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Palestina

Sobre el antisemitismo como chantaje político: A propósito de la nueva agresión de Israel a la Franja de Gaza

Sobre el antisemitismo como chantaje político: A propósito de la nueva agresión de Israel a la Franja de Gaza

Por Atilio A. Boron

Quienes condenen la nueva agresión perpetrada por Israel en la Franja de Gaza se exponen a recibir una reiterada descalificación: “antisemita”.

Para esos inveterados racistas cualquier crítica a laspolíticas genocidas del estado de Israel, cualquier denuncia de sus atrocidades y de su barbarie sólo puede nacer de un intenso odio al pueblo judío. Tamaña confusión entre pueblo y régimen político no es casual ni gratuita. Constituye, en cambio, el absurdo chantaje metódicamente utilizado por la derecha reaccionaria israelí y sus aliados en el imperio para desacreditar cualquier denuncia de los crímenes del estado de Israel y de su suicida curso de acción que, en el largo plazo, tendrá como víctima al propio pueblo judío. Esta postura para nada es exclusiva de los fascistas israelíes: recuerda la que adoptaban sus congéneres argentinos cuando calificaban de “campaña anti-argentina” las críticas que desde dentro y fuera del país se dirigían en contra de la dictadura terrorista cívico-militar que sembró destrucción y muerte en la segunda mitad de los años setentas. Ellos también equiparaban maliciosamente pueblo y gobierno -como hoy lo hacen los racistas judíos- para desvirtuar cualquier ataque contra el estado terrorista como si fuera una agresión al pueblo argentino. En ambos casos lo que se pretende es defender a un régimen político nefasto que, en el caso de Israel, ha sido denunciado por eminentes personalidades de la comunidad judía, dentro y fuera de ese país. Son conocidas –pese a ser silenciadas oficialmente- las dudas que Albert Einstein y el gran filósofo judío Martin Buber abrigaban en relación a la forma concreta que estaba tomando la creación del estado de Israel ya en sus primeros años de vida. Poco antes del desencadenamiento de la operación “Pilar Defensivo” Noam Chomsky informaba sobre lo que pudo ver en su en su reciente visita a la Franja de Gaza, y sus críticas fueron demoledoras. Puede accederse al video correspondiente en: http://www.democracynow.org/2012/11/14/noam_chomsky_on_gaza_and_the.

La lista de eminentes judíos disconformes con las políticas del estado israelí sería interminable: Daniel Barenboim y su noble cruzada pacifista con el palestino Edward Said se nos viene inmediatamente a la mente, lo mismo que el vibrante testimonio de Norman Finkelstein, un politólogo estadounidense, hijo de sobrevivientes de los campos de concentración del nazismo, quien en una conferencia ofrecida en 2010 en la Universidad de Waterloo (Canadá) dijo que “No hay nada más despreciable que usar el sufrimiento y el martirio de ellos (quienes murieron en campos de concentración) para justificar la tortura, la brutalidad, la destrucción de hogares que Israel comete a diario con los palestinos. Por lo tanto me niego a ser presionado o intimidado por sus lágrimas de cocodrilo, (en referencia a una de las asistentes a su conferencia).” Este pasaje de su presentación en la Universidad de Waterloo puede verse en: https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=gE8GESi35Yw

A lo anterior podrían agregarse las múltiples organizaciones judías que rechazan esa espuria identificación entre pueblo y régimen. Una de ellas, denominada Jews for Justice for Palestinians. Two peoples-one future, tiene como divisa una cita del Rabino Hillel, del siglo I antes de Cristo, que para horror de los ultraortodoxos de hoy día reza así: “Lo que no quieras para ti no lo hagas a tu vecino. Esto es toda la Torah. El resto son comentarios.” Hillel se anticipó nada menos que en 1800 años al célebre imperativo categórico que popularizara Immanuel Kant: “Actúa sólo de forma tal que la máxima de tu acción pueda convertirse en una ley universal.” Por supuesto que no serán las enseñanzas de aquel sabio judío o las del filósofo prusiano las que vayan a asimilar Netanyahu, su fascista canciller Avigdor Lieberman y los halcones israelíes; escucharán más bien los torpes balbuceos de algunos decrépitos sucesores de Hillel, movidos por un odio inconmensurable hacia el pueblo de cuyas tierras se apoderaron, los palestinos, y de los cuales in pectore se pone en duda su misma condición humana.

