Empleado y socio de los dueños del Banco de Talca
/ La Nación Domingo
Cuando se constituyó Bancard, Piñera también tenía participación en
Infinco, sociedad profesional constituida en abril de 1978 que
suscribió el 8% de las acciones de la administradora de tarjetas.
El
ahora candidato presidencial de la Alianza, Sebatián Piñera, no sólo
fue un empleado de Miguel Calaf y Alberto Danioni. Antes de asumir el
cargo de gerente general del Banco de Talca, el 1 de mayo de 1979,
Piñera ya era socio de sus patrones.
Los registros públicos pertinentes indican que en enero de ese año,
cuando la Sociedad Administradora de Tarjetas de Crédito Bancard S.A.
fue autorizada, mediante decreto 540, para operar este tipo de medio de
pago en Chile, Piñera era dueño del 1,9% de la empresa constituida en
octubre de 1978, entre otros, por el Banco de Talca (10%, el máximo
permitido por ley).
A esa fecha, el ahora candidato presidencial ya integraba el
directorio de la administradora. Cuando declaró en el proceso por
infracción a la ley de bancos y fraude, Miguel Calaf dijo que el Banco
de Talca fue el más fuerte impulsor de Bancard, financiando la
totalidad de los gastos de su puesta en marcha.
Cuando se constituyó Bancard, Piñera también tenía participación en
Infinco, sociedad profesional constituida en abril de 1978 que
suscribió el 8% de las acciones de la administradora de tarjetas.
Siendo empleado del grupo, en diciembre de 1979, Piñera suscribió
una nueva sociedad con Miguel Calaf y Alberto Danioni, bajo el nombre
de Asesoría General de Proyectos de Construcción Ltda. (Agepro), siendo
uno de los administradores de la razón social.
En septiembre de 1980, es decir un mes antes de abandonar su cargo
en la gerencia general del Talca, Piñera adquirió un paquete
minoritario de acciones del mismo banco. El mismo mes estableció otras
sociedades con el Grupo Calaf.
Como la Industrias del Acero Ltda., constituida el 9 de septiembre
de 1980. Según extracto publicado en el Diario Oficial de 24 de
septiembre de 1980, la empresa sería administrada por un consejo de
cuatro integrantes, dos de los cuales serían nombrados por los
propietarios de Infinco -entre ellos Piñera- y otros dos por
Inversiones Sevilla Ltda. y Compañía Inmobiliaria y de Inversiones
Arona S.A., empresas relacionadas al Grupo Calaf-Danioni.
Al día siguiente de constituir esta empresa, Piñera, en su calidad
de gerente general del Banco de Talca, autorizó un crédito por 11,7
millones de dólares a Inversiones Río Claro S.A., dinero que fue
utilizado por los integrantes del grupo económico para adquirir más
acciones del Banco de Talca. Inversiones Sevilla, constituida por
Miguel Calaf y su esposa, era una de las sociedades que constituyó
Inversiones Río Claro el 21 de julio de 1980, dos meses antes de
recibir el crédito.
Piñera dejó su cargo de gerente general el 30 de septiembre de 1980.
Días después, a través de Infinco, se volvió a asociar con Calaf y
Danioni para crear la Promotora de Negocios Ltda., cuyo objeto era
operar en todo tipo de negocios, "especialmente aquellos que digan
relación con el mercado de tarjeta de crédito", según se indica en su
escritura.
ANTECEDENTES
De los delitos investigados en el proceso que instruyó el juez
Correa Bulo, dos se cometieron durante el período en el que Sebastián
Piñera ejercía la gerencia general del Banco de Talca.
El primero de ellos fue la creación de cuatro empresas de papel
relacionadas al grupo -Agrícola Los Montes, Agrícola Tamarugal,
Agrícola Laguna Verde y Forestal Los Lirios-, a las que el banco otorgó
préstamos por un total de 6 millones 255 mil dólares, sin ningún tipo
de garantías y con un capital declarado de sólo un millón de pesos cada
una.
Los préstamos se cursaron el 12 de junio de 1980, con pagarés con vencimiento el 22 de diciembre de ese mismo año.
Uno de los socios de estas empresas, Orlando Roa Bastías, a la fecha
empleado del Banco de Talca, declaró que "en el mes de junio, no
recuerdo bien qué fecha, el gerente general del Banco de Talca de esa
época, Sebastián Piñera, me pidió que fuera el representante legal de
cuatro empresas que se estaban formando por necesidad del banco".
Consultado sobre el mismo tema, Carlos Massad declaró entonces que
las cuatro sociedades "se formaron a proposición del gerente general de
la época, a las que se concedió créditos traspasándoles las deudas de
Alejandro Zampighi y sus empresas". Zampighi era cuñado de Miguel Calaf
y miembro del grupo controlador del banco.
La misma versión entregó Alberto Danioni: "Estas cuatro sociedades
agrícolas fueron ordenadas constituir por el señor Sebastián Piñera,
con el objeto de que se hicieran cargo de las deudas vencidas o por
vencer del señor Alejandro Zampighi y que resultaban inconvenientes
para el banco mantenerlas así vencidas, obteniendo así un mayor plazo
para su cancelación".
A su turno, Piñera negó estas versiones, pero admitió "haber estado
en conocimiento de que esas cuatro empresas de reciente formación no
eran sujetos de crédito solvente porque tenían escaso o nulo capital".
El otro delito fue el crédito por 11,7 millones de dólares otorgado
el 10 de septiembre de 1980 a Inmobiliaria e Inversiones Río Claro para
comprar acciones del Banco de Talca.
El apoderado de esa compañía, Eduardo Barbe Ilic, declaró que el
préstamo lo solicitó "a petición del gerente general de esa época,
Sebastián Piñera, cumpliendo con un programa de capitalización fijado
por el equipo ejecutivo del banco".
En tanto Calaf y Danioni declararon que cuando se realizó esa
operación ambos se encontraban fuera del país y responsabilizando de
ella exclusivamente a Piñera. Cuando fue interrogado, Piñera nuevamente
admitió los hechos pero sin asumir intención de delito.
"Durante ese período muchas empresas y personas ligadas a los
principales accionistas eran clientes y utilizaban los distintos
servicios, incluyendo el otorgamiento de créditos.
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