Acusan a Liceo Nº1 de cobrar 270 mil pesos por “cuota de incorporación”

Los padres de las 27 alumnas sancionadas por la dirección del colegio señalan que para matricularse en séptimo básico deben pagar obligatoriamente el monto. “Los apoderados que sientan que es un cobro excesivo tienen todo el derecho a no pagar”, dijo el seremi de Educación.

La Nación

Katerinne Pavez

En medio de la defensa de las estudiantes sancionadas en el Liceo Nº1 - las que aún esperan una notificación oficial- los apoderados del establecimiento sacaron a la luz una situación que califican de irregular y de la que culpan a la directora del colegio, Julia Alvarado, y al Centro de Padres.

José Hidalgo, papá de una alumna de segundo medio, señaló que el Centro de Padres del establecimiento cobra 270 mil pesos a las alumnas cuando entran a séptimo básico. Y 85 mil pesos a las antiguas generaciones. Este cobro, que se realiza cada año, viene incorporado a la cuota legal, que es de media UTM -unos quince mil pesos- por concepto de otros gastos.

Nelly Lira, miembro del directorio del Centro de Padres del Liceo No1, corroboró la información. Aunque reconoció que es un monto alto, señaló que “éste no es cualquier liceo y además ninguna alumna se queda afuera por no pagar”. Lira aseguró que existe un Comité de Bienestar que se encarga de revisar los casos de estudiantes que no tienen recursos. Y al peguntarle sobre el destino del dinero, contestó que “está en todas las mejoras de infraestructura, porque este liceo tiene de municipal sólo el nombre. Todo lo que se ha hecho es con plata de los padres”.

La denuncia de Hidalgo acerca de este cobro excesivo fue hecha en el marco de una reunión que sostuvo con el jefe de la Dirección de Educación de la Municipalidad de Santiago, Manuel Ochoa, y con Gerardo Guzmán, concejal de la comuna. La cita se realizó luego de que un grupo de casi 300 padres y alumnas marcharan desde el Liceo 1 hasta la Plaza de Armas, en repudio a las medidas y como queja por no poder ingresar al recinto.

José Hidalgo emplazó a la directora, señalando que “la señora Julia Alvarado controla el Centro de Padres, el Centro de Alumnos y la mente de muchos profesores (...) si alguien tiene que irse del liceo debe ser ella”.

El concejal DC, Gerardo Guzmán, se sumó a la petición de los padres declarando que no tenía conocimiento de esta situación: “Como concejal de Santiago, apoyo en plenitud a las alumnas y a los apoderados porque el Liceo Nº 1 no es un colegio particular, donde hay que pagar 270 mil pesos para entrar. La señora directora tiene que salir del establecimiento”.

En cuanto a que no puedan entrar a clases aún cuando no han sido sancionadas oficialmente, Guzmán exigió que las alumnas fueran reincorporadas al liceo, ya que “hay una irregularidad bastante seria desde el momento en que la directora se niega a recibirlas, porque no podemos terminar un conflicto mientras no se sabe las medidas tomadas”.

Por ahora, los padres esperan la notificación para interponer un recurso de protección adecuado a las sanciones. Y se citaron para hoy, un cuarto para las ocho de la mañana, para continuar movilizados.

Una historia conocida

El cobro de cuotas de Centro de Padres es una realidad extendida en los colegios de administración municipal, pero también en los colegios particulares subvencionados. Así lo confirma un sostenedor privado, quien explicó a La Nación que esta práctica es muy antigua y que la conoce por lo menos hace 10 años.

“Como la cuota del Centro de Padres y Apoderados está limitada, se obtiene más ingresos bajo el concepto de ‘rifas’ y otros costos adicionales”. A su juicio, esta situación no es buena ni mala, porque la normativa no la prohíbe, pero tampoco la permite por escrito.

Sin embargo, en la Seremi Metropolitana aseguran que el valor de la matrícula que se puede cobrar para este año es sólo de tres mil quinientos pesos por alumno en enseñanza media, y que el máximo que una agrupación de apoderados puede pedir es media UTM (quince mil pesos aproximadamente). “Los apoderados que sientan que se cobra excesivamente tienen todo el derecho a no pagar y a reclamar en el Mineduc”, señaló el seremi Alejandro Traverso.

En cuanto a la situación de otros establecimientos “emblemáticos”, el presidente del Centro de Padres del Liceo José Victorino Lastarria, Marcos Loyola, señaló que cobran la media UTM permitida. Y que este colegio, al contar con financiamiento compartido, cobra una pequeña cuota mensual, de siete mil pesos, la que va a la Corporación de Educación de Providencia.

Secundarios anuncian ola de movilizaciones Para salir en defensa de los alumnos sancionados, la zonal poniente de la Asamblea Metropolitana de Estudiantes Secundarios convocó a los estudiantes de ese sector de la capital a reunirse en Maipú. El objetivo es juntarse en la Plaza Monumento, mismo lugar en el que hace unos meses se desató un violento enfrentamiento con Carabineros. Y para el jueves, un grupo de organizaciones sociales, entre las que se cuentan los deudores habitacionales, organizaciones sindicales y de derechos humanos, llamó a un acto masivo que se efectuaría a las 18 horas en la Plaza Italia. Mientras, continúa la batalla judicial de los pingüinos sancionados. Los alumnos del Lastarria sumaron un nuevo recurso de protección a los cuatro que ya tienen. Esta vez, a cargo de la clínica de interés público de la Universidad Diego Portales. La dirección del establecimiento anunció que “por ahora” no expulsará a nadie, en espera de las resoluciones judiciales. También los estudiantes del Colegio Carolina Llona de Maipú recurrieron a los tribunales y mientras llega el resultado, seguirán manifestándose en la calle. Las alumnas del Liceo No1, en tanto, deben ser notificadas de la sanción para tomar medidas legales y continúan en paro indefinido.