Blogia
T r i b u n a c h i l e n a

Un voto de dignidad: Ni Ollanta Humala ni Keiko Fujimori

Un voto de dignidad: Ni Ollanta Humala ni Keiko Fujimori
Por Luis Arce Borja
Las fichas del embuste están en la mesa. Tras la primera vuelta (10 de abril) los actores del circo electoral han comenzado a desfilar con sus verdaderos rostros. Ollanta Humala, que en la campaña presidencial se presentó como candidato del “pueblo”, “nacionalista”, y listo para los grandes cambios ha dado un giro en redondo para aliarse con la peste política del Perú. Ahí están ahora como actores del partido de Humala el reaccionario Mario Vargas Llosa, el ex presidente Alejandro Toledo un Felipillo de las transnacionales, el derechista partido Acción Popular, y hasta el ultraderechista Partido Popular Cristino (PPC) se apuntó en la lista de Humala y al estilo Vargas Llosa invoco a sus “dirigentes, militantes y simpatizantes” a votar y por “el mal menor para el Perú”. La izquierda oficial convertida ahora en el grupo de Humala solo reedita su conducta mercenaria para sostener el poder de turno.

El claro que pueblo peruano no tiene nada que ganar en las elecciones presidenciales del domingo 5 de junio. Si vota por Ollanta Humala se hace cómplice de un militar cínico, mentiroso y acusado de crímenes de guerra durante el régimen fujimorista. Si vota por Keiko Fujimori se hace cómplice de una mujer lumpen, ignorante, admiradora de su progenitor el criminal y corrupto Alberto Fujimori.
En cualquiera de los casos, nada ganará el pueblo. Los resultados no tienen ninguna importancia para el destino de los pobres del Perú. Con el militar o la hija de Fujimori, los que se beneficiaran serán los sátrapas, las transnacionales, las potencias mundiales, los grupos de poder, los parlamentarios prostituidos, las criminales fuerzas armadas. También saldrán ganando aquéllos que nunca pierden: los falsos izquierdistas, los busquillas, las ONG mercenarias y los eternos recolectores de mierda del poder que en Perú se llaman partidos políticos oficiales. Cualquiera sea el final de esta competencia electoral, el sistema político peruano permanecerá intocable con más crisis moral, más pobres, más miseria, más desocupación, más corrupción y mayores riquezas para los grupos de poder.
Los nuevos personajes en estas elecciones
En este proceso electoral los grupos de poder y los Estados Unidos tienen asegurado el triunfo electoral. No tienen pierde. Con trampa o sin trampa siempre serán ganadores. Es como si en el hipódromo un jugador apostaría por dos caballos trucados. Cualquiera de los dos así llegue cojeando a la meta, le otorga el premio mayor. Lo que distingue a Ollanta Humala y Keiko Fujimori es sobre todo su conducta para mentir y decir sin inmutarse hoy día una cosa y mañana otro cosa distinta. Sus discursos y programas de gobierno son letra muerta. Sirven como se dice en Perú para engañar cojudos pero no para gobernar.
Humala y Keiko tienen mucho en común. El primero viene de los inmundos cuarteles militares y formado por un padre (Isaac Humala fundador del “"etnocacerismo") delirante casi a la locura que sueña con el “poder de la raza cobriza” y el retorno a los confines del imperio Inca. La segunda proviene de un círculo familiar donde el crimen, la tortura (su mamá era torturada por su padre) y la delincuencia han sido su pan cotidiano.
Tanto Humala como Keiko representan, con diferentes estilos, los grupos de poder y al imperialismo norteamericano. La coincidencia principal entre ellos, es que uno y otro, están vinculados a las Fuerzas Armadas. Keiko con la alta jerarquía del ejército, la Marina y la aviación (herencia de su padre). Ollanta Humala está enganchado con la red clandestina que aún maneja Vladimiro Montesinos y la CIA americana al interior de las Fuerzas Armadas. Por ejemplo, un ex militar que pertenece al el grupo de adeptos que dirige Ollanta Humala es el capitán del Ejército Rafael Franco de la Cuba. Este era en 1992 hombre de confianza de Vladimiro Montesinos. En ese tiempo se le conocía bajo el apelativo de “capitán capulina” y era el nexo entre el narcotráfico y la mafia de militares y policías que dirigía desde el ejército Montesinos. El ex militar Flanco de la Cuba es el abogado de Amílcar Gómez Amasifuén un suboficial del ejercito, militante del partido de Ollanta y amigo personal de este candidato presidencial. Amílcar Gómez Amasifuén ha sido acusado y proceso por sobornar en 2006 los testigos de las torturas y crímenes cometidos por Ollanta Humala en 1992 cuando este se hacia llamar “capitán Carlos” y dirigía una patrulla militar en la localidad de Madre Mía en la selva peruana. Este problema volvió a salir a la luz en marzo del 2011 cuando el “capitán capulina” fue descubierto entregaba dinero a los testigos de los crímenes cometidos por Ollanta Humala.
