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"Plomo fundido" o la guerra en Gaza.

"Plomo fundido" o la guerra en Gaza.

El Chileno.cl

Bajo el título original de „Geschmolzenes Blei“ el artículo que sigue fue publicado por la revista alemana “Hintergrund”. Lo traduje del alemán para nuestros lectores porque tiene un valor grande para entender lo que ocurre en Israel y la guerra en Gaza. Aclara algunos asuntos que son ocultados en parte por la prensa dominante en Europa y ni hablar de Chile en que las noticias llegan filtradas y manipuladas por las agencias del mundo desarrollado y son asumidas sin critica ni análisis alguno por los medios dominantes en Chile.

El Director

 

Uri Avner Y. 2 de enero 2009

Poco antes de la medianoche la televisión árabe Al Jazeera trasmitía desde la Franja de Gaza. Repentinamente la cámara hizo un giro hacia el cielo. La pantalla se ocureció completamente y sólo se escuchaba el atronador ruido de los aviones bombarderos que comenzaban su tarea nocturna. Los cientos de miles de niños que viven en Gaza deben haber mirado también al cielo, aterrorizados y a la espera de que cayeran las bombas de Israel. Los casi dos millones de enclaustrados y bloqueados habitantes de ese territorio palestino deben haber tenido el mismo sentimiento.

“Israel debe defenderse de los ataques con cohetes que nos amenazan desde Gaza y debemos proteger nuestras ciudades al sur”, dijo el vocero oficial del gobierno israelí. “Los palestinos deben reaccionar ante la muerte de nuestros combatientes en la Franja de Gaza”, aseguró el vocero de Hamas, el partido de gobierno en Gaza.

En lo que tiene que ver con el alto al fuego, nunca hubo tal alto al fuego. El componente mas importante del alto al fuego en Gaza debió ser el fin del bloqueo. El cierre de los pasos de frontera con Israel nunca fue levantado con la excepción de algunas ocasiones en que fueron abiertos por algunas horas.

Gaza semeja un gigantesco campo de concentración ya que está bloqueada por el mar y por el aire. Los palestinos no pueden construir un aeropuerto ni un puerto. No hay tráfico aéreo ni marítimo en Gaza. Este bloqueo es un acto de guerra, una acción bélica que tiene el mismo peso militar que un bombardeo o el disparo de cohetes. El bloqueo paraliza la vida en Gaza; destruye las posibilidades de ganarse la vida a los dos millones de cuidadanos que alli residen. Gaza –con el bloqueo- es lo mas parecido al Guetto de Varsovia en los años 40 del siglo XX, que hoy se puede observar en el siglo XXI. Aislados del mundo exterior los palestinos no reciben electricidad ni gas. Los hospitales y otros centros de servicios dejan de funcionar. La vida se paraliza. Es la misma situación de los judíos en el guetto de Varsovia en que estaban aislados del mundo y debían contrabandear con peligro de sus vidas los alimentos.

Aquellos que decidieron aplicar el bloqueo sabían con certeza que un alto al fuego era imposible en esas circunstancias.

Esto es lo principal en este conflicto. Luego del bloqueo comenzaron las provocaciones de bajo perfil y que estaban destinacas a que Hamas reaccionara. Luego de varios meses en los que ningún cohete Qassam voló hacia Israel desde la Franja, el Ejército Israelí envió un contingente al territorio de Gaza para “cerrar un túnel que estaba cercano a la frontera”. Desde el punto de vista militar era mucho mas eficaz y sencillo instalar una emboscada en la salida en Israel del túnel, pero el objetivo de la misión no era cerrar el túnel, sino que provocar una reacción de Hamas, terminar con el alto al fuego y lograr que los culpables del rompimiento de la tregua fuesen Hamas. Y así fue. Luego de varias provocaciones de este tipo, en las que cayeron combatientes palestinos militantes de Hamas, el gobierno de Gaza respondió con un ataque masivo con granadas. El alto al fuego estaba roto.

Hamas es culpable.

