Los dilemas de la Izquierda
Qué debe poner la Izquierda por delante: audacia o prudencia ?. No es fácil la respuesta.
La disyuntiva de la Izquierda en lo esencial se expresa en si levanta una alternativa presidencial y parlamentaria de manera independiente, y de mantenerse el actual escenario, arriesgarse a perder todas las postulaciones o bien se acopla a la Concertación y le prolonga su ejercicio gubernamental a cambio de algunos parlamentarios.
La Izquierda como proyecto independiente tiene como riesgo el perder todo; como no tiene nada, en el parlamento decimos, es un riesgo matizado.
La historia la hacen los hombres y estos tienen carne y huesos, es fácil decir mantengámonos en la “dura”, pero otra cosa es soportarlo, vivirlo por más de veinte años, y no es una cuestión mezquina, de dietas parlamentarias, sino más bien de la posibilidad de ver ideas y comportamientos reconocidos en los grandes escenarios. Ni siquiera los poetas malditos han vivido placenteramente su exclusión, de poder habrían apartado ese cáliz. La exclusión ideada por Jaime Guzmán, impuesta por Pinochet y administrada por la Concertación hasta ahora (cuando necesita los votos para la segunda vuelta) duele y daña por eso el sistema de dominación que la impuso y la mantiene.
Llevar un proyecto independiente permitirá mantener la crítica a la administración concertacionista, en una lista conjunta ésta tendrá necesariamente que moderarse o mantenerse ausente. En un año de crisis económica causada precisamente por el neoliberalismo, es privarse de un arma muy importante.
Un escenario electoral en que nadie critique el modelo, Piñera no lo hará, Frei menos, tampoco podría hacerlo una opción aliada en la parlamentaria y para la segunda vuelta presidencial (que es la elección real) beneficiará la abstención o a quienes tan sólo pidan corregir el modelo.
La Izquierda en pacto con la concertación, la posibilidad de tener parlamentarios resueltamente contrarios al modelo neoliberal es sin duda un avance pues podrían generar nuevos espacios críticos.
Su eficacia en cambio sería limitada; desde el PS creció el llamado “discolismo” que si bien dio visibilidad a la disconformidad ha tenido alcance limitado, por los quorums parlamentarios y el control de la derecha de los medios de prensa. Aguiló, Navarro, Marcos y otros han sido consecuentes y valientes, hay voces disidentes en el congreso ya.
En pacto con la concertación es probable que los votos de Izquierda aumenten pues se podría ahuyentar en parte el fantasma del voto útil. Tener candidatos que en la conciencia colectiva aparezcan como postulantes que “pueden salir” no es cosa menor electoralmente hablando.
Estos dos escenarios hipotéticos tienen varias consideraciones:
- Si Piñera gana en primera vuelta el acuerdo con la concertación queda muy impresentable.
- El efecto social de la crisis económica es impredecible en su magnitud y en sus efectos políticos. Predecir el mismo escenario electoral sin crisis y con crisis es un riesgo teórico mayor.
- No es una certeza absoluta que sin la concertación no salga nadie, no olvidemos el apoyo personal que tiene Navarro en la VIII Región.
- No es una certeza absoluta que con la concertación se garanticen parlamentarios, todos los acuerdos parlamentarios con el PC se han cumplido de mala fe.
- Si la Izquierda después de 20 años de neoliberalismo sólo puede reconstituir su tercio con subsidio concertacionista significa que tiene severos problemas de viabilidad política y debe pensarse refundacionalmente.
- No votar por Frei en segunda vuelta puede llevar a la derecha al gobierno, las sentencias “blandas” que el gobierno concertacionista tolera en materia de Derechos Humanos se transformarán en abierta impunidad. El gobierno y la concertación son neoliberales, pero la derecha es además pinochetista. Esto no debe olvidarse.
La Izquierda tiene dos caminos para resolver las alternativas que tiene por delante: abrir un espacio de discusión amplio, respetuoso, riguroso, en que todas las ideas sean acogidas o bien tratar de resolver sus dilemas por medio de la imposición. El riesgo de que se emprenda la segunda vía está, se han publicado artículos por estos días que nos recuerdan tiempos de gran intolerancia, hay adjetivaciones que se suponía olvidadas.
El primer camino le puede ser muy útil y abrirle campos de acción insospechados. El segundo no le permitirá resolver nada y causará su división; habrá una lista y un candidato en alianza con la concertación, y otra lista de Navarro y el MAS.
El rebajamiento de objetivos de la Izquierda es dramático en los últimos 35 años, desde el esfuerzo por construir una sociedad superior y un hombre nuevo, se pasó al de poner término a un gobierno, hoy el objetivo del periodo podría ser simplemente dos o tres diputados. Las contradicciones del neoliberalismo la pueden volver al escenario, la crisis, la fuerza creadora del caos económico.
ROBERTO AVILA TOLEDO
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