En 1992 Franco de la Cuba se hizo conocido cuando se descubrió que era el encargado de hacer las coordinaciones entre el conocido narcotraficante Demetrio Chávez Peñaherrera alias “Vaticano y Montesinos. Este narcotraficante pagaba a la mafia de Montesinos 50 mil dólares mensuales para que la policía antidroga no interviniera la pista de aterrizaje que utilizaba en la selva para sacar droga a Colombia. En 1992 Montesinos exigió aumentar la cuota de pago, éste se negó y sufrió la represalia del asesor de Fujimori, quien ofreció 100 mil dólares por la “captura, vivo o muerte del narcotraficante”. Finalmente Vaticano fue capturado, torturado y recluido en una prisión de la Base Naval del callao. En 1996 frente a un juez, revelo sus vínculos con Vladimiro Montesinos y el capital Franco de la Cuba. En 1998 el “capitán Capulina” fue acusado de narcotráfico y pasó dos años en prisión. En el 2003 durante el gobierno de Alejandro volvió al ejército, y ahora trabaja para Humala.
¿Humala de izquierda?
A las continuas visitas de Humala a la embajada norteamericana en Lima, hay que agregar sus zigzag políticos en la entraña misma de la derecha y ultraderecha peruana. Después de los resultados de la primera vuelta electoral de abril pasado lo único que ha hecho es arrastrarse a los pies de la derecha peruana. Para este fin ha renunciado a sus predicas de “nacionalista”, “populista” y hasta de “izquierda”. Para dar prueba de su fidelidad derechista ha atacado al gobierno del venezolano de Hugo Chávez que antes dijo admirar y se ha declarado respetuoso de las transnacionales y de los intereses americanos en Perú.
Para la segunda vuelta (domingo 5 de junio) va en alianza con el ex presidente Alejandro Toledo cuyo gobierno (2001-2006) fue la continuación del régimen mafioso de Alberto Fujimori. Otro de sus aliados es el ultraderechista Mario Vargas Llosa quien ha dicho “voy a votar por Humala y voy a pedir a los peruanos democráticos que hagan lo mismo que yo. Mi esperanza es que lo que dice Humala sea verdad…Es el mal menor”. En el lenguaje de Vargas Llosa “el mal menor” significa algo como vomitar y comerse el vomito.
Para las elecciones del 2006 cuando la contienda presidencial se definía entre Alan García y Ollanta Humala utilizó la misma frasecilla. Convocó a votar por “mal menor” y sostuvo la candidatura del aprista García Pérez. Al mismo tiempo calificó a Humala de “caudillo militar y nacionalista”. En el 2009 Mario Vargas Llosa fiel a su voto a favor del “mal menor” defendió al gobierno de Alan García. Lo hizo cuando el régimen aprista había asesinado a más de 200 indígenas de la amazonía peruana. Esta matanza fue ejecutada en Bagua (Amazonas) en junio del 2009.
¿Vargas Llosa con la izquierda?. Este escritor, aparte de escribir novelas, su deporte favorito es alquilarse a los gobiernos más poderosos del planeta. Apoyó el régimen de George Bush y aplaudió la guerra contra Irak, afirmando que las tropas norteamericanas habían llegado a ese país árabe para restablecer la democracia y que por ello este pueblo era feliz. Vargas Llosa esta vinculado a los peores gobierno de America Latina y de Europa. En España se siente cerca del ultraderechista José María Aznar. En 2009 justificó y apoyo el golpe militar contra el Presidente Zelaya en Honduras. Ha sostenido el gobierno criminal y narco de Colombia que dirigió Álvaro Uribe. En agosto del 2010 apoyó al candidato presidencial de la derecha chilena, el empresario Sebastián Piñera. Recorre America Latina vomitando odio contra Cuba. Ha calificado a Fidel Castro de prehistórico. Hace campaña contra el gobierno de Venezuela, Bolivia y Brasil.
Otro de los recientes aliados del militar Ollanta Humala es Acción Popular (AP) una organización de la derecha peruana que estuvo en el gobierno entre 1980 y 1985. Este partido defendió entre 1990 y el 2000 al régimen de Alberto Fujimori. El diario Expreso un medio de comunicación de Acción Popular recibía millones de dólares del Servicio de inteligencia Nacional (SIN) que dirigían Vladimiro Montesinos. Junto a Acción Popular se alista para votar por Humala el Partido Popular Cristiano (PPC), cuyos dirigentes han convocados a sus militantes y dirigentes votar por el “mal menor para el Perú” que en otras palabras significa ahora apoyar al militar candidato a la presidencia del Perú.
Finalmente hay que decir, que votar en las condiciones actuales del Perú, no solo significa ser cómplice de una evidente desgracia política, sino también dar un cheque en blanco a dos candidatos sátrapas para hundir más al Perú. Los pobres, y aquí hablamos del 90 por ciento de la población, no deben esperar nada de estas elecciones. Lo que la derecha y la inmunda izquierda denominan “mal menor” es una trampa para avalar el fraude electoral en marcha. “El mal menor”, es una sinrazón en los asuntos políticos, es un trafico del lenguaje y de la practica democrática de los pueblos.
Frente a esta situación los peruanos deben quedarse en casa, y de lejos ver la pelea de perros. No votar en estas circunstancias es una acción de protesta. Es fundamentalmente un asunto de dignidad personal, de ética y de defensa del pensamiento libre de los peruanos.

 

0 comentarios