Patricia Troncoso: "pongo fin a mi huelga de hambre"
por Amnistía Internacional (Chile) | |
miércoles, 30 de enero de 2008 | |
Activista mapuche emitió declaración grabada en que informa el término de la protesta que mantuvo por 112 días luego que el Gobierno accediera a beneficios carcelarios. La Moneda ya había dado por “cerrado” el tema. “Hoy 30 de enero del año 2008 pongo fin a mi huelga de hambre que se prolongó durante 112 días, obedeciendo y creyendo en el rol de la Iglesia (Católica) a quien pedimos su mediación”. Con estas palabras, Patricia Troncoso, alias "la Chepa" informó, a través de una grabación entregada a medios de prensa, el término de la extensa protesta que mantuvo hasta lograr un acuerdo de beneficios carcelarios con La Moneda este lunes con el obispo Alejandro Goic como mediador. Con la huelga, estima en su declaración, "vencimos el orgullo y la arrogancia de un gobierno y nos llenamos de generosidad para dejar de lado los interses personales y mezquinos por otros interses más solidarios que aseguren justicia y libertad para todo el pueblo mapuche y el pueblo chileno, ambos empobrecidos y explotados por un moldeo económico depredador e inhumano". Por el acuerdo "la Chepa" sera trasladada durante su convalecencia al Hospital de Temuco, para posteriormente ser enviada a un Centro de Educación y Trabajo (CET) en Angol. Asimismo, desde marzo próximo accederá al beneficio de salida dominical lo que también se aplicará a los comuneros Jaime Marileo y Juan Millalen. Cuando la expectativa por el final a la peligrosa huelga estaba en su punto máximo, y aún sin confirmación de su término desde el Hospital de Chillán, La Moneda había dado por “cerrado” el caso en atención a lo señalado por Monseñor Goic en su calidad de "garante". Poco antes de las 13:00 horas, el ministro secretario general de Gobierno, Francisco Vidal, indicó que "para el Gobierno el tema de la decisión que tomamos de aceptar la petición de Patricia Troncoso, confiando plenamente en el mediador, es un tema para nosotros cerrado”. * Fuente: Amnistía Internacional |
0 comentarios