Política: NO AFLOJA MOVILIZACION PINGUINA
El emblemático Liceo José Victorino Lastarria amaneció tomado por tercera vez por los estudiantes en menos de siete días, luego que el fin de semana se abandonó en forma pacífica el establecimiento al conocer que el alcalde de Providencia había solicitado a Carabineros su desalojo.
Las tomas en el liceo comenzaron el pasado martes 10 cuando un grupo de estudiantes ocuparon el colegio sin el acuerdo del alumnado, por lo que esta paralización duró unas pocas horas.
No obstante, tras una jornada de reflexión, la comunidad del Lastarria decidió ocupar el liceo el viernes 13, movilización que duró hasta la madrugada del sábado, cuando lo abandonaron voluntariamente.
Luego que la directora María Eugenia Abarca solicitó el desalojo, el presidente del Centro de Alumnos, Federico Hernández, indicó que los estudiantes intentarán resistir la acción. "En el momento que se avise el desalojo, hay gente que está dispuesta a quedarse en el liceo resistiendo, porque no es la idea caer en un círculo vicioso en que se toma el liceo, se desaloja, y se vuelve a tomar", indicó.
Un grupo de estudiantes secundarios se dirigió hasta la sede de la Unión Demócrata Independiente (UDI) en calle Suecia, pues "el alcalde (Cristián) Labbé pertenece al partido", dijo Hernández.
Durante el desalojo del día sábado, un grupo de neonazis agredió a algunos secundarios que se encontraban en el lugar, que fueron formalizados por el delito de lesiones leves. Los imputados fueron identificados como Rodrigo Saavedra y Francisco Yánez.
DECIDIDOS A RESISTIR
"Los vamos a estar esperando", fue la sentencia de la vocera María Huerta, del Insuco II, frente a los anuncios de desalojo en los otros ocho establecimientos ocupados. Agregó que "la violencia provoca más violencia y si nos atacan, nos tendremos que defender".
Luego que Carabineros concurrió al Liceo de Aplicación para informarles que, de no abandonar el colegio, los alumnos serían desalojados, la asamblea decidió deponer la toma, con el objeto de "realizar un trabajo con las bases para definir de mejor manera cómo afrontar el nuevo panorama estudiantil".
El miércoles 18 el llamado es a no asistir a clases. Un paro de "advertencia" de carácter nacional. Y aunque aún están afinando las actividades para ese día, hay algo que tienen claro: habrá marcha. "Estamos estudiando la ruta y el objetivo, que probablemente será el Ministerio de Educación", adelantó el vocero Maximiliano Mellado, del Liceo Manuel Barros Borgoño.
Sus demandas son la derogación de la LOCE y la desmunicipalización de la enseñanza pública.
La paralización es sólo el inicio de la nueva arremetida de los "pingüinos". El plato de fondo será el congreso nacional en Lota, el 4 de noviembre, cuando expira el ultimátum que impusieron al Gobierno para que "entregue propuestas claras".
"Que el Gobierno entienda que solamente le vamos a dar dos semanas para que nos cumpla lo que estamos pidiendo. De lo contrario, no sólo nos vamos a retirar del Consejo Asesor, sino que nos vamos a movilizar y a tomar los colegios", dijo María Huerta.
No están dispuestos a esperar el paquete de medidas que entregará el Ejecutivo el 11 de diciembre y exigen que antes se den muestras concretas de "voluntad política" para la introducción de cambios en el sistema de educación.
Uno de los más codiciados por los alumnos es la creación de una Superintendencia de Educación. Los secundarios sostienen que ya existe consenso sobre la materia y por eso "queremos que en estas dos semanas se envíe al Congreso el proyecto de ley para su formación", explicó Mellado.
Asimismo, los secundarios pretenden que se instale una mesa paralela en el Congreso que trabaje en el fin de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE). Su propuesta es que dicha instancia cuente con participación de parlamentarios, Gobierno y los representantes de educación.
"Algo que sea resolutivo, donde el 50 por ciento esté compuesto por representantes de la Comisión de Educación del Parlamento y gente del Gobierno y el 50 por ciento restante por profesores y estudiantes", argumentó Carolina Pinto, dirigente del Liceo Confederación Suiza.
