El derecho a voto de los chilenos en el extranjero y la igualdad ante la ley

Todo comenzó en Austria y en Francia.

Cuatro chilenos residentes en Europa decidieron llevar ante los tribunales de justicia a los 44 parlamentarios de la Alianza por Chile, por su voto contrario a la idea de legislar ante un proyecto de ley que entregaba el derecho a voto a los chilenos residentes en el extranjero. Presentaron un recurso ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso, sede del Poder Legislativo.

Esos compatriotas -que para nada se pasean en góndola por Venecia como dijo por ahí algún desubicado de lengua- representan el Comité por el Ejercicio del Derecho a Sufragio "Chile Somos Todos", de manera que son los representantes de las mismas organizaciones que recibieron en su ocasión al viajero candidato presidencial de la derecha Sebastián Piñera, cuando recorría Europa prometiendo el voto a los chilenos residentes en el exterior. Por lo demás, eran jugosos ¡600.000 votos! que bien podrían haber empujado un cambio en la balanza electoral en Chile, pero, como siempre sucede, los diputados de la coalición de derecha, votaron con la calculadora en la mano y estimaron que esos votos no eran para ellos y prefirieron el realismo crudo de los votos realmente existentes en el territorio dee Chile, antes que arriesgar una vez más sus posibilidades el 2009.

Ahora estamos en presencia de una seria discusión legal entre la Corte de Apelaciones de Valparaíso que acogió el recurso y el Congreso Nacional que le niega a una Corte de Apelaciones jurisdicción sobre los parlamentarios chilenos.

Más allá del debate jurídico que hoy tiene lugar en los tribunales porteños, queda en evidencia una vez más la verguenza entre las promesas formuladas en Europa, y la cruda realidad en la sala de la Cámara de Diputados en Chile.