Hugo Guzmán. Periodista.-
(Stgo. Chile. Jun. 2006. ANCHI)
Más de 150 agrupaciones de la sociedad civil y medio millar de personas instaron al "mejoramiento y elevación de la calidad de la democracia chilena" al participar el pasado 3 de junio en el Foro Social por la Democracia (FSD) donde se realizaron más de 60 talleres y mesas de trabajo.
Todos los participantes coincidieron en que el sistema democrático de este país contiene "fragilidades y deficiencias" sustanciales así como "residuos dictatoriales" lo que hace necesario promover y alentar reformas y cambios de fondo en materia económica, institucional, educativa, social, laboral, medioambiental, indígena y comunicacional, entre otras.
El Foro Social por la Democracia fue un espacio inédito en este país para que más de un centenar de organizaciones convocantes y participantes y alrededor de 500 jóvenes y estudiantes, profesores, mujeres, indígenas, dirigentes políticos y sindicales, académicos, periodistas, economistas, artistas y medioambientalistas reflexionaran y levantaran propuestas en el sentido de reivindicar "el mejoramiento de la democracia en Chile".
Todos se reunieron en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile.
Entre los 66 temas tratados en la diversidad de mesas y talleres -sin que existiera la pretensión de formular una declaración final- figuraron el avanzar en la redistribución equitativa de los ingresos, aumento del gasto social, reforma a la ley de educación (heredada de la dictadura), mejoras reales en las condiciones laborales, cambio del sistema electoral binominal por uno proporcional, otorgamiento de los derechos constitucionales a los pueblos originarios, fijación de un impuesto adecuado a las transnacionales que extraen el cobre, avanzar hacia una nueva Constitución, verdad y justicia en derechos humanos, real generación de espacios de participación y decisión de la ciudadanía, avanzar en la pluralidad de medios de información y comunicación.
-"No hay democratización de la economía ni en las políticas sociales".-
El académico Manuel Riesco, de CENDA, sostuvo, en el marco del FSD, que "la democratización del país hasta ahora no ha traído la democratización de la economía ni de las políticas sociales", enfatizando que "se mantienen las decisiones principales del ámbito económico y de políticas sociales al margen de las autoridades democráticamente elegidas y de amplios sectores de la sociedad".
Riesco quiso colocar algunos ejemplos: "La reforma provisional está entregada a un grupo de técnicos que va a dar un informe. Es un grupo sesgado, cargado hacia un lado. El informe que entreguen esos técnicos y empresarios difícilmente lo va a cambiar la Presidenta de la República o algún Ministro porque ellos mismos nombraron a esa comisión y porque el Parlamento no podrá ni tendrá nada que decir. En política educacional pasa lo mismo, mantienen lo que viene de la dictadura y la ley educacional del pinochetismo sigue rigiendo las políticas del sector. Ahí tienen técnicos tratando de arreglar los problemas de las malas políticas educacionales. En la práctica fue necesario que por fuera del sistema político surgiera un movimiento estudiantil que impuso que las autoridades y el gobierno asumieran su rol en esta materia".
Manuel Riesco no quiso dejar de lado lo que ocurre con la explotación del cobre en Chile y su directa relación con la ausencia de criterios democratizadores y soberanos en este sector. "La entrega de dos tercios de las riquezas del cobre -explicó- a manos extranjeras ha ocurrido durante los gobiernos de la Concertación. Eso significa que este año esas empresas extranjeras, un puñado, no son más de cinco las más grandes, se van a llevar el equivalente al presupuesto del Estado chileno, es decir, 20 mil millones de dólares. Eso no se corrige. Porque la legislación viene de antes, pero en la práctica se ha dado durante los gobiernos de la Concertación".
Para el académico, que participó en la mesa "Democracia y Redistribución", "no se puede hablar en absoluto de que este país es democrático cuando la mitad de la riqueza se la apropia sólo el 7% de la población". Planteó que a nivel legislativo y del Ejecutivo se tiene que comenzar a cambiar esta situación y deben promoverse políticas democratizadoras de la economía y lo social para realmente encontrar bases de equidad y de democracia en el país.
Agregó que "el desafío que tenemos es terminar la democratización de una vez. Que el sistema democrático asuma efectivamente la conducción del país en materias económicas y de políticas sociales".