Lo anterior permite comprender las razones por las que el gobierno de Israel pudo movilizar sin escrúpulo alguno su infernal máquina guerrera contra un pueblo indefenso, sin ejército, sin aviación, sin marina de guerra, sin status internacional reconocido, bloqueado por aire, tierra y mar, imposibilitado de recibir ayuda externa (medicamentos, alimentos, ropa, etc.) y encerrado “como animales en una jaula”, como lo recuerda Chomsky en la entrevista citada más arriba. Pero hay algo más: según informa Walter Goobar el periodista israelí Aluf Benn publicó en el diario Haaretz de este jueves una nota en la que se asegura que Ahmed Yabari –el jefe militar de Hamas cuyo asesinato desencadenó la violencia- era el “responsable del mantenimiento de la seguridad de Israel en la Franja de Gaza”. En un giro por demás siniestro de los acontecimientos Yabari no fue eliminado por ser un jefe terrorista como dijo la propaganda sionista sino porque estaba negociando un acuerdo de paz. Como asegura Goobar, “esta no es una afirmación retórica ni obra de una maniobra de victimización de Hamás, sino que quien lo afirma es nada menos que Gershon Baskin, un mediador israelí que llevaba y traía propuestas entre Yabari y altos cargos israelíes.” Tiene sentido: ni el complejo militar-industrial estadounidense ni el fundamentalismo racista israelí están interesados en lo más mínimo en llegar a un acuerdo de paz en esa parte del mundo. La guerra es un gran negocio y, a la vez, un recurso para tratar de estabilizar la tambaleante situación geopolítica que impera en Medio Oriente. Además, en este caso, esta operación casi no tiene costos para Israel porque no son dos ejércitos los que se enfrentan -y que podrían infligirse daños relativamente semejantes- sino una formidable fuerza militar que cuenta con todo el apoyo de la mayor potencia militar en la historia de la humanidad y una población civil acorralada e inerme, que lo único que tiene para repeler el ataque es el voluntarismo de sus milicianos que mal puede equiparar la fenomenal desproporción existente entre los armamentos de ambas partes. El recuento de víctimas de uno y otro lado exime de mayores comentarios.

Con estos antecedentes a la vista es apropiado caracterizar al Estado de Israel como un “Estado canalla”, que viola flagrantemente, con el incondicional apoyo del amo imperial, la legislación internacional, las resoluciones de las Naciones Unidas y el derecho de gentes. Tal como lo subraya Finkelstein ningún chantaje de “antisemitismo” puede disolver el carácter genocida de estas políticas; ningún ardid extorsivo, cuya eficacia obedece a los imperdonables horrores de la shoah perpetrado por el régimen nazi (y condonado por las potencias imperialistas de la época) puede obrar el milagro de transformar el vicio en virtud o el crimen en bondad. Y ante ello ningún hombre o mujer debe permanecer callado. El cómplice silencio de los años treinta y cuarenta posibilitó el exterminio de los judíos en la Alemania nazi. La comunidad internacional no puede incurrir otra vez en semejante error, sobre todo cuando sabemos que los gobiernos de las principales potencias, bajo la dirección de Estados Unidos, no harán absolutamente nada para detener esta carnicería porque han sido desde 1948 hasta hoy cómplices y partícipes necesarios de cuanto crimen haya cometido el Estado de Israel. Si existe eso que algunos llaman la “sociedad civil mundial” debe manifestarse, ahora, antes de que sea demasiado tarde.

