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T r i b u n a c h i l e n a

Lugo intenta contrarrestar

Lugo intenta contrarrestar

Por José Antonio Vera

El Presidente de Paraguay, tras un largo período de conciliación con sus enemigos, que han aprovechado muy oportunistamente sus meses de lucha contra el cáncer, y también su inoperancia, parece que está dispuesto a dar dura batalla en los dos años que le quedan de administrador, comenzando por modificar su inepto gabinete.

Con la participación de la totalidad de sus más cercanos colaboradores, el mandatario comenzó hoy un taller de dos días, en un retiro bien vigilado, a 60 kilómetros de Asunción, con el propósito de examinar a fondo las actuaciones de cada uno, decidido a desprenderse de quienes están en falta en la aplicación de la programación que debería beneficiar a los sectores más empobrecidos.
Loable y oportuna decisión del ex Obispo metido a político sin tener el respaldo de una organización, quien estaría reaccionando con esfuerzo para salir de su incómoda posición de peleador apático, cada vez más empujado hacia las cuerdas, a causa de la lógica oposición de los sectores amenazados por su programa de gobierno, pero en primer lugar debido al fracaso del trabajo de varios ministerios.
La cuestión es saber si los nuevos movimientos del mandatario apuntan sólo a un cambio de posición en el cuadrilátero de la política nacional, o de táctica, métodos y concepción estratégica para enfrentar a la ultraderecha que, si bien no gana adeptos entre la juventud, refuerza su política a nivel de los sectores timoratos urbanos.
En los dos años y medio de la Presidencia de Lugo, el núcleo duro de la oposición ha estado integrado por los estronistas más recalcitrantes y nostálgicos, enquistados en el Partido Colorado y en el mundo ganadero, de gran crecimiento exportador, junto con las roscas comerciales y bancarias especuladoras, que utilizan el parlamento como punta de lanza en sus planes de hacer imposible la gobernabilidad del país.
La recuperación colorada en las elecciones municipales del mes pasado, ha obrado de estímulo y fundamento para lanzar una nueva ofensiva contra Lugo, cuyo objetivo no es sólo su persona, sino el mismo proceso de cambios iniciado el 15 de agosto del 2008 que, a pesar de su decepcionante accionar, igualmente irrita a los oligarcas.
El Partido estronista, fisurado y sin la totalidad de los recursos del Estado que mamó durante 70 años, es un ente vengativo que ve enemigos hasta en sus propias filas, a los cuales tiene que sacarles algo, despojarlos de lo mínimo a lo máximo, y para ello han lanzado a jugar, también en primera, al siamés, sumiso y cómplice Poder Judicial.
Hay Ministros de la Corte Suprema de Justicia, de origen humilde, que rechazan revelar el origen de su inmensa fortuna, maestros en el prebendarismo, algunos despojando a comunidades campesinas e indígenas de tierras fiscales que las ocupan desde épocas inmemoriales.
Numerosos elementos prueban que la corrupción ha horadado los diferentes estamentos de la justicia paraguaya, afirma el magistrado Miguel Angel Pangrazzio, consecuencia de una grosera manipulación en la designación de las principales cabezas, las cuales entran por cuoteo partidario y no por méritos, que deberían verse en Concursos de Cátedra, inexistentes, producto de un mecanismo pernicioso que alimenta la actual mediocridad profesional e intelectual que reina en la casa de Astrea.
Esa maquinaria formada y ejercitada en la perversidad, no le puede perdonar a Lugo que le haya usurpado la lapicera con la cual, durante siete décadas, legalizaron estafas y fraudes de todo tipo, como la entrega de más de ocho millones de hectáreas entre el anillo íntimo de la tiranía, conformado por familias civiles, militares y religiosas.
Aparte de una media docena de policías torturadores y asesinos, que fueron condenados enseguida de la caída de Strossner, hace 21 años, ningún responsable civil y militar ha sido procesado por sus crímenes, como la desaparición de opositores y la apropiación de los bienes materiales de sus familias, impunidad que permite que muchos personajes comprometidos con medio siglo de abusos contra la vida humana y el país, gocen de confortable vida, burlándose de sus víctimas a través de la prensa.
Entre los méritos patrióticos de los enemigos del proceso, destaca la construcción de una de las estructuras más injustas del mundo de distribución de la riqueza y de los factores productivos, con 50 empresas nacionales y extranjeras que usurpan el 95 por ciento de la producción total del país, entre las cuales seis transnacionales controlan la mitad, pertenecientes al dos por ciento que explotan el 85 por ciento de la tierra.
La táctica de la derecha es el bloqueo y rechazo legislativo de cuanto proyecto de ley de desarrollo social ha enviado en estos dos años el Gobierno al Congreso, en particular la grosera postergación hacia el 2013, cuando Lugo terminará su mandato, del Impuesto a la Renta Personal y a la declaración jurada de bienes patrimoniales.