-"Democracia con sentido social".-
Rodrigo Ruiz, miembro de la coordinación nacional del movimiento La Surda, planteó la necesidad de "refundar la política en Chile y ello pasa por construir una democracia con sentido social, que no funcione solamente para el mantenimiento de los mal llamados equilibrios macroeconómicos sino para que efectivamente los problemas sociales de la gente sean resueltos".
Específicamente en cuanto a temas político-institucionales el dirigente reiteró la necesidad de "terminar con el restrictivo sistema electoral binominal" pero no sólo eso. "Tiene que haber un proceso de reforma institucional más de fondo y más amplio -indicó- en el sentido de fortalecer aparatos del Estado, descentralizar la política y que las Regiones tengan poder real sobre su desarrollo, que se puedan elegir a las autoridades regionales. Hay que pensar seriamente en la autonomía de los pueblos indígenas, hay que entrar seriamente al asunto de las formas de participación ciudadana, que existan los presupuestos participativos, la revocabilidad de los legisladores y de quienes ocupan cargos de elección popular, construir una política que de cuenta de las necesidades sociales".
Ruiz afirmó que los temas de democratización del país no se pueden ver con un criterio "técnico". Colocó como ejemplo las comisiones que ha formado el gobierno para analizar cuestiones como la reforma provisional, electoral y educativa. "Eso sólo sirve para cambiar las aristas más filosas y de ingobernabilidad de este sistema, pero no para una real democratización o transformación". Agregó que "es imposible una reforma a la política y la institucionalidad si no estamos hablando de la expresión concreta de las fuerzas vivas de las bases de la sociedad".
El dirigente de La Surda recurrió al reciente movimiento reivindicativo y de protesta de los estudiantes secundarios chilenos. "Lo que hemos visto estas últimas semanas es un movimiento secundario impresionante, con una madurez y una sabiduría que nos ha enseñado a todos. Entonces que no digan que ellos, que la gente, que estos movimientos no tienen derecho a reformar y democratizar la política en Chile".
Pero para Rodrigo Ruíz el tema no se agota ahí. También habló de una mirada autocrítica respecto a los sectores que buscan transformaciones o que tiene una postura antisistémica para el mejoramiento de la democracia en Chile. Manifestó que "hay deficiencias en sectores sociales y políticos que tenemos que encararlas. Refundar la política nos plantea desafíos para el campo del pueblo, de los dominados. Nosotros no tenemos toda la madurez que deberíamos tener para asumir ese objetivo, hemos perdido una capacidad de hacer política porque nos excluyeron durante mucho tiempo y por distintas vías nos expropiaron esa capacidad. Tenemos que construir una capacidad de posicionamiento, de disputa política, una capacidad de organización social que hoy es insuficiente. Hay que poner un sujeto político y social organizado y fuerte en el escenario político de Chile".
-"Ganar en mayor articulación".-
Uno de los participantes en el FSD fue uno de los fundadores e impulsores del Foro Social Mundial, el brasileño Francisco Whitaker quien planteó como una cuestión central el avanzar en la creación y fortaleza de "espacios" -entre ellos el Foro- para ir articulando redes, reflexiones y propuestas que, básicamente, permitan enfrentar "ese monstruo del neoliberalismo" que, por cierto, repele las posibilidades de democratización en los países.
El académico planteó "no esperar que los gobiernos hagan los cambios" sino que ir avanzando "en un proceso de cambio de abajo hacia arriba y ganar en mayor articulación". También sostuvo la necesidad de "un cambio interior de cada persona, de cada uno de nosotros, dejando prácticas de disputa e imposición, optar más por escuchar y entender, de cooperar".
Whitaker enfatizó que en estos tiempos "no se puede romper la idea del espacio horizontal, participativo y diverso" cuando se asumen desafíos de reflexión, articulación y búsqueda de cambios en este sistema.
En general en el Foro Social por la Democracia se asumió aquello de las "construcciones de reflexión, propuestas y acciones" en los más diversos espacios que apunten, eso sí, a la mejoría del sistema democrático del país con un claro énfasis en la solución de carencias sociales, cambios constitucionales, mayor participación ciudadana y avances en equidad y justicia social. Terminada esa jornada, se recordó que para noviembre próximo está convocado el Foro Social Chile.-
(Stgo. Chile. Jun. 2006. ANCHI)
Más de 150 agrupaciones de la sociedad civil y medio millar de personas instaron al "mejoramiento y elevación de la calidad de la democracia chilena" al participar el pasado 3 de junio en el Foro Social por la Democracia (FSD) donde se realizaron más de 60 talleres y mesas de trabajo.
