Entrevista confirmaría denuncias de Morales sobre complot cruceño
El vicepresidente boliviano Álvaro García Linera advirtió que el Gobierno del Presidente Evo Morales será firme, contundente, implacable e inmisericorde contra quienes atenten contra la integridad territorial del país.
"Si ellos, el Gobierno (de La Paz), no permiten la autonomía de Santa Cruz, Santa Cruz está dispuesta a separarse de Bolivia (a través de) métodos pacíficos, pero demostrando fuerza". Así de claras y contundentes fueron las declaraciones del abatido presunto mercenario croata-húngaro-boliviano Eduardo Rózsa Flores, al referirse a las razones por las que se trasladó a Sudamérica a fines del año pasado.
Sin dar nombres, Rózsa -que luchó por el lado croata en la guerra de los Balcanes en los 90- señaló en una entrevista realizada en septiembre de 2008 y difundida en la noche del martes, que había sido contactado para "organizar la defensa y resistencia" del díscolo departamento del oriente boliviano. Ello, en momentos en que el país vivía un álgido conflicto interno, cuando incluso se especuló sobre una guerra civil de no lograrse un acuerdo sobre la implementación de las autonomías departamentales.
"Estamos dispuestos, dentro de unos meses, en el caso de que la coexistencia no funcione y en virtud de la autonomía, a proclamar la independencia (de Santa Cruz) y crear un nuevo país", afirmó Rózsa al periodista Andras Kepes, del canal estatal MTV. "Las organizaciones proveerán el financiamiento y las armas, las mismas que se obtendrán al margen de la ley. Probablemente desde Brasil, porque en Bolivia el comercio de armas no es legal".
Estas frases, que confirmarían las denuncias de separatismo efectuadas por el Presidente Evo Morales en contra de la elite santacruceña, quizá nunca habrían sido difundidas de no ser por el hecho de que el hombre de triple nacionalidad le hizo jurar al reportero que sólo saldrían al aire en caso de que le sucediera algo. Y el jueves, junto al rumano Mayaro Ariad y el irlandés Duayer Michel Martin, Rózsa respondió con armas de fuego a un allanamiento de la policía, resultando muertos. En el operativo también fueron aprehendidos el boliviano Mario Tadik y el húngaro Iedad Tóasó, hoy encarcelados en La Paz.
Ese mismo día, los agentes hallaron -en un depósito ferial santacruceño- un arsenal que presumiblemente sería utilizado para perpetrar atentados.
Investigación internacional
Una vez emitida la entrevista, el Ejecutivo boliviano no tardó en reaccionar, reafirmando ayer la acusación contra los dirigentes políticos, cívicos y económicos de Santa Cruz. En declaraciones al santacruceño diario El Deber, el ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, señaló que Rózsa "sabía que estaba viniendo a matar y que podría morir en el intento, el cálculo estaba en su lógica".
A su vez, el vicepresidente Álvaro García Linera, advirtió que la administración de Evo Morales será "firme, contundente, implacable e inmisericorde contra quienes atenten contra la integridad territorial del país".
Desestimando las palabras de García Linera el acérrimo detractor del Presidente y dirigente cívico de Santa Cruz, Branko Marincovic sostuvo: "Las acusaciones contra (nosotros) son normales y van a seguir haciéndolas, porque el Gobierno se siente impotente". Además, exigió una investigación internacional con presencia del FBI, España y Colombia para evitar -según él- una manipulación política.
Paralelamente, el embajador de Hungría en Argentina, Matyás Jozsa, quien se trasladó a La Paz para obtener información sobre la muerte de su compatriota, aclaró ayer que ni su Ejecutivo ni el de Irlanda apoyan el terrorismo, ni los atentados contra Evo Morales.
Foto: Eduardo Rózsa dio la entrevista en septiembre, pero pidió que sólo fuera emitida en caso de que algo le sucediera. El jueves fue acribillado por la policía boliviana. Foto: EFE
"Si ellos, el Gobierno (de La Paz), no permiten la autonomía de Santa Cruz, Santa Cruz está dispuesta a separarse de Bolivia (a través de) métodos pacíficos, pero demostrando fuerza". Así de claras y contundentes fueron las declaraciones del abatido presunto mercenario croata-húngaro-boliviano Eduardo Rózsa Flores, al referirse a las razones por las que se trasladó a Sudamérica a fines del año pasado.
Sin dar nombres, Rózsa -que luchó por el lado croata en la guerra de los Balcanes en los 90- señaló en una entrevista realizada en septiembre de 2008 y difundida en la noche del martes, que había sido contactado para "organizar la defensa y resistencia" del díscolo departamento del oriente boliviano. Ello, en momentos en que el país vivía un álgido conflicto interno, cuando incluso se especuló sobre una guerra civil de no lograrse un acuerdo sobre la implementación de las autonomías departamentales.
"Estamos dispuestos, dentro de unos meses, en el caso de que la coexistencia no funcione y en virtud de la autonomía, a proclamar la independencia (de Santa Cruz) y crear un nuevo país", afirmó Rózsa al periodista Andras Kepes, del canal estatal MTV. "Las organizaciones proveerán el financiamiento y las armas, las mismas que se obtendrán al margen de la ley. Probablemente desde Brasil, porque en Bolivia el comercio de armas no es legal".
Estas frases, que confirmarían las denuncias de separatismo efectuadas por el Presidente Evo Morales en contra de la elite santacruceña, quizá nunca habrían sido difundidas de no ser por el hecho de que el hombre de triple nacionalidad le hizo jurar al reportero que sólo saldrían al aire en caso de que le sucediera algo. Y el jueves, junto al rumano Mayaro Ariad y el irlandés Duayer Michel Martin, Rózsa respondió con armas de fuego a un allanamiento de la policía, resultando muertos. En el operativo también fueron aprehendidos el boliviano Mario Tadik y el húngaro Iedad Tóasó, hoy encarcelados en La Paz.
Ese mismo día, los agentes hallaron -en un depósito ferial santacruceño- un arsenal que presumiblemente sería utilizado para perpetrar atentados.
Investigación internacional
Una vez emitida la entrevista, el Ejecutivo boliviano no tardó en reaccionar, reafirmando ayer la acusación contra los dirigentes políticos, cívicos y económicos de Santa Cruz. En declaraciones al santacruceño diario El Deber, el ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, señaló que Rózsa "sabía que estaba viniendo a matar y que podría morir en el intento, el cálculo estaba en su lógica".
A su vez, el vicepresidente Álvaro García Linera, advirtió que la administración de Evo Morales será "firme, contundente, implacable e inmisericorde contra quienes atenten contra la integridad territorial del país".
Desestimando las palabras de García Linera el acérrimo detractor del Presidente y dirigente cívico de Santa Cruz, Branko Marincovic sostuvo: "Las acusaciones contra (nosotros) son normales y van a seguir haciéndolas, porque el Gobierno se siente impotente". Además, exigió una investigación internacional con presencia del FBI, España y Colombia para evitar -según él- una manipulación política.
Paralelamente, el embajador de Hungría en Argentina, Matyás Jozsa, quien se trasladó a La Paz para obtener información sobre la muerte de su compatriota, aclaró ayer que ni su Ejecutivo ni el de Irlanda apoyan el terrorismo, ni los atentados contra Evo Morales.
Foto: Eduardo Rózsa dio la entrevista en septiembre, pero pidió que sólo fuera emitida en caso de que algo le sucediera. El jueves fue acribillado por la policía boliviana. Foto: EFE
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