Las embajadas en Argentina, Brasil y Uruguay, han estado acéfalas durante el último año y medio, porque los parlamentarios han rechazado todos los candidatos propuestos por el Ejecutivo, en una clara demostración de fuerza, sin importarles los daños causados en las relaciones con los otros tres miembros fundadores del MERCOSUR.
El Congreso Paraguayo, donde el gobierno apenas tiene un ocho por ciento de legisladores amigos, es el único de la región que se opone al ingreso de Venezuela al mayor acuerdo de integración regional, y similar actitud saboteadora se observa con relación a la ratificación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
El chantaje es uno de los principios de acción de la oposición paraguaya, envalentonada por los espacios que le reserva la red de medios de comunicación, cuyos propietarios forman parte de los grandes nuevos ricos del país, un tema digno del periodismo de investigación, para intentar romper el velo que cubre el misterio del origen de esas y otras inmensas fortunas de familias paraguayas.
Entre dos o tres empresas, conforman un eficaz holding manipulador equivalente al mayor partido político del país, insuperable en su acción desestabilizadora, que aprovecha la ausencia de un trabajo informativo de calidad del gobierno, cuya Secretaría de Comunicación, dirigida por Augusto Dos Santos, un hábil periodista que podría ser un excelente portavoz del gobierno, carece de la fuerza y osadía que reclama esa importante labor.
La propia división de las fuerzas progresistas, nucleadas en el muy heterogéneo Frente Guasu, con notable disparidad de ideas y métodos de trabajo, pese a situarse en las elecciones municipales como la tercera fuerza política del país, con intendentes y concejales en el 40 por ciento de los 238 distritos del país, es incapaz de construir una política comunicacional que permita conocer los pocos avances del Gobierno.
Entre otras carteras que podrían sufrir cambios, a partir del retiro de Lugo con su gabinete, figuran la Secretaría de Acción Social, que encabeza el sacerdote Pablino Cáceres, y las muy codiciadas represas energéticas binacionales, Itaipú, con Brasil, donde está Gustavo Codas, un hombre de izquierda, y Yaciretá, con Argentina, dirigida por Kencho Rodríguez, colorado.
El primer ministerio es reclamado por fuerzas progresistas, críticas al asistencialismo que persiste, aunque con notable aumento de beneficiados, 120 mil familias, diez veces más que en todos los gobiernos anteriores, y los dos cargos últimos, por el cogobernante Partido Liberal Radical Auténtico, que busca el control de instituciones con mucho movimiento financiero, en vistas de las presidenciales del 2013.
A causa de los malos resultados, perjudiciales para el proceso de cambios, las organizaciones campesinas, poderosas en las movilizaciones populares, exigen el reemplazo del Ministro de Agricultura y Ganadería, Enzo Cardozo, de la derecha liberal, quien tiene el apoyo del Vicepresidente Federico Franco, visible actor en los varios intentos conspirativos contra Lugo.
Los sectores de izquierda expresan mucha disconformidad con la actuación del Ministro del Interior Rafael Filizzola, de tendencia democristiana, a causa de su estrecha vinculación con los Estados Unidos, firmante de acuerdos que permiten la presencia en todo el territorio nacional de asesores estadounidenses y colombianos, en tareas de represión del narcotráfico y el terrorismo.
En ese despliegue, supervisada muy de cerca por la USAID, ningún narco grande a caído en manos de la policía, pero sí varias mulas de pequeño porte, y decenas de campesinos han sido encarcelados, sembrando zozobra en cientos de familias humildes, acusados de ser miembros o colaboradores del Ejército del Pueblo Paraguayo, sobre el cual los servicios de inteligencia han difundido largos culebrones.
El EPP es un fenómeno mediático inasible, al que se le cuelga una serie de secuestros que, en diez años han reportado varios millones de dólares, y un par de asesinatos, uno de gran crapulosidad, sin que el Fiscal General de la República pueda exhibir pruebas convincentes a una ciudadanía que tiene marcada desconfianza de cuadros policiales y civiles, de conocida corrupción.
Tampoco tiene crédito entre las fuerzas populares el Canciller Héctor Lacognata, quien proviene de las luchas gremiales médicas contra la dictadura y ha tenido honesta actuación parlamentaria por el Partido Patria Querida, derecha moderada, cuya dirigencia es parte destacada del mundo empresarial privado.

No son pocos los estudiosos de la realidad política paraguaya en sostener que el caso del Ministro de Exteriores, por su tendencia a pactar y conciliar con Estados Unidos, es similar al de numerosos militantes contra la dictadura estronista que han derivados en funcionarios de las casi mil ONG, nacidas tras el Golpe de Estado de 1989, entre los cuales la USAID ha desempeñado una fértil coptación.

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