Cerramos esta breve reflexión citando las actualísimas palabras de León Rozitchner, un granfilósofo marxista, judío, argentino, fallecido hace poco más de un año. Un maestro en el sentido más integral del término, que en el “Epílogo” de un notable libro de su autoría, Ser Judío, se preguntaba lo siguiente:

“¿Qué extraña inversión se produjo en las entrañas de ese pueblo humillado, perseguido, asesinado, como para humillar, perseguir y asesinar a quienes reclaman lo mismo que los judíos antes habían reclamado para sí mismos? ¿Qué extraña victoria póstuma del nazismo, qué extraña destrucción inseminó la barbarie nazi en el espíritu judío? ¡Qué extraña capacidad vuelve a despertar en este apoderamiento de los territorios ajenos, donde la seguridad que se reclama lo es sobre el fondo de la destrucción y dominación del otro por la fuerza y el terror! Se ve entonces que cuando el estado de Israel enviaba sus armas a los regímenes de América Latina y de África, ya allí era visible la nueva y estúpida coherencia de los que se identifican con sus propios perseguidores. Los judíos latinoamericanos no lo olvidamos. No olvidemos tampoco Chatila y Sabra”.

- Dr. Atilio Boron, director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED), Buenos Aires, Argentina www.atilioboron.com.ar Facebook: http://www.facebook.com/profile.php?id=596730002
Twitter: http://twitter.com/atilioboron

Fuente:ALAI AMLATINA, 18/11/2012

Israel: No removeremos colonias, Netanyahu

ANSA

A cuatro días de las elecciones legislativas el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que en caso de volver a ganar no removerá ninguna colonia.

"Los tiempos en los que los bulldozer desarraigaban judíos están detrás de nosotros, no delante. Nosotros hemos reforzado los asentamientos", dijo Netanyahu en una entrevista con el diario "Makor Rishon" publicada hoy.

Consultado sobre los 10 meses en los que estuvieron suspendidos los proyectos de edificación en los Territorios, el premier afirmó que "esa moratoria está agotada. Demostró que los palestinos no están interesados" (en negociar, ndr).

A su parecer el estancamiento en las tratativas deriva del "hecho que la Autoridad Nacional Palestina no está dispuesta a comprometerse a poner un fin a conflicto con Israel ni a reconocer al Estado de Israel en ninguna frontera", resaltó Netanyahu.

Al Fatah y Hamas acuerdan iniciar la reconciliación palestina antes del 30 de enero

RIA NOVOSTI

 

Los movimientos palestinos Al Fatah y Hamas acordaron poner en marcha antes del fin de este mes de enero su plan de reconciliación comenzando los preparativos de las elecciones generales y las consultas para formar un Gobierno de unidad nacional, anunció uno de los líderes de la formación islamista, Izzat al Rishq. Según explicó, las medidas se pactaron durante una reunión en El Cairo entre las delegaciones de ambas facciones, que hace una semana acordaron desbloquear el proceso de reconciliación palestina y recuperar la integridad del sistema político. “Las delegaciones de Al Fatah y Hamas se reunieron en El Cairo, resolviendo todos los asuntos relativos a la reanudación del proceso de reconciliación. Los acuerdos se pondrán en marcha antes del 30 de enero”, explicó Al Rishq. Las medidas previstas incluyen, en particular, la reapertura de la Comisión Electoral Central en la franja de Gaza, el comienzo de las consultas para formar un Gobierno de unidad nacional, el cese de las “campañas de provocación” dirigidas contra los adversarios políticos. La puesta en marcha de los acuerdos contará con el seguimiento de los mediadores egipcios, concluyó Al Rishq. A través de las instituciones de la Autoridad Nacional Palestina, Al Fatah controla Cisjordania. A su vez, los islamistas de Hamas se hicieron con el control de la franja de Gaza. En mayo de 2011, ambas facciones acordaron formar un Gobierno de unidad palestina, pero no lograron implementar los acuerdos alcanzados.

Palestina, un territorio agujereado

Palestina, un territorio agujereado

Algo más que símbolos en el día después de lograr sentarse como Estado observador en Naciones Unidas

 

Por Olga Rodriguez

eldiario.es


Lo que este jueves se ha aprobado en la Asamblea General de la ONU, con la oposición de Israel y Estados Unidos, es la admisión de Palestina como Estado observador de Naciones Unidas. Con ello la Autoridad Nacional Palestina tendrá mayor acceso a las diversas agencias de Naciones Unidas y al Tribunal Penal Internacional, donde podría presentar denuncias contra Israel, algo sin duda significativo.

