Fidel Castro coloca el tema de la lucha política hasta el sacrificio
Por Rómulo Pardo Silva
Escribe Fidel: “Si Gaddafi hace honor a las tradiciones de su pueblo y decide combatir, como ha prometido, hasta el último aliento junto a los libios que están enfrentando los peores bombardeos que jamás sufrió un país, hundirá en el fango de la ignominia a la OTAN y sus criminales proyectos.
Los pueblos respetan y creen en los hombres que saben cumplir el deber.
Hace más de 50 años, cuando Estados Unidos asesinó a más de cien cubanos con la explosión del mercante “La Coubre”, nuestro pueblo proclamó “Patria o Muerte”. Ha cumplido, y ha estado siempre dispuesto a cumplir su palabra.
“Quien intente apoderarse de Cuba -exclamó el más glorioso combatiente de nuestra historia- solo recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre”.
Ruego se me excuse la franqueza con que abordo el tema.”
En otra Reflexión agregó: “Ya no solo es Cuba; son muchos los pueblos dispuestos a luchar hasta la muerte por su Patria.”
Hugo Chávez se comprometió de esa misma forma en su visita a Bolivia.
Muchos rechazan esa conducta. Derechistas que hipócritamente se declaran por acuerdos pacíficos siempre; izquierdistas que prefieren acatar el dominio de los empresarios.
La cuestión es cómo responder en última instancia a las guerras de los imperialistas, a las dictaduras de los privados, a los golpes de estado cívico-militares, a la injusticia estructural. Qué hacer finalmente en la realidad capitalista donde ser mayoría y ganar elecciones no son garantías de respeto al derecho de hacer el socialismo.
La lucha exponiendo la vida fue parte de la construcción del presente y es posible pensar, cuando las potencias occidentales van a la conquista nazi de los pueblos y los recursos para instalarse luego de la crisis terminal del capitalismo, que también lo será en el futuro.
La alternativa es no oponerse al orden establecido por la fuerza, quizás desaprobándolo verbalmente en espera de que se produzca un cambio sin su participación.
Fidel defiende la lucha heroica sabiendo que será contra la fuerza más grande que haya existido. En peores condiciones aún que las que han decidido enfrentar los combatientes afganos.
Como toda persona normal rechaza la violencia de las armas algunos acuden a la respuesta del pacifismo que en la práctica no ha funcionado. La India de Gandhi es una potencia nuclear, tortura y combate con fuerzas policiales militarizadas a los rebeldes comunistas.
El discurso político dominante es cínico, desaprobación verbal de la resistencia armada y empleo paralelo de bandas y soldados. Los demócratas cristianos chilenos y venezolanos apoyaron golpes militares, el gobierno progresista de Brasil no se opuso al bombardeo a Libia y se arma para defender su petróleo y Amazonia.
Progresistas hallan normal perder la vida en una guerra decidida por los gobiernos del sistema y desaprueban hacerlo en defensa de una sociedad nueva.
La pregunta que levanta indirectamente Fidel Castro debe ser respondida obligadamente por los socialistas anticapitalistas. Ellos saben que su propuesta al pueblo va a significar en algún momento el uso de la fuerza de los empresarios en el poder que no aceptarán nunca la pérdida de su riqueza y estilo de vida. En Venezuela incluso sin perder esos privilegios dieron un golpe de estado. Si son consecuentes tendrán que comprometerse a luchar dando la vida. Allende siempre dijo que no iba a rendirse a la soldadesca; en el momento histórico disparó y murió.
El sistema se hunde y se revela una planificación nazi, poderosa, de conquista, genocida. La civilización socialista, sustentable y solidaria, en algún momento tendrá que combatir. Sus militantes deberán elegir entre cambiar de bando o arriesgarse voluntariamente a morir en el patria o muerte.
La violencia revolucionaria no nace de un deseo sino de la conducta real de otros. Se ha visto a un premio nobel de la paz haciendo guerras.
Fuente: Argenpress
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