¿Cual era el objetivo?. Zipi Livni (Ministra de Relaciones Exteriores de Israel), lo dijo abiertamente: “terminar con la hegemonía de Hamas en la Franja de Gaza. Los cohetes Qassam eran sólo un pretexto”.

¿Liquidar la hegemonía de Hamas?. Esta afirmación suena como un capítulo del popular libro “La marcha de los idiotas” de Barbara Tuchman. Por último no es ningún secreto que el gobierno israelí  fue el que apoyó el nacimiento del movimiento Hamas. Cuando le pregunté al jefe de Shin-Bet (espionaje interno israelí) Yacob Peri, acerca de este tema, me dio una respuesta muy curiosa: “nosotros no creamos Hamas. Pero tampoco hicimos nada para que no se fundara”.

Durante años el movimiento islamista fue beneficiado por el aparato estatal israelí. Todas las otras actividades políticas palestinas fueron reprimidas, pero la actividad de agitación islamista extremista en las mezquitas nunca fue tocada. Los calculos eran elementales e ingenuos: en esos tiempos el enemigo princiopal era el PLO con Yasir Arafat, como satán en persona. El movimiento islamista predicaba en contra de Arafat y por ello se veía a ese movimiento como un aliado.

Con el inicio de la “intifada” en 1987 el movimiento adoptó oficialmente el nombre Hamas que es una sigla formada con las primeras letras árabes de “Movimiento de Resistencia Islámica”) y dio inicio a la lucha armada de inmediato. El aparato de espionaje israelí no hizo nada para detenerlos durante un año, mientras los militantes de Fatah (PLO) eran ejecutados, detenidos masivamente y asesinados.  El Shin Bet se tardó un año en detener al Sheik Ahmed Yassin y sus colaboradores.

Desde esa época hubo un giro en la política de Israel. Ahora es Hamas el demonio a combatir y el PLO es visto por muchos israelitas como una especie de sucursal árabe del movimiento sionista. La consecuencia lógica para el gobierno israelí –si es que hubiese estado realmente interesado en la paz-  debería haber sido hacer concesiones amplias al PLO. Entre ellas: finalización de la ocupación de los territorios árabes; firma de un tratado de paz; la fundación de un Estado Palestino; retirada a las fronteras de 1967; una solución racional al problema de los refugiados; liberación de los presos. Todo ello habría quitado capacidad de maniobra a Hamas.

Sólo que, la política y la racionalidad tienen poco que ver entre sí, ya que nada de ello ocurrió. Al contrario. Luego de la muerte de Arafat, Ariel Sharon declaró que el reemplazante de Arafat a la cabeza del PLO era un “pollo desplumado” insulto gratuito altamente ofensivo para un árabe. Al movimiento Abbas no se le hizo ninguna concesión. Las negociaciones bajo la tutela de EEUU se transformaron en un chiste de mal gusto. El dirigente mas legitimado de Fatah, Marwan Barghoouti fue encarcelado con cadena perpetua y en lugar de una liberación masiva de prisioneros hubo una serie de “gestos” que mas ofendieron a los palestinos que entregaron alguna solución.

Abbas fue humillada sistemáticamente. Fatah parecía un cascarón sin contenido y Hamas ganó con una mayoría aplastante las elecciones en Palestina, elecciones absolutamente limpias y las mas ordenadas que nunca se han hecho en el mnundo árabe.. Israel inició de inmediato un boicot del gobierno elegido. En la lucha interna por el poder, Hamas se ganó el gobierno de la Franja de Gaza.

Luego de todo ello, Israel decido liquidar al gobierno de Hamas en la Franja de Gaza con sangre, fuego y columnas de humo.

El nombre oficial de la guerra es “Plomo fundido” (la invasión terrestre en Gaza lleva el nombre: “Plomo sólido”). El primer nombre proviene de una canción infantil que se celebra en la fiesta judía de Chanukka que cae en torno a las fiestas de Navidad de los cristianos.

El verdadero nombre de la guerra debería ser “guerra de la campaña electoral” ya que ese nombre es mas exacto.