Por eso estos días pasados algunos países, como Reino Unido, anunciaron que apoyarían la iniciativa de los palestinos siempre y cuando éstos no acusaran de crímenes de guerra a Israel ante la Corte Internacional. 

En la práctica, la entrada de Palestina como Estado no miembro no supone nada más. Lo que se decide en la Asamblea General de Naciones Unidasno es vinculante, y siempre precisa de la ratificación del Consejo de Seguridad de la ONU, que ya el pasado año pospuso la votación para admitir a Palestina como Estado, con la amenaza de Estados Unidos de vetar la propuesta. Pero el gesto, que ha venido acompañado de un reconocimiento del derecho de los palestinos a un Estado sobre las fronteras de 1967, no es baladí.

Las revueltas árabes han trastocado las alianzas regionales, algo está cambiando en Oriente Medio, Qatar, Egipto y Turquía están siendo más contundentes con Israel y Hamás se ha acercado a Qatar. Todo ello podría servir para intentar reactivar la situación palestina, y la comunidad internacional está tomando nota de ello. 

De momento, cambian las formas, no el fondo. Para que el Estado palestino se convierta en algo real se necesitan algo más que símbolos. Estados Unidos tendría que permitir el reconocimiento de Palestina como Estado de pleno derecho en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. E Israel tendría que retirarse de Cisjordania, ahora acantonada, separada, dividida y esparcida en un mapa agujereado y discontinuo. De lo contrario, estaríamos ante un Estado palestino con miles de fronteras -una en cada asentamiento judío- y con instituciones que llevan años asfixiadas económica y militarmente. Por no hablar de la desconexión territorial de Cisjordania y Gaza, divididas por territorio israelí (ver mapa).

Mientras no haya una voluntad real de paz será inviable un Estado palestino real, con todo el significado que el término Estado implica. 

La aceptación de un Estado palestino de pleno derecho es una opción deseable, pero no la única. Personalidades como el difunto Edward Said han defendido un modelo de Estado binacional, donde árabes y judíos pudieran vivir en igualdad de condiciones, con los mismos derechos, sin exclusiones, en el mismo país. Para ello Israel tendría que renunciar a su esencia actual, basada en el carácter judío de su Estado. 

La Ley del Retorno de Israel establece que cualquier judío del mundo, cualquier hijo o nieto de judío, y cualquier persona que se convierta al judaísmo tiene derecho a residir en Israel y a tener la ciudadanía israelí. También pueden acceder a la nacionalidad las personas casadas con israelíes, a excepción de los palestinos de Cisjordania y Gaza menores de 35 años y de las palestinas menores de 25 años. Sin embargo, un palestino nacido en Jaffa, por ejemplo, no tiene derecho a regresar a su tierra. 

La voluntad de exclusión de esta ley contra un pueblo determinado es evidente. Un sueco que se convierta al judaísmo tiene más derecho a vivir en Israel que cualquier palestino expulsado que haya nacido allí o que sus descendientes. Solo así Israel es capaz de mantener su esencia como Estado judío. 

Israel solo puede seguir siendo un Estado judío si mantiene la supremacía demográfica o legal de la población judía. Para ello tarde o temprano tendría que llevar a cabo una nueva limpieza étnica como la del 1948 -admitida como tal por historiadores israelíes como Benny Morris o Ilan Pappé- o practicar la segregación étnica legalizada, es decir, el apartheid. De otro modo, Israel no podría existir como Estado judío, sino como un Estado realmente democrático e integrador, donde haya cabida real para la población palestina.