Todos los participantes coincidieron en que el sistema democrático de este país contiene "fragilidades y deficiencias" sustanciales así como "residuos dictatoriales" lo que hace necesario promover y alentar reformas y cambios de fondo en materia económica, institucional, educativa, social, laboral, medioambiental, indígena y comunicacional, entre otras.
El Foro Social por la Democracia fue un espacio inédito en este país para que más de un centenar de organizaciones convocantes y participantes y alrededor de 500 jóvenes y estudiantes, profesores, mujeres, indígenas, dirigentes políticos y sindicales, académicos, periodistas, economistas, artistas y medioambientalistas reflexionaran y levantaran propuestas en el sentido de reivindicar "el mejoramiento de la democracia en Chile".
Todos se reunieron en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile.
Entre los 66 temas tratados en la diversidad de mesas y talleres -sin que existiera la pretensión de formular una declaración final- figuraron el avanzar en la redistribución equitativa de los ingresos, aumento del gasto social, reforma a la ley de educación (heredada de la dictadura), mejoras reales en las condiciones laborales, cambio del sistema electoral binominal por uno proporcional, otorgamiento de los derechos constitucionales a los pueblos originarios, fijación de un impuesto adecuado a las transnacionales que extraen el cobre, avanzar hacia una nueva Constitución, verdad y justicia en derechos humanos, real generación de espacios de participación y decisión de la ciudadanía, avanzar en la pluralidad de medios de información y comunicación.
-"No hay democratización de la economía ni en las políticas sociales".-
El académico Manuel Riesco, de CENDA, sostuvo, en el marco del FSD, que "la democratización del país hasta ahora no ha traído la democratización de la economía ni de las políticas sociales", enfatizando que "se mantienen las decisiones principales del ámbito económico y de políticas sociales al margen de las autoridades democráticamente elegidas y de amplios sectores de la sociedad".
Riesco quiso colocar algunos ejemplos: "La reforma provisional está entregada a un grupo de técnicos que va a dar un informe. Es un grupo sesgado, cargado hacia un lado. El informe que entreguen esos técnicos y empresarios difícilmente lo va a cambiar la Presidenta de la República o algún Ministro porque ellos mismos nombraron a esa comisión y porque el Parlamento no podrá ni tendrá nada que decir. En política educacional pasa lo mismo, mantienen lo que viene de la dictadura y la ley educacional del pinochetismo sigue rigiendo las políticas del sector. Ahí tienen técnicos tratando de arreglar los problemas de las malas políticas educacionales. En la práctica fue necesario que por fuera del sistema político surgiera un movimiento estudiantil que impuso que las autoridades y el gobierno asumieran su rol en esta materia".
Manuel Riesco no quiso dejar de lado lo que ocurre con la explotación del cobre en Chile y su directa relación con la ausencia de criterios democratizadores y soberanos en este sector. "La entrega de dos tercios de las riquezas del cobre -explicó- a manos extranjeras ha ocurrido durante los gobiernos de la Concertación. Eso significa que este año esas empresas extranjeras, un puñado, no son más de cinco las más grandes, se van a llevar el equivalente al presupuesto del Estado chileno, es decir, 20 mil millones de dólares. Eso no se corrige. Porque la legislación viene de antes, pero en la práctica se ha dado durante los gobiernos de la Concertación".
Para el académico, que participó en la mesa "Democracia y Redistribución", "no se puede hablar en absoluto de que este país es democrático cuando la mitad de la riqueza se la apropia sólo el 7% de la población". Planteó que a nivel legislativo y del Ejecutivo se tiene que comenzar a cambiar esta situación y deben promoverse políticas democratizadoras de la economía y lo social para realmente encontrar bases de equidad y de democracia en el país.
Agregó que "el desafío que tenemos es terminar la democratización de una vez. Que el sistema democrático asuma efectivamente la conducción del país en materias económicas y de políticas sociales".
