Los principales sindicatos franceses tomaron la decisión de convocar nuevas jornadas de protesta contra la impopular reforma de pensiones promovida por el Gobierno del presidente Nicolas Sarkozy los próximos días 28 de octubre y 6 de noviembre.
La ola de masivas huelgas y protestas, apoyadas por el 69% de franceses, sacude el país galo desde hace más de una semana. El próximo jueves 28 de octubre los sindicatos han convocado una jornada nacional de huelga y manifestaciones coincidiendo con la votación esa misma semana de la reforma en el parlamento francés.
Mientras, para el sábado 6 de noviembre, las formaciones sindicales CFDT, CFTC, CFE/CGC, CFTC, CGT, FSU y UNSA acordaron celebrar un día de movilizaciones antes de la promulgación de la ley por parte del jefe del Estado galo.
Según datos de la policía y los sindicatos, durante la convocatoria del pasado 19 de octubre a las calles salieron entre 1,1 y 3,5 millones de manifestantes.
Se han sumado a las protestas los transportistas franceses. Además, los bloqueos han alcanzado a las 12 refinerías del país, con lo que crece el temor al desabastecimiento de combustible.
Por su parte, los conductores que se apresuran a comprar combustible acaban dejando sin reservas estaciones de gasolina en todo el país.
Las protestas también afectan a aeropuertos galos que se ven obligados a cancelar unos vuelos y retrasar otros debido a problemas de abastecimiento de combustible.
Por otro lado, en las manifestaciones también participan estudiantes de segundaria y universitarios, hecho que hace temer la radicalización de las protestas, especialmente después de que se registraron varios enfrentamientos entre jóvenes huelguistas y efectivos de fuerzas del orden.
A pesar de las crecientes tensiones, el Gobierno de Sarkozy se muestra decidido a sacar adelante la reforma que considera clave para contener el déficit en el sistema de pensiones.
La reforma de las pensiones tiene como principal medida el retraso de la edad mínima de jubilación desde los 60 a los 62 años.
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