Los compromisos del gobierno: mentiras, engaños y más represión.
Por Jose Venturelli
¿ Es Hinzpeter el verdugo?
La ley Anti-Terrorista es un pobre engendro de las mentalidades represivas y criminales como las de Pinochet, Manuel Contreras y otros "próceres" que se escondían en la oscuridad y, de los "intelectuales" que buscaban aterrar al país y hacer reinar el miedo. Me refiero a los guzmanes y algunos de los próceres actuales que las hicieron leyes sin un grano de democracia. Dedicados a reprimir a todo lo que impidiera ganancias a los magnates actuales, desde Los Matte y Angelini hasta los más recientes que eran protegidos en dictadura como los Luksic y Piñera... cuyas fortunas crecían al empobrecer al mapuche y a otros sectores del país. Los financistas especuladores se multiplicaron. Ese castigo preventivo, con el que se ha podido perseguir hasta asesinar de modo impune a los afectados del pueblo que exigen ser respetados, es la letra de la dictadura y que quedó en esa ley de marras. Cambiar todo eso es urgente. La huelga de hambre de los cuatro dirigentes mapuche terminó con una declaración en la que figuraron los Ministros del Gobierno Felipe Bulnes de Justicia y el Ministro Larroulet (el mismo que firmara los acuerdos de Octubre del 2010 y que no fueron respetados de modo alguno aunque juren haberlo respetado: la evidencia del engaño ha sido clara para todos)
Eso no da muy buen augurio... Pues bien, a menos de 24 horas de haber hecho el acuerdo, aparece el Ministro Represor Hinzpeter y, en TVN, con la cara dura que le caracteriza (y la mucho menos inteligencia que pretende) dice "a la Ley Anti-Terrorista no se la toca". Eso es ser un provocador y pone, nuevamente, al gobierno todo, coherente consigo mismo: El Gobierno es torpe y de mala fe al actuar de este modo. La enfermedad del "terrorismo en Chile" existe... desde el golpe de 1973 que lo llevaron adelante y mantienen como un forma de prevenir cualquier oposición. Los Hinzpeter, Von Baer, Piñera han demostrado ser administradores de empresas poco éticas que aumentan sus ganancias y limitan los salarios y derechos laborales… y ser también pésimos gobernantes, inmovilizados por la represión y la protección de sus socios. La Ley Anti-Terrorista debe ser derogada... y una nueva Constitución hecha democráticamente y no con líderes fácticos y coludidos con este espantapájaros social que pretenden democrático. Todos los habitantes de Chile (y crecientemente del mundo), han visto la dignidad del pueblo mapuche y de sus líderes. También la grosería y carácter repulsivo de las estructuras del estado y gobierno que se solazan en reprimir e inflarse con aire caliente... para subirse más alto. Derogar la ley anti-terrorista es lo que se necesita y, en lo inmediato, liberar a quienes sean perseguidos con ella (mapuche o no) porque no se ha podido demostrar absolutamente nada terrorista, salvo lo hecho por los afiebrados fiscales y del trío de gobierno que miente y amenaza. La calidad moral del gobierno se evidencia en los indultos a los criminales de lesa humanidad. Estas acciones son más que suficientes para impedir legalmente y desrielar a personajes como Hinzpeter, verdugo que ya no da para más. El gobierno se empantana en la represión y en su incapacidad de mirar al país como tal y no como empresa. Esto lleva a más violencia y la creciente resistencia por los derechos fundamentales del pueblo. ¿Van a seguir criminalizando y justificando sus leyes inmorales? Si crece la decisión de luchar de los diversos grupos sociales, estudiantes, trabajadores, ANEF, universitarios, pescadores, mapuche, diaguitas, aymarás, jubilados, comunidades amenazadas por agresiones al medio ambiente, profesores, trabajadores pagados en forma miserable y pobladores y tantos más que protestan es porque el gobierno es incapaz como los anteriores, centrados en las ganancias y no en la calidad de vida del país todo. ¿Van a reprimir hasta matar, con impunidad? No se podemos aceptar que todo lo cubran con imágenes estúpidas como eco-terroristas, universitarios terroristas y otras estupideces de ese tipo. La lucha social es un derecho inalienable. Equidad y justicia van de la mano: Esto es algo para lo que los gobernantes no fueron preparados y, si lo fueron, salieron mal. Demasiado tiempo aceptando la represión formó a muchos represores y corruptos sin que se hicieran preguntas.
Mientras los incrementos de ingresos sean “a la chilena”, la equidad seguirá disminuyendo. Las ganancias permiten a los Piñera, Luksic y socios aumentar con furia en su competencia escandalosa por ser "el más rico". La política del chorreo que permite el “choreo” de los poderosos, no resuelve nada: lo empeora. “Miren como sonrien los presidentes”... ¡especialmente el actual! Las políticas de justicia (y justicia social para los sectores más pobres -70% gana menos de $30.000- deben reparar a los despojados y poner énfasis en eso y no en aumentar ganancias de magnates. La reparación al mapuche y no más la saña de Hinzpeter y pandilla debe imponerse. El que no hayan "gastado" el dinero de CONADI el año pasado les permite eliminarlo ahora... en vez de designar dinero para desarrollo, escuelas, tecnología, asistencia, salud, escuelas, etc... y no para meter más Comisarías y represión. Negociar con el gobierno es pésimo negocio cuando no hay interés sino en mantener este estado de cosas.
Fuente: http://derechoshumanosyjusticiaparatodos.blogspot.com/
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