En el pasado ha habido guerras que se iniciaron durante campañas electorales. Menachem Begin bombardeó el reactor atómico de Irak en 1981 durante su campaña electoral. Cuando Simon Peres afirmó que esa acción era un “truco electoral”, Begin vociferó en un acto electoral que ¿“Judíos, creeis que yo soy capaz de enviar a la muerte a nuestra juventud o lo que es peor, enviarlos a que sean tomados prisioneros por bestias con figura humana, sólo para ganar unas elecciones?”. Begin ganó las elecciones.

Peres no es Begin. Durante la campaña electoral de 1996 Peres ordenó la la invasión del Líbano (Operación “Uvas de la ira”). Todos estaban convencidos de que lo hizo para ganar la elección. La guerra fue un error garrafal y Peres perdió la elección y Netanyahu ganó.

Barak y Zipi (el general y la ministra), han adoptado el mismo truco. Según las encuestas el apoyo a Barack, sólo en 48 horas, subió tantos votos como para aumentar su presencia parlamentaria en cinco puestos en el Knesset. O sea 80 palestinos muertos por escaño en el Parlamento. Sin embargo, es difícil avanzar sobre un cerro de cadáveres. El éxito se puede esfumar en minutos si la guerra comienza a verse como una derrota o un error, por la población israelita. Por ejemplo, si los cohetes siguen cayendo en Be`er Sheba o si el ataque terrestre tiene por efecto que muchos soldados israelíes sean tomados prisioneros.

El momento del inicio de la guerra fue elegido cuidadosamente. La guerra comenzo dos días después de las fiestas de Navidad cuando los dirigrntes políticos de occidente (Europa y los Estados Unidos) están de vacaciones hasta el año nuevo. El cálculo: en el caso de que alguien quisiese detener la guerra, ningúno sarificaría sus vacaciones por ello. Este cálculo le asegura a la guerra un par de días antes de que sea detenida por la presión exterior.

Otro comonente para la elección de esa fecha es el término del período de George W. Busch en la Casa Blanca. De ese idiota ensangrentado se puede esperar que celebre la guerra, como fue el caso. Barak Obama no ha asumido su cargo y tiene un excelente pretexto para no involucrarse: “hay sólo un presidente”. Su silencio no es un buen presagio para la presidencia de Obama.

Lo principal, sin embargo, es no cometer el mismo error que en la segunda guerra del Líbano. Este argumento ha sido repetido hasta la saciedad en los foros televisivos y en las noticias.

Ello no cambia los hechos: la guerra en Gaza es una versión calcada de la segunda guerra del Líbano.

El concepto estratégico es el mismo: sembrar terror y muerte y aterrorizar a la población civil. Esas acciones no representan ningún peligro para los pilotos ya que los palestinos carecen absolutamente de defensa antiaérea. El cálculo es que cuando la infraestructura que hace posible la vida en la Franja de Gaza esté completamente destruida e inservible y reine la anarquía, el pueblo palestino de Gaza se levantará y derrocará al gobierno de Hamas. Mahmoud Abbas, el jefe palestino de Cisjordania (PLO) regresará a gobernar en Gaza montado en un tanque israelí.

En Líbano el mismo cálculo no funcionó. La población civil, incluidos los cristianos, cerraron filas en torno a Hisbolá y su dirigente Hassan Nasrallah se transformnó en un héroe del mundo árabe. En el caso actual, ocurrirá algo parecido. Los generales son expertos en el empleo de armas y la operación de tropas, pero no son expertos en la sicología de masas.

Hace un tiempo escribí que el bloqueo de Gaza es una especie de experimento científico para establecer en que medida un pueblo puede ser hambreado transformando sus vidas en un infierno, hasta que se rinda. Este experimento ha sido llevado adelante con la ayuda de Europa y los Estados Unidos. Hasta ahora el experimento no ha resultado. Hamas se ha fortalecido y el alcance de los cohetes Qassar se ha extendido. La guerra actual es una continuación del mismo experimento con otros medios.

