Elecciones a años luz de la democracia
Editorial
El Ciudadano Nº147, octubre 2013
Faltando poco para las elecciones presidenciales preferimos no entrar en el juego de las predicciones sino más bien detenernos en algunos elementos de la realidad social actual, que a la luz de esta contienda electoral, dan cuenta a simple vista de la distancia sideral en que nos encontramos respecto de una sociedad igualitaria y democrática.
En primer lugar se constatan diferencias abismales entre los candidatos y candidatas, tanto a la presidencia como al parlamento, en relación a los recursos que manejan y las relaciones que mantienen con personas y grupos estratégicos para lograr el éxito electoral. Hablamos principalmente de los grandes consorcios de medios de comunicación y empresarios financistas que, dadas las retribuciones que luego perciben, como ve, practican la economía solidaria del trueke. Entregan sumas multimillonarias a los candidatos que luego, en una relación recíproca digna de una ecoaldea, una vez electos devuelven con creces permitiendo a las empresas obrar sin límites pagando miserables impuestos, cuando los pagan, asegurando además sus nichos intocables. De libre competencia que se vanagloria este sistema, poco y nada.
Claramente las dos alianzas que han cogobernado esta larga y angosta faja de injusticias son quienes mejores y más convenientes relaciones mantienen y, al final de cuentas, quienes deciden quién será el próximo presidente o presidenta son más los que tienen el toro por las astas, un poder tan concreto como real, los Luksic, Matte, Paulmann, Angelini, Solari, Saieh y Edwards, entre otros. No solo son dueños de consorcios en áreas estratégicas como la energética y el retail, sino dueños de los más grandes medios de comunicación: radios, diarios y canales de televisión. Y más arriba de ellos, los principales magnates del planeta que residen en EE.UU. y manejan desde la ONU hasta la Barrick Gold, ya eligieron su candidata y determinaron quién será la próxima presidenta. Adivine quién es.
Pero más allá de estas determinantes relaciones, se perciben tremendas diferencias y, faltas a la democracia e irregularidades en las campañas mismas. Absolutamente todos los candidatos y candidatas a la presidencia y parlamento que cuentan con recursos para hacer publicidad en la vía pública, que no son todos los que corren esta carrera, han recurrido en ilegalidades al instalar sendas gigantografías en carreteras interurbanas y rurales, avenidas, calles y sobre edificios y casas, todas muchísimo antes del período que establece la ley para estas campañas. Esta situación ha sido reiteradamente denunciada por organizaciones, personas y abogados. Resultado, se han retirado un par de palomas de las calles y nada más. Las gigantografías donde los candidatos al parlamento se arriman a las presidenciables al borde del acoso sexual, se mantienen incólumes. Entre paréntesis una queja personal, estas gigantografías, al estar instaladas en altura, no permiten pintarles sus merecidas narices de payaso, que gozábamos instalando en elecciones pasadas.
Otro ejemplo de la desigualdad y de lo diferentes que somos unas y otras personas, en relación a nuestros derechos, niveles de acceso y oportunidades, nos lo regaló Bachelet, quien en un acto de transparencia solicitó un multimillonario préstamo a BancoEstado. El Banco de todos los chilenos le aprobó un préstamo express de 2.506 millones de pesos sin aval ni mayores trámites y pagando una tasa de interés mucho menor a la de cualquier crédito hipotecario o de consumo al que puede acceder un ciudadano de a pie luego de cumplir varios requisitos más.
Por otra parte hemos conocido algunas prácticas absolutamente penadas por la ley como el cohecho, la compra de votos. Es el caso del diputado y candidato a senador por el pacto de la derecha en Punta Arenas, Miodrag Marinovic, quien, a través una trabajadora del Municipio de Puerto Natales, anda ofreciendo ollas por votos. La funcionaria municipal en horario laboral visita a los vecinos y toma nota de todos los antecedentes de los votantes natalinos con el propósito de regalarle un juego de ollas a cambio del voto, lo que se haría efectivo después de las elecciones. Para ello los vecinos deben presentar un recibo que les entrega la funcionaria que dice “Ficha colaborador especial Miodrag Marinovic senador, guarde esta copia que lo acredita como colaborador”. Como diría Condorito: Plop!
Para dar un último ejemplo, le contamos que pillamos a nuestra querida semilla de maldad, la candidata a senadora Ena “Monsanto” Von Baer en prácticas de campaña bien poco éticas por decirlo suavecito. En la comuna de Lago Ranco, los profesores de la Escuela Municipal, regalaron a sus alumnos y familias en horario de clases, entradas para una función gratuita de circo, ¿Qué lindo no? Adivine quién aparecía al reverso de la invitación: semillita de maldad. Un buen amigo de la comuna asistió a la función y quién cree que protagonizaba el acto principal, Enita la payasita. Von Baer sonrió de lo lindo mientras se sacaba miles de fotos bien abrazada de los inocentes niños que estaban, junto a sus madres, felices por la función regalada, quedando muy bien instruidas en cómo se lee el nombre completo de la candidata por la que marcarán la rayita. Ahora no cabe más que preguntarse ¿Por qué le llamarán Circo Electoral?
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