La desnacionalización del cobre profundiza la crisis de la economía chilena
El 11 de julio, se cumple un año más de la Nacionalización del Cobre. Es a propósito de esta fecha, casi olvidada que elaboramos esta nota de denuncia.
El cobre como el “Sueldo de Chile” debía servir para diversificar e industrializar la economía, como lo planteaba Allende para resolver los problemas de las generaciones actuales y futuras. La desnacionalización del cobre ha cambiado el curso de la historia que se pretendía. Hay por lo menos tres efectos contradictorios en el cobre chileno sobre la economía y sobre la sociedad.
Primero: La baja del precio del cobre, es uno de los elementos fundamentales que provocó la transmisión de la crisis internacional a la crisis de la economía chilena.
Segundo: La desnacionalización del cobre ha significado masivas transferencias de recursos chilenos a través de las extraordinarias ganancias de las grandes mineras mundiales, que profundizan la crisis en Chile.
Tercero: Los excedentes de Codelco de los últimos años, porque ahora han disminuido drásticamente, han permitido aumentar el gasto social y la inversión pública que ha evitado que la crisis en Chile sea más profunda de lo grave que ha sido hasta ahora. Codelco que controlaba casi el 100% del cobre chileno, en 2008, sólo produce el 26,7%.Las autoridades de gobierno, la Presidenta Michelle Bachelet, el ministro Andrés Velasco siempre se refieren a los recursos del cobre, pero como parte de la falta de ética política, jamás se refieren a que esos recursos están disponibles, se deben a Salvador Allende.
En esta nota desarrollaremos el segundo punto que se oculta al país. El título de los Tratados de Libre Comercio, TLC’s, remite sólo al comercio internacional. Comercio internacional que se realizaría entre países. En realidad, lo más importante de los Tratados de Libre Comercio en Chile y en América Latina, son las inversiones extranjeras. Las grandes empresas extranjeras controlan los principales sectores económicos, los recursos naturales y un importante porcentaje de las exportaciones e importaciones.
El impacto de la fuerte disminución de los precios y de las exportaciones de cobre de Chile, se profundizan por las remesas de las cuantiosas utilidades e intereses que las empresas extranjeras sacan de Chile.
Las mineras extranjeras en Chile, se han beneficiado con períodos de bajos precios causando graves daños a Chile y son las más beneficiadas con los períodos de precio elevados. Recordamos que de 1996 a 2003, se produjo una fuerte disminución del precio del cobre por la sobreproducción mundial creada desde Chile por las transnacionales mineras. Con los precios bajos, abastecen a sus empresas asociadas en otros países que funden, refinan, manufacturan el cobre y exportan a otros países, incluyendo exportaciones de cables, tubos y otros manufacturados de cobre a Chile.
Después de varios años, y cuando los precios disminuyeron de setenta centavos de dólar la libra, Codelco y las mineras extranjeras disminuyeron la producción y Codelco formó un stock regulador. Los precios se incrementan a partir de septiembre de 2003, por el ajuste de la oferta y por el incremento adicional de la demanda China. El impacto en las remesas de ganancias e interesas de las inversiones extranjeras se manifestó de inmediato con fuertes incrementos de ellas. Las remesas totales en 2006, fueron superiores a 25 mil millones de dólares, de los cuales se estima que 20 mil millones han sido remesados por las grandes mineras mundiales que controlan el cobre chileno. Estas ganancias han llegado a ser tan elevadas, que superan el valor de las inversiones extranjeras realizadas en la minería chilena desde 1974 a 2006, que fueron 19,9 mil millones de dólares.[1]
La apertura unilateral de Chile a la circulación de mercancías y de capital, fue ratificada y profundizada en acuerdos internacionales, los TLC’s firmados por Chile. La desnacionalización de amplios sectores de la economía chilena y particularmente del cobre, han tenido un resultado que aparentemente es paradójico, pero que responde a la lógica de la globalización actual de la economía mundial, apoyada teóricamente en el neoliberalismo.
El fuerte crecimiento de las exportaciones chilenas por sobre las importaciones y los elevados saldos comerciales, son destacados en los informes oficiales como uno de los principales éxitos del capitalismo chileno. En realidad, esos elevados saldos comerciales permiten financiar las remesas de utilidades de las inversiones extranjeras y en particular, las grandes remesas de las grandes mineras mundiales que controlan la principal riqueza básica del país. La información estadística muestra que en todos los años, las utilidades de la inversión extranjera directa enviadas al exterior son similares a los elevados saldos comerciales. Entre los años 2004 y 2008, el total de utilidades enviadas al exterior por las IED, cerca de 81 mil millones de dólares, son mayores que la suma global de los saldos favorables de la Balanza de Bienes, de 75 mil seiscientos millones de dólares. El proyecto del puente del Canal de Chacao, cuya eliminación provocó una profunda crisis social y política en Chiloé, tenía un valor inferior a mil millones de dólares.
Las remesas de las inversiones extranjeras en Chile, y fundamentalmente las grandes mineras mundiales, equivalen a 80 puentes del Canal de Chacao.
La reciente campaña “Un Techo para Chile” tan publicitada en televisión y otros medios, en la cual participaron miles de jóvenes en una colecta nacional, superó levemente la meta de 2.000 millones de pesos, es decir, 4.000.000 de dólares, aproximadamente. Con los 81.000.000.000 de dólares de las ganancias enviadas al exterior, fundamentalmente por las grandes mineras mundiales que se han apoderado del cobre de Chile, equivalen a 20 mil veces la reciente campaña de un Techo Para Chile. ¡20 mil Campañas de Un Techo Para Chile”.
En varios de nuestros documentos sobre el cobre, hemos denunciado la desnacionalización del cobre y los grandes beneficios y remesas de las mineras mundiales en Chile, como el “Robo del Siglo XX y XXI”. Hemos tenido presente que la desnacionalización del cobre es anticonstitucional, ya que en la Constitución chilena se señala categóricamente que “El Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas”.
Orlando Caputo y Graciela Galarce
Rebelión
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