Podría ser que el ejército no haya tenido otra alternativa que conquistar nuevamente la Franja de Gaza porque no hay otro camino para detener los ataques con cohetes Qassan. Lo que si es una alternativa es cerrar un pacto con Hamas, pero esa posibilidad que no existe en la política actual del gobierno de Israel.

Una vez comenzada la invasión por tierra todo dependerá de la moral y la voluntad de lucha de los combatientes de Hamas. Nadie sabe lo que ocurrirá.

Día a día el canal de TV Al Jazzira emite imágenes de horror: cerros de cadáveres; familiares llorando buscabndo a sus muertos cuyos cadáveres yacen tendidos en el suelo. Una mujer saca de los escombros a su hija; médicos intentan, sin medicamentos, salvar la vida de los heridos (el canal Al Jazzira de habla inglesa, sin embargo y curiosamente, ha girado en 180° su estilo: trasmite sólo imágenes “limpias” y apoya de esa manera la propaganda del gobierno israelí. Sería interesante saber que ha ocurrió en este caso).

Las imágenes son vistas por millones, una foto tras la otra, día a día. Estas imágenes quedarán grabadas para siempre: Israel terrorista; despreciable Israel; Israel inhumano. Una generación completa de personas que odiarán profundamente a Israel. Ese es el horrible precio que deberemos pagar nosotros los israelíes cuando los efectos de esta guerra hayan sido ya completamente olvidados.

Sin embargo, también habrá algo mas que quedará grabado en las mentes de millones: la imágen del gobierno árabe corrupto y lamentable.

Desde el punto de vista árabe quedará grabado para siempre algo: el muro de la vergüenza.

Para el millón y medio de árabes en la Franja de Gaza, que sufren en forma tan brutal, la única puerta al mundo que no es controlada por Israel, es la frontera con Egipto. Sólo por esa frontera pueden entrar medicamentos y alimentos a la Franja. La frontera ha permanecido cerrada incluso en los peores momentos del bloqueo. El ejército egipcio ha mantenido cerrada la frontera mientras los médicos palestinos deben operar a los heridos sin anestesia.

En todo el mundo árabe se escuchan aún las palabras de Hassan Naralleh: “los que mandan en Egipto son cómplices del crimen, trabajan coordinadamente con el “enemigo sionista” para quebrar la resistencia palestina. Me atrevo a suponer que no sólo se refiere a Mubarak sino que a los otros dirigentes árabes, desde el rey saudita hasta el Presidente palestino. Cuando uno observa las manifestaciones en todo el mundo árabe y escucha los slogans, se tiene la impresión de que para los árabes sus dirigentes son causa de conmiseración o son colaboradores de los enemigos de Palestina.

Esto tendrá consecuencias históricas. Una generación completa de dirigentes árabes, una generación que estaba fueremente implicada en la idea del “panarabismo” o “nacionalismo árabe”, los continuadores de Abd-al Nasser; Hafez al- Assad y Yaser Arafat aparecen borrados de la historia. Hoy por hoy hay una sola alternativa en el mundo árabe: el fundamentalismo islámico.

Esta guerra es como un Meneketel para Israel:  Israel está desperdiciando la oportunidad histórica de hacer la paz con el nacionalismo secular árabe . Mañana estará confrotado a la masa informe e indefinida del fundamentalismo islámico en todo el mundo árabe o sea Hamas elevado a la décima potencia.

Un taxista en Tel Aviv en cuyo taxi viajaba, pensaba en voz alta: “¿porqué los hijos de los ministros y los parlamentarios no son reclutados y enviados al frente de guerra en Gaza en la vanguardia?.

 

(1) Uri Avnery, es periodista, Activista por la Paz y ex miembro del Knesset (Parlamento judío). Avner tuvo una actuación destacada en la búsqueda de la la paz con Palestina en 1984. Fue fundador y dirigente de la inicitiva de paz “Gush Shalom” (Bloque por la paz) que en 1997 obtuvo el Premio de la Paz de Aquisgrán y el Premio Nobel Alternativo.

 

 

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