-"Democracia con sentido social".-
Rodrigo Ruiz, miembro de la coordinación nacional del movimiento La Surda, planteó la necesidad de "refundar la política en Chile y ello pasa por construir una democracia con sentido social, que no funcione solamente para el mantenimiento de los mal llamados equilibrios macroeconómicos sino para que efectivamente los problemas sociales de la gente sean resueltos".
Específicamente en cuanto a temas político-institucionales el dirigente reiteró la necesidad de "terminar con el restrictivo sistema electoral binominal" pero no sólo eso. "Tiene que haber un proceso de reforma institucional más de fondo y más amplio -indicó- en el sentido de fortalecer aparatos del Estado, descentralizar la política y que las Regiones tengan poder real sobre su desarrollo, que se puedan elegir a las autoridades regionales. Hay que pensar seriamente en la autonomía de los pueblos indígenas, hay que entrar seriamente al asunto de las formas de participación ciudadana, que existan los presupuestos participativos, la revocabilidad de los legisladores y de quienes ocupan cargos de elección popular, construir una política que de cuenta de las necesidades sociales".
Ruiz afirmó que los temas de democratización del país no se pueden ver con un criterio "técnico". Colocó como ejemplo las comisiones que ha formado el gobierno para analizar cuestiones como la reforma provisional, electoral y educativa. "Eso sólo sirve para cambiar las aristas más filosas y de ingobernabilidad de este sistema, pero no para una real democratización o transformación". Agregó que "es imposible una reforma a la política y la institucionalidad si no estamos hablando de la expresión concreta de las fuerzas vivas de las bases de la sociedad".
El dirigente de La Surda recurrió al reciente movimiento reivindicativo y de protesta de los estudiantes secundarios chilenos. "Lo que hemos visto estas últimas semanas es un movimiento secundario impresionante, con una madurez y una sabiduría que nos ha enseñado a todos. Entonces que no digan que ellos, que la gente, que estos movimientos no tienen derecho a reformar y democratizar la política en Chile".
Pero para Rodrigo Ruíz el tema no se agota ahí. También habló de una mirada autocrítica respecto a los sectores que buscan transformaciones o que tiene una postura antisistémica para el mejoramiento de la democracia en Chile. Manifestó que "hay deficiencias en sectores sociales y políticos que tenemos que encararlas. Refundar la política nos plantea desafíos para el campo del pueblo, de los dominados. Nosotros no tenemos toda la madurez que deberíamos tener para asumir ese objetivo, hemos perdido una capacidad de hacer política porque nos excluyeron durante mucho tiempo y por distintas vías nos expropiaron esa capacidad. Tenemos que construir una capacidad de posicionamiento, de disputa política, una capacidad de organización social que hoy es insuficiente. Hay que poner un sujeto político y social organizado y fuerte en el escenario político de Chile".
-"Ganar en mayor articulación".-
Uno de los participantes en el FSD fue uno de los fundadores e impulsores del Foro Social Mundial, el brasileño Francisco Whitaker quien planteó como una cuestión central el avanzar en la creación y fortaleza de "espacios" -entre ellos el Foro- para ir articulando redes, reflexiones y propuestas que, básicamente, permitan enfrentar "ese monstruo del neoliberalismo" que, por cierto, repele las posibilidades de democratización en los países.
El académico planteó "no esperar que los gobiernos hagan los cambios" sino que ir avanzando "en un proceso de cambio de abajo hacia arriba y ganar en mayor articulación". También sostuvo la necesidad de "un cambio interior de cada persona, de cada uno de nosotros, dejando prácticas de disputa e imposición, optar más por escuchar y entender, de cooperar".
Whitaker enfatizó que en estos tiempos "no se puede romper la idea del espacio horizontal, participativo y diverso" cuando se asumen desafíos de reflexión, articulación y búsqueda de cambios en este sistema.
En general en el Foro Social por la Democracia se asumió aquello de las "construcciones de reflexión, propuestas y acciones" en los más diversos espacios que apunten, eso sí, a la mejoría del sistema democrático del país con un claro énfasis en la solución de carencias sociales, cambios constitucionales, mayor participación ciudadana y avances en equidad y justicia social. Terminada esa jornada, se recordó que para noviembre próximo está convocado el Foro Social Chile.-
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