Santiago de Chile, 16 de octubre de 2006.
Crónica Digital
Las tomas en el liceo comenzaron el pasado martes 10 cuando un grupo de estudiantes ocuparon el colegio sin el acuerdo del alumnado, por lo que esta paralización duró unas pocas horas.
No obstante, tras una jornada de reflexión, la comunidad del Lastarria decidió ocupar el liceo el viernes 13, movilización que duró hasta la madrugada del sábado, cuando lo abandonaron voluntariamente.
Luego que la directora María Eugenia Abarca solicitó el desalojo, el presidente del Centro de Alumnos, Federico Hernández, indicó que los estudiantes intentarán resistir la acción. "En el momento que se avise el desalojo, hay gente que está dispuesta a quedarse en el liceo resistiendo, porque no es la idea caer en un círculo vicioso en que se toma el liceo, se desaloja, y se vuelve a tomar", indicó.
Un grupo de estudiantes secundarios se dirigió hasta la sede de la Unión Demócrata Independiente (UDI) en calle Suecia, pues "el alcalde (Cristián) Labbé pertenece al partido", dijo Hernández.
Durante el desalojo del día sábado, un grupo de neonazis agredió a algunos secundarios que se encontraban en el lugar, que fueron formalizados por el delito de lesiones leves. Los imputados fueron identificados como Rodrigo Saavedra y Francisco Yánez.
DECIDIDOS A RESISTIR
"Los vamos a estar esperando", fue la sentencia de la vocera María Huerta, del Insuco II, frente a los anuncios de desalojo en los otros ocho establecimientos ocupados. Agregó que "la violencia provoca más violencia y si nos atacan, nos tendremos que defender".
Luego que Carabineros concurrió al Liceo de Aplicación para informarles que, de no abandonar el colegio, los alumnos serían desalojados, la asamblea decidió deponer la toma, con el objeto de "realizar un trabajo con las bases para definir de mejor manera cómo afrontar el nuevo panorama estudiantil".
El miércoles 18 el llamado es a no asistir a clases. Un paro de "advertencia" de carácter nacional. Y aunque aún están afinando las actividades para ese día, hay algo que tienen claro: habrá marcha. "Estamos estudiando la ruta y el objetivo, que probablemente será el Ministerio de Educación", adelantó el vocero Maximiliano Mellado, del Liceo Manuel Barros Borgoño.
Sus demandas son la derogación de la LOCE y la desmunicipalización de la enseñanza pública.
La paralización es sólo el inicio de la nueva arremetida de los "pingüinos". El plato de fondo será el congreso nacional en Lota, el 4 de noviembre, cuando expira el ultimátum que impusieron al Gobierno para que "entregue propuestas claras".
"Que el Gobierno entienda que solamente le vamos a dar dos semanas para que nos cumpla lo que estamos pidiendo. De lo contrario, no sólo nos vamos a retirar del Consejo Asesor, sino que nos vamos a movilizar y a tomar los colegios", dijo María Huerta.
No están dispuestos a esperar el paquete de medidas que entregará el Ejecutivo el 11 de diciembre y exigen que antes se den muestras concretas de "voluntad política" para la introducción de cambios en el sistema de educación.
Uno de los más codiciados por los alumnos es la creación de una Superintendencia de Educación. Los secundarios sostienen que ya existe consenso sobre la materia y por eso "queremos que en estas dos semanas se envíe al Congreso el proyecto de ley para su formación", explicó Mellado.
Asimismo, los secundarios pretenden que se instale una mesa paralela en el Congreso que trabaje en el fin de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE). Su propuesta es que dicha instancia cuente con participación de parlamentarios, Gobierno y los representantes de educación.
"Algo que sea resolutivo, donde el 50 por ciento esté compuesto por representantes de la Comisión de Educación del Parlamento y gente del Gobierno y el 50 por ciento restante por profesores y estudiantes", argumentó Carolina Pinto, dirigente del Liceo Confederación Suiza.
Santiago de Chile, 16 de octubre de 2006.
Crónica Digital
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