Si un futuro Estado palestino va a tener sus fronteras y su espacio áereo controlados por Israel, si va a ser un territorio inconexo, desconectado e interrumpido por los asentamientos judíos, si va a estar expuesto al bloqueo comercial y al control israelí, la exigencia de un Estado binacional será una obligación para alcanzar la paz. La defensa de ese modelo exigiría que Israel pusiera fin a su voluntad discriminatoria como Estado judío de mayoría judía dispuesto a no admitir el crecimiento de otras comunidades étnicas o religiosas dentro de sus fronteras.

Sea un Estado palestino, sea un Estado binacional, sea cuales sean los pasos, la paz es posible. Hay decenas de soluciones y propuestas encima de la mesa. Pero falta la voluntad para aceptarlas. 

Como me dijo en una ocasión Rami Elhanan, israelí integrante de la Asociación Parent´s Circle y que, a pesar de haber perdido a su hija en un atentado suicida apuesta por la defensa de los derechos de los palestinos, ‘Israel solo aceptará suscribir un pacto de paz cuando se dé cuenta de que el precio de no tener paz es más alto que el de tenerla’. 

Para que eso ocurra es fundamental la presión de la comunidad internacional a través de los gobiernos y de la sociedad civil. Una presión que obligue a Israel a valorar si realmente le interesa condenar a árabes y judíos a ser víctimas de una situación política. 

Otro Israel es posible: un Israel que apueste por el fin de la ocupación y de la exclusión del pueblo palestino. Puede resultar inconcebible, pero recordemos que una Sudáfrica sin apartheid también parecía imposible hace unos años.

Fuente original:  http://www.eldiario.es/zonacritica/Palestina-territorio-agujereado_6_74252600.html

¿Qué implica para Palestina su nuevo estatus de Estado observador de la ONU?

¿Qué implica para Palestina su nuevo estatus de Estado observador de la ONU?
  • Pasa de ser "entidad" observadora a "Estado" observador, asistirá de forma permanente a las sesiones de la Asamblea, pero no podrá votar.
  • Puede pedir el ingreso en organizaciones como la FAO, la OMS o la UNESCO si sus estatutos se lo permiten; puede adherirse al Estatuto de Roma de la CPI.
  • Hablamos con representantes de Israel y Palestina en España: el primero habla de "violación" de los acuerdos de Oslo; el segundo, de "oportunidad".

 

Palestina ya es un Estado observador de Naciones Unidas. Lo decidieron el jueves en la Asamblea General los votos a favor de 138 países miembros, mientras que 9 votaron en contra y 41 se abstuvieron. Hasta el momento, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) mantenía una misión observadora con oficina en Nueva York, pero como "entidad", no como Estado.  


El documento aprobado, que "reafirma el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación e independencia en un Estado de Palestina a partir de las fronteras de 1967", fue copatrocinado por unos 60 Estados. La ONU no puede conceder el estatus de Estado a nadie, pero esta resolución, de forma implícita, supone un paso adelante para las aspiraciones palestinas.

A partir de ahora, la ANP tendrá una serie de prerrogativasdentro de Naciones Unidas, aunque también hay cosas que no podrá hacer:

Observador y sin voto

Pueden ser observadores en el seno de la ONU Estados no miembros, entidades y organizaciones internacionales. Hasta ahora, solo El Vaticano era Estado observador, mientras quePalestina era entidad observadora. Ambos con carácter permanente. Entre las organizaciones o instituciones observadoras están, por ejemplo, la Unión Africana, la Commonwealth, la Unión Europea, la Liga de Estados Árabes o incluso la Cruz Roja.

Hasta ahora, Palestina participaba como invitada en reuniones de comisiones, de organizaciones y órganos de Naciones Unidas que debatieran su situación y en conferencias internacionales. También en los trabajos de la Asamblea. 

Ahora tiene una invitación permanente para todos los períodos de sesiones y libre acceso a documentación relevante. Pero no tiene derecho a voto en la Asamblea. Tampoco puede ser miembro de algunos órganos principales de la ONU, como el Consejo de Seguridad o el Consejo Económico y Social.

Organismos y agencias especializadas

Lo que sí podrá hacer Palestina es entrar a formar parte de algunos de los organismos o agencias especializadas que alberga Naciones Unidas, aunque solo de aquellos cuyos estatutos así se lo permitan (ya que no es un Estado), como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) o la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), entre otras.

