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Perú quiere resolver demanda marítima durante administración de Alan García

Perú quiere resolver demanda marítima durante administración de Alan García El ministro de Relaciones Exteriores insistió en que Perú contempla abordar “con seriedad” el conflicto marítimo dentro la agenda bilateral con Chile, aunque no pretende que este asunto “esterilice” las relaciones con Santiago.



Agencias

El Gobierno de Perú prevé resolver el problema limítrofe marítimo con Chile antes de 2011, fecha en que concluye el mandato del Presidente Alan García, manifestó el canciller de ese país, José Antonio García Belaunde. El jefe de la diplomacia peruana aseguró en rueda de prensa conjunta con el ministro de Defensa, Allan Wagner, que el Gobierno de García no intenta dejar el espinoso asunto a una siguiente administración. “Ése es un tema que vamos a abordar (en su momento) y esperamos que podamos tener una solución al final de este Gobierno”, afirmó.

Insistió en que Perú contempla abordar “con seriedad” el conflicto marítimo dentro la agenda bilateral con Chile, aunque no pretende que este asunto “esterilice” las relaciones con Santiago.

Chile considera que el límite está zanjado con la suscripción de la Declaración de Santiago (1952) y el Convenio sobre la Zona Especial Marina (1954). El Parlamento peruano, sin embargo, aprobó el año pasado una nueva ley de bases para el dominio marítimo, que modifica el trazado de la frontera con Chile y supondría la apropiación de unos 35 mil kilómetros cuadrados de mar que actualmente son de soberanía chilena.

Por su parte, Wagner indicó que las reuniones de cancilleres y ministros de Defensa de Perú y Chile 2 + 2, que se celebrará en Santiago a partir de mañana (hoy es la visita oficial de García Belaunde), servirán para “iniciar un proceso de homologación de la metodología que se utiliza para el inventario de información sobre los gastos de defensa”.

También para “la construcción de una fuerza coordinada binacional peruano- chilena para operaciones de mantenimiento de la paz bajo el mandato de las Naciones Unidas”, así como la cooperación en investigaciones en la Antártida, la limpieza de minas en la frontera entre Perú y Chile, entre otros asuntos.

Wagner confió que en un futuro próximo Perú y Chile puedan “compartir doctrinas estrategias tácticas y sistemas operativos” como lo hacen desde hace unos años Chile y Argentina.

En este escenario el ministro Wagner señaló también que “fue un error en el Perú haber reducido los gastos militares”. Indicó que la reducción de gastos militares, que el ex Presidente Alejandro Toledo decidió en 2001, “siempre debió ser parte de un esfuerzo de cooperación regional”. Wagner, además ex canciller del Gobierno de Toledo, señaló que uno de los problemas que encontró al asumir en Defensa en el régimen del Presidente García “es que la capacidad de nuestras Fuerzas Armadas está muy disminuida”.

Las declaraciones de García Belaunde y Wagner se produjeron mientras en paralelo un grupo de economistas, dirigentes políticos e intelectuales peruanos expresó su preocupación por el acuerdo de profundización económica firmado en agosto con Chile e instó al Presidente García a mantenerse dentro del Acuerdo de Complementación Económica (ACE) de 1993 que rige hoy entre los dos países.

Los suscriptores -entre quienes hay ex ministros y ex congresistas- publicaron un aviso a página completa en el diario “La República” bajo el título “Peligros de un TLC con Chile: comercio sí, dominación no”.

“El denominado acuerdo de libre comercio es desventajoso para el Perú dado que impulsará y privilegiará la inversión chilena”, señala el texto, firmado entre otros por los ex congresistas Carlos Ferrero, Juan Sheput y Javier Diez Canseco; los economistas Alan Fairlie, Pedro Francke y los intelectuales César Hildebrandt y Fernando Yovera.

“Considerando que hoy en día la inversión chilena en Perú es doscientas veces mayor que la peruana en Chile -5.000 millones contra 25 millones- el acuerdo va a ocasionar que esa diferencia se acreciente”, plantea el anuncio.

En el documento también se consigna el malestar por la decisión del Gobierno limeño de llevar por carriles separados el tema económico con Chile y la demanda de revisión de los límites marítimos. LN

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elandino -

EDITORIAL

CHILENOS EN LA ARGENTINA:

NACE UNA NUEVA ETAPA CON LOS CPD

(Centros de Participación Democrática)

Por Rafael Araya Masry

Nuevos aires soplan entre la colectividad chilena en la Argentina. En momentos en que la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet ha declarado que la relación de Chile con la Argentina es un “Objetivo Estratégico”, nuestros compatriotas, cansados de prácticas innobles, comienzan a vislumbrar nuevas posibilidades para asociarse y organizarse.

Han sido tiempos duros y pesados para los chilenos en la Argentina, en que las organizaciones a las que han podido acceder no han cumplido con las expectativas de sus socios y afiliados. Cual más, cual menos, se fue transformando paulatinamente en un trofeo de guerra de su dirigencia destinado exclusivamente a profitar de él, a exhibirlo como una “chapa” abrepuertas ante organismos y autoridades, vaciando de contenido los nobles propósitos de su constitución.Es más, vemos hoy casi con tristeza y rabia, que muchas de esas organizaciones se siguen presentando en nombre de muchos de nuestros compatriotas, cuando sabemos positivamente que muchas de ellas tan sólo son un sello y dos firmas, la de un presidente y un secretario. El resto, ya emigró con la desilusión propia de quien ha sido engañado en su buena fe y siente que ya no vale la pena realizar un nuevo intento.No obstante, ha comenzado a proliferar por el país una nueva orgánica para los chilenos. Los Centros de Participación Democrática (CPD). Estos centros, democráticos, amplios y pluralistas se han creado desde la perspectiva de una real participación democrática por parte de quienes los integran Y así vemos con esperanza, que en todo el país comienza a emerger una nueva práctica, una praxis cercana a las necesidades reales y concretas de nuestros compatriotas, sobre todo los más desvalidos, en donde no son más ganado de nadie ni una estadística para lucrar con ella. Al contrario, la forma en que los CPD se han ido constituyendo, evoca los más nobles propósitos de organización a los que podemos aspirar. No caudillismo, sí participación, no dictados, sí decisiones colectivas. Porque cuando sabemos que el grueso de la inmigración chilena en la Argentina es pobre, esforzada, necesitada y demandante de materias elementales, es simplemente deleznable convivir con entidades que no hacen otra cosa que especular con las propias urgencias impostergables de nuestros compatriotas. Sin duda, una etapa superadora está en ciernes y comienza a tomar forma. Una nueva esperanza de ser escuchados y respetados profundamente comienza a elevarse en el horizonte. Lejos de las manipulaciones vergonzosas a la que nuestros compatriotas han sido sometidos por años y años. Es hora de que alguien le ponga el cascabel al gato. Y para eso nacen los CPD, desde Buenos Aires a la Patagonia, de mar a cordillera. Para traer un aire fresco y renovado que termine de una buena vez con las prácticas que, hasta ahora, sólo han significado que la colectividad chilena sea utilizada para avalar conductas éticamente inmorales, políticamente deleznables y humanamente insostenibles.

Bienvenidos los Centros de Participación Democrática.