Un zurdito menos
“Un zurdito menos” dijo un pistolero al ver caer asesinado a Mariano Esteban Ferreira (23).
Un joven estudiante menos en uno de los países que más envejecen en América Latina. Y con una alarmante tasa de deserción educativa. Un “zurdito” asesinado más para sumar a los 30 mil desaparecidos durante la dictadura militar y a los cientos de caídos antes y después, en “democracia”. Uno más para acompañar, en el altar de los verdaderos héroes de la patria, a Kosteki y Santillan. Un contestatario menos de la democracia liberal, la economía de mercado y la “globalización”. Un enemigo menos del Estado, las patronales explotadoras, la burocracia sindical cómplice, el Imperialismo y el “pensamiento único”. Una victima más del fascismo encubierto en la Republica Argentina. De la oligarquía y las trasnacionales. De la derecha peronista; las patotas sindicales; de sus componendas con los gobiernos de turno, sean militares o kirchneristas; de los cuerpos de seguridad y sus “zonas liberadas”; de los articulistas de La Nación y Clarín. Un militante menos de las luchas obreras; de las causas de los despedidos y desempleados; de los excluidos y marginados; de los “villeros”; de los “piqueteros”; de los pueblos originarios expropiados, de las fabricas recuperadas. Un eslabón menos en la cadena que une las movilizaciones de hoy con las formidables luchas de anarquistas, anarco-sindicales, espartaquistas, comunistas, trotskistas, clasistas, del pasado. Una marca más en las cachas de la pistola de la mafia sindical de todos los tiempos; de los socios del Poder; de los rompe-huelgas y represores del sindicalismo independiente; de los enemigos de Agustín Tosco y Raymundo Ongaro. Un cargo más contra el matrimonio Kirchner, siempre dispuesto a buscar y recibir apoyo de algunos de los dirigentes y sectores sindicales y políticos mas corruptos e inescrupulosos, con tal de conservar el poder por el poder en si mismo.
Y otro brutal golpe contra la sensibilidad y la conciencia de millones de argentinos que aun sin saberlo; sin haber leído nunca un ejemplar de “Prensa Obrera” ni haber votado nunca por el Partido Obrero, ni haber participado en alguna movilización, son “zurdos” porque quieren otro país, más justo e incluyente; con igualdad de oportunidades para todos; sin mafias empresariales, sindicales, políticas y gubernamentales; sin hordas de asesinos; con libertad, respeto a la vida y justicia para todos los luchadores sociales.
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