Palestina también podría formar parte de UNICEF (fondo de la ONU para la infancia) o la OMC (Organización Mundial del Comercio). Esto le permitirá, por ejemplo, participar en decisiones sobre programas de ayuda internacional. Con este objetivo, un equipo jurídico estudia desde hace meses los estatutos y cartas fundacionales de más de una treintena de organizaciones internacionales.

Corte Penal Internacional

Palestina puede adherirse ahora a algunos tratados internacionales, tales como el Estatuto de Roma o las Convenciones de Ginebra. El primero, que está "abierto a la adhesión de cualquier Estado", regula la Corte Penal Internacional (CPI), tribunal internacional que juzga genocidios, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. La cartas que Palestina necesita presentar para rubricar sendos tratados estarían ya escritas.

Palestina ha intentado en el pasado presentar ante la Corte Penal denuncias contra políticos y militares israelíes por crímenes de guerra y contra la Humanidad, pero no llegaron a ninguna parte al no tener el estatus de "Estado parte". Ahora, si finalmente se adhiere al Estatuto de Roma y dada su condición de Estado observador, sí podrá plantear una cuestión de este tipo de forma oficial.

 

Esto, según los expertos consultados, plantearía un nuevo dilema que tendría que resolver la Fiscalía de la Corte, que es la que recibe las denuncias. Israel no ha ratificado ni se ha adherido al Estatuto de Roma y, por tanto, no reconoce a la Corte Penal Internacional, por lo que la Fiscalía tendría que decidir si es de su competencia o no juzgar las posibles denuncias de Palestina planteadas en este sentido. 

Preguntado por si esto es una prioridad para la ANP, el agregado de prensa de la Misión Diplomática de Palestina en EspañaSalah Abu-Kaoud, se ha limitado a contestar a20minutos.es que la designación como Estado observador "brinda la oportunidad" a Palestina de formar parte y acudir a organizaciones e instituciones como el Tribunal de la Haya a las que antes "no podían acceder" para "colaborar y trabajar por la paz".    

Por su parte, el portavoz de la Embajada de Israel en EspañaLior Haiat, ha asegurado a20minutos.es que su Gobierno "no está preocupado" por este asunto, ya que si Palestina empieza "una lucha jurídica" se pondría en una situación muy grave —jurídicamente— y podría salir "perjudicada" por la "vinculación", según sus palabras, de algunos líderes con ataques "terroristas".

Relaciones Israel-Palestina

No está claro que las conversaciones de paz entre Israel y Palestina vayan a avanzar tras la decisión de la Asamblea General, pero tampoco que vayan a retroceder. Estados Unidos podría presionar para que ambas partes vuelvan al diálogo, aunque Hillary Clinton se ha apresurado a decir que la resolución de la ONU es un obstáculo, que es "desafortunada y contraproducente". 

Salah Abu-Kaoud lo tiene algo más claro: opina que el nuevo estatus posibilita una negociación "de Estado a Estado" y que esto impedirá que Israel "se salte las reglas del juego" continuamente. El paso siguiente, asegura, es lograr la "soberanía" de los territorios palestinos.

Llevamos mucho tiempo esperando esta decisión, que se haga justicia, ha sido muy importantePara el agregado palestino la resolución ha demostrado que los asentamientos israelíes en territorios ocupados y el muro de Cisjordania son "ilegales", porque ahora implica que "un Estado está ocupando otro Estado"; por eso, pide la "desmantelación" de dichos asentamientos. "Llevamos mucho tiempo esperando esta decisión, que se haga justicia, ha sido muy importante para nosotros", añade.

Por su parte, el israelí Lior Haiat opina que la votación ha sido "simbólica" y que "no cambia nada la situación en el terreno". Considera, además, que "no va a acercar a Israel y a Palestina a una situación pacífica". 

