que esta debe ser escuchada y tomada en cuenta en sus mas diversas expresiones organizacionales, llámense estos sindicatos, asambleas, clubes, juntas de vecinos etc.
Lo que se avecina son imposiciones de parte de la autoridad electa, quien cree o mejor dicho tiene la certeza que el votante le dio un cheque en blanco, para que haga a su antojo lo que él a su libre arbitrio crea conveniente, según ellos entienden el bien común.
Queda al desnudo un aspecto patético de parte de la Concertación en sus 20 años de gobierno y esto no es otra cosa que Sebastián Piñera gobernara, con las leyes que hay, intentando bypasear al parlamento, sin cambios sustanciales en la estructura legislativa, intentando llevar la mayoría de su agenda por el filo de la legalidad, en interpretaciones mañosas, como ha sido característica de toda su vida empresarial en el sector financiero especulativo. Para ello es que necesita de gerentes y no de políticos en los puestos ministeriales.
La Concertación se farreo en 20 años, de generar cambios estructurales, como era establecer una Constitución democrática, que reemplazara a la constitución espuria en sus orígenes que hoy nos gobierna y que servirá para que la derecha económica termine de ponerle ruedas al país. Fuera que ella dio paso a la elección de un gobierno como este, elegido bajo el sistema binominal, en que la participación ciudadana es absolutamente distorsionada. Chile es el UNICO país del mundo que aplica este sistema. Tenemos el caso que un candidato, con una determinada corriente de descontento ( MEO ) con un 20 % de la votación, no obtiene la mas mínima representación parlamentaria y otros partiditos, que participan de las migajas que otorgan los dueños del circo, tienen con el 4 % de los votos, cinco diputados e intentan transformarse en partidos bisagras.
El autoritarismo se viene encima de las grandes masas, para imponer una filosofía de sociedad y ello queda en claro al escuchar a Piñera las alabanzas que hace de Uribe en Colombia y sus formas de controlar el país, mediante la represión mas sanguinaria que se tenga memoria y el entreguismo mas grande jamás visto de un país latinoamericano al imperialismo de USA, al aceptar cinco bases militares norteamericanas dentro de su territorio, poniendo en peligro la estabilidad de toda el área.
Los pueblos se dan los gobiernos que merecen y Chile cumplirá su destino, empujado en ello por los sectores Concertacionistas que traicionaron las jornadas épicas de lucha contra la dictadura y que terminaron siendo absorbidos por la derecha económica, que los integro a sus negocios en todas las formas posibles. Dirigentes corruptos, en que el Dios dinero lo fue todo y que hoy esperan seguir haciendo pingües ganancias, aunque sean furgón de cola del próximo gobierno.
(Argenpress)
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