La educación pública no es de calidad
Javier Rebolledo
Alfredo Prieto es desconocido, pero bastante más importante de lo que usted cree. Hombre clave durante la dictadura, fue subsecretario de Educación desde 1976 y en el año ’80 asumió como ministro de esa cartera, donde se mantuvo por dos años. Suficiente para firmar todas las leyes que hoy rigen nuestro sistema de educación. Municipalización de los establecimientos, creación de los colegios particulares subvencionados, descentralización de las universidades e instauración de las universidades privadas son parte de su legado. Abogado y admirador de Miguel Kast, reconoce una gran influencia de parte de la Odeplan, que durante ese período inició una masiva privatización de los bienes del Estado. “La LOCE es más que nada la síntesis de los decretos ley que se dictaron conmigo a la cabeza en torno a los primeros años de los ’80”, reconoce con orgullo.
–¿En qué colegio estudió usted?
–En el Verbo Divino.
–¿En qué universidad?
–En la Universidad Católica.
–¿Pondría a uno de sus hijos en un colegio municipal?
–Sólo en el Instituto Nacional.
–¿Es de calidad la educación chilena?
–No, en general no es de calidad, como toda la educación municipal. Lo mismo pienso de la educación subvencionada, que tampoco cumple los índices de calidad que debiéramos aspirar para nuestro país.
–¿Qué les responde a los alcaldes que no quieren tener más los liceos municipales en sus manos?
–Que los comprendo, porque les entregaron recursos insuficientes. Y segundo: el Estatuto Docente, que los hace tener una carga de profesores que no pueden eliminar.
–Pero usted fijó el monto de la subvención.
–En el ’81 cambié el régimen de subvenciones y se estableció el pago por día de asistencia a clases y en base a Unidades Tributarias, con reajuste mes a mes. Así partió.
–¿Hay algún mea culpa de su labor en la municipalización?
–Personalmente he mantenido una duda. Cuando hicimos la municipalización, nos entregaron los recursos y nos hicimos cargo de todo el profesorado por su estabilidad laboral y su empleo. Eso generó problemas hasta el día de hoy.
–¿Qué haría usted?
–El sistema de gestión creo que debiera ser más eficiente en los municipios, quitándole las trabas que son del orden laboral. Gastaría más en la preparación del profesor. En las comunas donde hay mayor marginalidad, por ejemplo, aumentaría el gasto por alumno. Hay que diferenciar la subvención.
–¿Les encuentra razón a los estudiantes en su petitorio?
–Encuentro que lo más rescatable es que hayan puesto la calidad de la educación como un tema nacional. Aquí hago una crítica para todos los sectores políticos.
TALENTO O CONOCIMIENTO
–¿Cree que se privilegió demasiado la libertad de enseñanza en el caso de los liceos subvencionados, la mayoría con mala calidad de educación?
–Pienso que no. Muchas de las leyes están para hacer que ellos cumplan con una mejor gestión, pero son los propios poderes del Gobierno los que fallan en las fiscalización.
–Viendo sus resultados Simce y PSU, ¿cree que funcionan bien?
–Las cifras demuestran que la situación de los liceos pagados es mejor que los subvencionados y más aún que los municipales.
El tiempo ha pasado y Prieto trabaja en su oficina de abogados ubicada en un lujoso edificio de Las Condes. Asesoró a Joaquín Lavín en su programa educacional para las elecciones del 2000. En su vida ha sido miembro de diversos directorios de empresas, el Banco Edwards, por ejemplo. Actualmente es miembro del directorio de la Universidad Adolfo Ibáñez, y su primo hermano y motor de la Odeplan, Ernesto Silva, uno de los fundadores de la Universidad del Desarrollo.
–¿Qué le responde a los que creen existe un problema ético en que gente como usted, que inventaron el sistema de universidades privadas, hoy estén en sus directorios?
–No veo incompatibilidad. Mi participación en esa universidad es porque es muy innovadora. Y hay gente de distintos sectores políticos
–¿Cree que el Aporte Fiscal Indirecto (AFI) discrimina a favor de estudiantes que tienen dinero para preparar la PSU?
–La fórmula del AFI tenía un objetivo que era promover la calidad de la institución que ofrece educación superior. Que la captaran los alumnos para que tuvieran buenos resultados. Las universidades que tienen más dinero por AFI son la Chile y la Católica. La proporción de estudiantes de estas casas de estudios también vienen de distintos sectores sociales.
–¿Cree que los talentos están igualmente distribuidos entre ricos y pobres?
–Creo que en materia de talentos no hay diferencia. Los sistemas de evaluación están midiendo conocimiento más que aptitudes. Pero los que han gastado más en educación tienen más posibilidad.
–Las curvas demuestran que estudiantes pobres con excelentes notas, pero con malos resultados en la PSU, si entran a la universidad mantienen su tendencia de buenos estudiantes y repuntan rápido.
–Eso demuestra que el tema no es tan grave, porque a la larga el mercado ocupacional lo corrige.
–Pero les cerramos las puertas a la educación.
–Claro, pero lo que uno tiene que hacer es buscar las perillas para corregir eso.
–El AFI, por ejemplo.
–Si no existe el AFI, las universidades se pueden quedar más dormidas en mejorar la educación.
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