Eso sí, "felicita" de alguna manera a Palestina porque "por fin", después de 65 años, acepta laResolución 181 de 29 de noviembre de 1947 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que aprobó la partición en dos del territorio histórico palestino, "que hasta ahora habían negado". Para Israel la negociación "tiene una única vía" y, postulándose como Estado observador, la ANP, a juicio de Lior Haiat, "ha demostrado que no tiene ningún interés en negociar la paz con Israel". 

A nivel interno, el próximo 22 de enero se celebran elecciones presidenciales en Israel; Likud Beitenu, la formación creada por el primer ministro Netanyahu y su ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, es líder en las encuestas. Un sondeo publicado por el diarioMaariv le otorgaba 37 de los 120 escaños.  

Por su parte, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y Al Fatah (el partido de Abás) se han comprometido a iniciar de inmediato negociaciones de reconciliación con el movimiento islamista Hamás (que gobierna en Gaza).

Posibles represalias

Mucho se está hablando sobre si Israel, e incluso Estados Unidos, tomarán medidas tras esta decisión. Estos dos países votaron en contra de la resolución el jueves junto a Canadá, Palau, Micronesia, la República Checa, Panamá, Nauru y las Islas Marshall.

Uno de los temores palestinos es que los estadounidenses retiren su apoyo económico y los fondos que canalizan a través de la cooperación internacional. De momento, Israel ya ha aprobado la construcción de 3.000 nuevas viviendas en asentamientos en Cisjordania y Jerusalén y ha amenazado con dejar de transferir los impuestos y aranceles que recauda en nombre de la ANP, que suponen un 56%.

Israel ha aprobado la construcción de 3.000 nuevas viviendas en asentamientosEl portavoz de la Embajada de Israel en España dice que todo son "especulaciones", aunque recalca que la decisión de los palestinos de acudir a Naciones Unidas ha sido "unilateral" y que "viola" los acuerdos de paz de Oslo de 1993, que establecieron el gobierno de la Autoridad Nacional Palestina y que son "la base" de las relaciones entre Israel y Palestina. "Coloca los acuerdos en una situación de irrelevancia", asegura.

Por su parte, el gobierno de Canadá ha anunciado que "revisará" todas sus relacionescon Palestina y que considerará el cierre de la legación palestina en Ottawa y la suspensión de la ayuda económica. El ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, John Baird, intentó convencer a varios de sus homólogos, entre ellos algunos de países latinoamericanos, para que votasen en contra de Palestina.

Miembro de pleno derecho

Naciones Unidas reconoció el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino en 1974. Desde entonces, la ANP ha intentado varias veces dar un paso más: en septiembre de 2011 trató de convertirse en Estado miembro —de pleno derecho—, pero la petición fue bloqueada en el Consejo de Seguridad por Estados Unidos. Naciones Unidas tiene actualmente193 Estados miembros.

La solicitud para ser Estado miembro, acompañada de una carta, debe partir del Estado en cuestión y dirigirse al Secretario General, pero es el Consejo de Seguridad quien la considera. Si ninguno de sus miembros permanentes —China, Francia, Rusia, Reino Unido y EE UU— se opone, la recomendación debe conseguir el voto afirmativo de nueve de los 15 miembros del Consejo. Si sale respaldada, se remite a la Asamblea General, donde deberá ser aprobada por una mayoría de dos tercios.

 

20 minutos. es

Palestina, nuevo Estado Observador de Naciones Unidas

Palestina, nuevo Estado Observador de Naciones Unidas

Naciones Unidas, 29 nov (PL) La Asamblea General de Naciones Unidas concedió hoy a Palestina la condición de Estado Observador No Miembro y reafirmó el derecho de su pueblo a la libre determinación e independencia.

El acuerdo está plasmado en una resolución adoptada este miércoles por 138 votos a favor, nueve en contra y 41 abstenciones y pese a enormes presiones opuestas de Estados Unidos e Israel.

El texto otorga el nuevo estatus a Palestina "sin perjuicio de los derechos adquiridos, privilegios y papel de la Organización de Liberación de Palestina en la ONU como representante del pueblo palestino".

