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Venezuela: OTRA VERDAD INCOMODA

Venezuela: OTRA VERDAD INCOMODA

Por Héctor R. Jara Paz 

 

¿Se puede avanzar desde el Estado hacia la una sociedad más justa e igualitaria?

¿Se puede redistribuir la riqueza y asegurar los servicios básicos de educación, salud y condiciones sanitarias al pueblo, respaldados en un proceso democrático?

Allende intentó realizarlo en Chile, sin embargo hasta hoy, incluso sus antiguos partidarios, navegan en la ambigüedad para justificar posturas acordes al modelo neoliberal en una política “dentro de lo posible”, esto es postergar las necesidades reales de los más pobres, en espera de la anhelada redistribución, producto del rebalse en las utilidades de los actuales actores del mercado.

Venezuela, al margen de la simpatía o desagrado que nos causa su Presidente reelecto y, sin privaciones de las libertades básicas con que se descalifican otras experiencias por los medios de comunicación mundial en favor del modelo neoliberal, en un proceso electoral reconocidamente transparente y altos niveles de participación, ha dicho SÍ, SE PUEDE.

¿Cuál ha sido la receta de Chávez para mantener su proceso revolucionario? Dar al pueblo lo que es del pueblo y generar las condiciones para que esas multitudes, históricamente marginadas, pasen a ser actores y protectores del proceso democrático. Esas multitudes han salvado la “revolución bolivariana” activamente, en la calle y en las urnas, enfrentando todos los intentos y acciones contrarias al modelo, provenientes tanto del interior como exterior del territorio venezolano.

Respetando las condiciones internas de cada país, que cada vez se homologan más en medio del proceso de globalización, en Chile tenemos al pueblo en la calle, reivindicando esos derechos ciudadanos, esos servicios públicos que otrora fueran parte de la responsabilidad de un Estado comprometido con los más vulnerables, sin embargo, nuestros políticos “progresistas” no confiaron ni en la fuerza de un discurso socialista, ni en la movilización del pueblo.

Los actuales dirigentes del “progresismo” que temen que el liderazgo natural de la ex presidenta Bachelet  se “izquierdice” en su discurso, se encuentran con una verdad incómoda…porque si se puede.

La consecuencia en la búsqueda directa de mejorar las condiciones y calidad de vida del pueblo chileno, de recuperar el sentido natural de un ESTADO activo y responsable de una Educación pública de calidad y laica; De un sistema de salud pública que no discrimine en su calidad por el bolsillo del paciente y de un marco constitucional que se adecue a la realidad de esta nueva era…se puede. La consecuencia y transparencia del discurso siempre encontrará la respuesta adecuada del pueblo, pero esta vez, esta próxima vez, deberemos entender que además debemos gobernar junto al pueblo, considerando a las organizaciones sindicales, gremiales, profesionales…debemos aprehender a gobernar desde la base social, junto a las organizaciones comunitarias, junto a los estudiantes, que han demostrado la consecuencia entre el decir y el actuar.

Chávez aprehendió de la experiencia de Allende, nosotros debemos aprehender de la experiencia del modelo venezolano, no para parecernos a Chávez, como querrán muchos caricaturizar este comentario, sino, para volver a confiar en un proceso de cambios reales y efectivos que se sostengan en las columnas de una sociedad organizada, consciente y activa, más que en una clase política de iluminados, que se acomodan a los sillones del palacio y recurren cada cuatro años al pueblo, vociferando nuevas promesas que los mantengan en sus situaciones de privilegio.

Una nueva verdad incomoda….pero al fin y al cabo, una verdad.

Mi saludo fraterno y consecuente al pueblo venezolano.

 

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