El 90% de las bombas de racimo fueron lanzadas en Líbano 72 hs. antes del cese el fuego
(IAR-Noticias) 01-Septiembre-06
Una información proporcionada por el coordinador de la ONU, Jan Egeland, agrega una nueva escala de dimensión al genocidio militar israelí en Líbano y aporta pruebas contundentes de qué en las últimas antes del cese el fuego el Estado judío realizó una campaña de "terror aéreo" sin precedentes para quebrar la voluntad de resistencia del pueblo libanés.
El coordinador de Ayuda Humanitaria de la ONU, Jan Egeland, expresó hoy su "gran consternación" al conocer que 90% de las bombas de racimo que aún no han estallado fueron lanzadas contra Líbano en las últimas 72 horas del conflicto.
"Nunca antes habíamos visto que en sólo dos semanas y media, más de un millón de personas fueran desplazadas por una campaña militar masiva", recalcó.
En rueda de prensa en la sede de la ONU, el secretario general adjunto afirmó que la situación creada después de los enfrentamientos en Líbano es un gran reto para los equipos de emergencia.
Se estima que en el sur del país existen unas 100.000 bombas que no han estallado, lo que acarrea un grave riesgo que pondrá en peligro miles de vidas durante los próximos años.
Por otra parte, Egeland destacó que unos 250.000 desplazados no pueden volver a sus hogares ya que los edificios están destruidos, o por el riesgo de que detonen las bombas que no lo hicieron durante los enfrentamientos.
La revelación del alto funcionario confirma lo que IAR Noticias anticipó pocas horas antes del cese el fuego, adelantando que Israel había decidido profundizar el "terror aéreo", sembrar de misiles las ciudades y los campos, convertir a Líbano en polvo cósmico, para tratar de forzar condiciones favorables, un Plan C en la ONU (como finalmente sucedió) que le permitiera un repliegue honroso de sus tropas sin reconocer la derrota militar. La estrategia de demolición de Líbano y el fin del mito "Israel Potencia").
En pleno genocidio aéreo israelí, mientras la prensa del sistema decía que EEUU se oponía a establecer un cese el fuego hasta "destruir a Hezbolá", IAR Noticias señalaba que la cuestión era exactamente al revés, que la estrategia de "huir atacando" buscaba precipitar el alto el fuego de la ONU, en condiciones que le permitieran huir de la ratonera (derrota militar y encierro terrestre en Líbano) con un repliegue "honroso" sin asumir la derrota.
Las 100.000 bombas sin estallar denunciadas por el coordinador de la ONU ilustra sobre la magnitud del genocidio militar, el crimen de guerra por el cual Israel no va a ser juzgado, gracias a que la resolución de la ONU lavó su culpabilidad calificando la masacre como un "enfrentamiento entre Israel y Hezbolá".
Según el Centro de Coordinación y Acción de Minas de la ONU, su equipos han encontrado restos de bombas de racimo en 285 puntos del sur del Líbano.
De acuerdo con el organismo de la ONU, en territorio libanés se encontraron 559 submuniciones del modelo M-42, utilizado en forma de cargas de artillería de 105 milímetros; 663 submuniciones del modelo esparcido por cohetes de artillería M-26y y 5 submuniciones de las bombas CBU-26, que fueron utilizadas en Vietnam y Laos.
También se habrían detectado 608 submuniciones del modelo M-85, producido por Israel.
Organizaciones humanitarias coinciden con la estimación de que las bombas sin estallar van a configurar, a nivel de "efecto colateral" otro asesinato en masa de libaneses en los años que vienen.
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