Asimismo, expresa la esperanza de que el Consejo de Seguridad considere favorablemente la solicitud de admisión del Estado de Palestina como Miembro pleno de la organización mundial, presentada el 23 de septiembre de 2011.

También afirma la determinación de la Asamblea General de contribuir al logro de los derechos inalienables del pueblo palestino y a la consecución de un arreglo pacífico en el Medio Oriente.

Precisa que esa solución debe poner fin a la ocupación iniciada en 1967 y hacer realidad la visión de dos Estados: una Palestina independiente, soberana, democrática, viable y contigua que coexista junto con Israel en paz y con seguridad sobre la base de las fronteras anteriores a 1967.

Subraya la urgencia de reanudar y acelerar las negociaciones del proceso de paz, sobre la base de las resoluciones pertinentes de la ONU, los principios de referencia de la Conferencia de Madrid, la Iniciativa de Paz Árabe y la hoja de ruta del Cuarteto.

En ese sentido, precisa la necesidad de una solución permanente biestatal del conflicto israelo-palestino con un acuerdo de paz general, justo y duradero entre las partes palestina e israelí.

Un pacto que resuelva "todas las cuestiones fundamentales pendientes, a saber, los refugiados de Palestina, Jerusalén, los asentamientos, las fronteras, la seguridad y el agua", agrega.

El texto insta a todos los Estados, organismos especializados y organizaciones del sistema de la ONU a que continúen su apoyo y asistencia al pueblo palestino "en la pronta realización de su derecho a la libre determinación, la independencia y la libertad".

El documento aprobado fue patrocinado por más de 60 países, entre ellos Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, Guyana, Nicaragua, Perú, Uruguay y Venezuela, por la región de América Latina y el Caribe.


Prensa Latina

Israel / Palestina – Los pueblos desean Paz y Justicia Social.

Israel / Palestina – Los pueblos desean Paz y Justicia Social.
Por Patricio Guzmán S.
Los habitantes de Gaza, una vez más están siendo machacados por los bombardeos del ejercito de Israel.  
En Israel se acercan elecciones, hay que recordar que también allí hubo manifestaciones multitudinarias de “indignados” al grito de “El Pueblo Exige Justicia Social”, Para encontrado una fácil salida a su creciente impopularidad, el gobierno de Israel ha provocado a Hamas, rompiendo el alto del fuego y asesinando a uno de sus líderes. El partido reaccionario y fundamentalista islámico Hamas, que hoy dirige el gobierno de Gaza, cayó en la provocación y respondió con fuego de misiles contra las ciudades israelíes, provocando a su vez una cuota de muertos civiles, rápidamente superados con creces por los bombardeos israelíes.
Hay que exigir el fin de la agresión completamente desproporcionada contra la población de Gaza por el ejercito israelí, y exigir el restablecimiento inmediato de la tregua, y el derecho del pueblo de Gaza a vivir en paz y sin bloqueo permanente. Por cierto el pueblo de Gaza tiene el derecho a la legitima defensa. Pero el lanzamiento de misiles contra objetivos civiles no hace más que agravar las cosas.
No hay tampoco salida de la guerra para el pueblo israelí que desea vivir en paz, mientras perdure un régimen basado en la agresión, y los ultra nacionalistas sigan a la cabeza de su estado y gobierno. La solución al conflicto entre palestinos e israelíes, es posible en el marco del respeto entre los pueblos, incluidas todas sus minorías nacionales y confesionales. Respeto que debe incluir los más amplios derechos sociales para todos, y la reparación de las deudas históricas, como la de los refugiados palestinos.
Solamente una alternativa socialista puede permitir salir de esta situación aparentemente sin salida, hay que construir una palestina socialista al lado de un Israel socialista, ambos laicos y democráticos, en el marco más amplio de una confederación voluntaria de pueblos del Medio Oriente.
Esa es la tarea en la que están empeñados los militantes de Ma’avak Socialisti / Harakat Nidal Eshteraki (Lucha Socialista), la organización del Comité por una Internacional de Trabajadores (CIT), en Israel, conformada por militantes judíos y palestinos.