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EEUU cruza la linea roja de la Deuda. ¿Y?

EEUU cruza la linea roja de la Deuda. ¿Y?

José Luis de Haro (Nueva York)

El Economista.es   3/01/2016 - 17:43 Actualizado: 08:11 - 4/01/16

 

Con el nuevo año ya en marcha y con Estados Unidos postulándose como la primera economía en abandonar la respiración artificial aplicada tras la crisis financiera de 2008, el apalancamiento tanto público como privado sigue siendo uno de los retos para el año que acabamos de comenzar.

No sólo Grecia o Puerto Rico se transformaron el año pasado en el epicentro de los terremotos que ejemplificaron la falta de sostenibilidad en su deuda pública. El mundo en general ha olvidado los excesos que desencadenó la peor recesión desde la Gran Depresión de los años 30 y ha continuado manteniendo la senda alcista en su apalancamiento durante los últimos años. Recordemos que desde 2007 a 2014, el planeta ha sumado otros 57 billones de dólares (42,11 billones de euros) en deudas a medida que el crecimiento sigue sin alcanzar su potencial.

El propio Olivier Blanchard, execonomista jefe del Fondo Monetario Internacional, ya advirtió que "el mundo tras la crisis es un mundo con un alto nivel de deuda, donde un mal traspiés puede descarrilar las dinámicas de deuda". A la espera de conocer nuevas proyecciones de crecimiento de la institución, cuya próxima revisión se publicará el 20 de enero, las estimaciones actuales siguen posicionando a muchos países avanzados en la línea roja.

Dejando de lado a Japón, donde la deuda alcanzará el 247,8% del PIB este año, la economía helena será otro de los países avanzados donde la deuda sobrepasará el 200% de su PIB, el 206,5% para ser exactos. Niveles que entorpecen la labor del Banco de Japón y sus medidas de estímulo, que siguen generando resultados mixtos sobre el país.

Dentro de las economías de la eurozona, marcadas por los ajustes y las medidas de austeridad, Italia, Bélgica, Portugal, Chipre o Irlanda reducirán sus niveles de deuda con respecto al PIB, en el caso irlandés abandonando la cota psicológica del 100% del PIB. En otros casos, como el francés o el español, el apalancamiento seguirá sin tocar techo este año, aunque esta dinámica debería cambiar en 2017 siempre y cuando no haya ningún shock de por medio. A este lado del Atlántico, con la normalización monetaria en marcha, la economía de EEUU verá su porcentaje de deuda con respecto al PIB subir en 1,1 puntos porcentuales este año, hasta el 105,9%, niveles no vistos desde la Segunda Guerra Mundial.

El Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) advertía a mediados del año pasado que las cotas de apalancamiento mundial tocan ya niveles extremos, una situación que aumenta la vulnerabilidad del sistema financiero en un momento en que la Fed ya ha iniciado un nuevo ciclo monetario.

En este sentido, la institución internacional señaló que los vaivenes registrados en China, que generaron una importante salida de capitales del gigante asiático, son señales que demuestran que los excesivos niveles de crédito podrían acabar por pasar factura a la economía del planeta. "No estamos viendo temblores aislados, sino la liberación de la presión que se ha acumulado gradualmente a lo largo de los años", aclaraba Claudio Borio, economista jefe del BIS.

Problema internacional

Al fin y al cabo, la combinación de la deuda pública y privada ha aumentado 36 puntos porcentuales desde 2007, cuando comenzó a desatarse la última crisis financiera que desencadenó la peor recesión desde la Gran Depresión de los años 30, hasta el 265% del PIB de las economías desarrolladas.

Un verdadero problema a medida que el mundo se acostumbra a vivir con altos niveles de endeudamiento y un crecimiento lento. El arranque de la subida de tipos en EEUU ha generado cierta ansiedad entre el apalancamiento privado en las economías emergentes, desde China a Malasia pasando por Turquía, México y Brasil.

Desde Goldman Sachs consideran que esta situación podría desatar un tercer capítulo de la tragedia de deuda que hemos sufrido en la última década. La primera escena llegó en 2008, con la crisis de las hipotecas basura, el intermedio tres años más tarde con la crisis de deuda soberana en Europa y, en estos momentos, el apalancamiento de las economías emergentes se postula como la nueva bomba a punto de estallar.

Las proyecciones de Barclays pronostican que las quiebras e impagos de deuda basura en los mercados emergentes casi llegará a duplicarse en 2016 hasta el 7% desde los niveles nulos de hace cinco años y muy por encima de la media del 4% registrada durante los últimos 20 años.

Es cierto que estos niveles son poco comunes si no llegan asociados con una crisis de deuda soberana, un problema que en estos momentos no acecha a los países emergentes, salvo en muy contadas excepciones. Pero, incluso así, las probabilidades de una oleada de quiebras privadas supera ya al de la deuda basura en EEUU, donde los impagos también se duplicarán hasta superar el 5%.


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