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T r i b u n a c h i l e n a

Los estudiantes chilenos contra las ideologías reaccionarias

Los estudiantes chilenos contra las ideologías reaccionarias

Por Roberto Tello

Como un rayo en cielo sereno, apareció de pronto toda la voluntad popular aglutinada por el movimiento estudiantil para instalar en la agenda social y a nivel nacional la discusión sobre la educación publica en Chile. El gobierno de Piñera, que otrora supo sacar réditos positivos para su gobierno jugando con la tragedia de los 33 mineros atrapados en un socavón a mas de 700 metros bajo tierra. Hoy mira tembloroso las encuestas que lo dan en caída libre hacia la desaprobación más alta que registra su gobierno, desde que asumió la presidencia de Chile  allá por Marzo de 2010.

 

La acción política, que es un factor de mutación permanente de la sociedad, ahora parece ser recuperada por los estudiantes, los pueblos y los trabajadores, poniendo en jaque una institucionalidad creada en plena dictadura y mantenida hasta nuestros días, por toda la derecha política y la concertación.  La hora del cambio se hace anunciar con estridencia en las calles del país creando el caos en la clase política oficial estructurada  en torno al binominal. Chile se politiza en la misma medida que se abroquela el discurso oficial en torno a todo lo que representa el modelo económico neoliberal. Fuerzas sociales  que se expanden  y otras que se contraen; indudablemente algo cambiara en Chile y es preciso ver con claridad lo que esta aconteciendo para anticiparse a lo que vendrá.

 

Piñera sufre el deterioro de su imagen, por una acumulación de factores entre los que se destaca, el conflicto iniciado por los estudiantes en contra del lucro en la educación y por una mejora en la calidad educativa. Hoy la agenda de reclamos se extiende sobre esta base tocando otros nervios del entramado educacional hasta el corazón mismo de su estructura y ha abierto una discusión tan politizada como necesaria respecto de los recursos y su procedencia para sustentar una futura educación publica. Todo esto en medio de las disputas entre el gremialismo y la UDI en temas tan candentes como las uniones de hecho, el reajuste al salario mínimo, junto con el escándalo por las repactaciones unilaterales de la tienda la polar que le dan el tono gris a la gestión del empresario presidente. Aunque nuestra lectura no incluya como elemento de análisis la ultima encuesta Adimark, por ser un estudio basado en una estandarización social en donde la opinión de un rico o de un integrante de clase media, es igual a la de un trabajador de la construcción o la de un verdulero de la población La legua. En el chile profundo, tanto Piñera, como Evelyn Matthei o Jaime Mañalich, deben medir en caída libre, ya que la crisis es de dimensiones transversales a toda la institucionalidad de facto.

 

La derecha chilena que resiste al embate ideólogizado de los estudiantes, responde con argumentos de igual tenor contraponiendo una mirada absolutamente liberal reaccionaria al pedido de estatización de la educación por parte de los estudiantes, haciendo una defensa cerrada del lucro, que revela una matriz ideológica que a gravitado e impregnado toda la política chilena desde el mismo día en que Pinochet asalto el poder.  El plan GANE de Piñera, infla de recursos el negocio de la educación y mantiene al margen de la misma al Estado chileno, lo hace por una convicción ideológica y por que es un provocador pragmático que aprendió que en  las grandes crisis  económicas  y sociales que enfrenta el capitalismo mundial en este siglo, la solución ofrecida por los gobiernos a sido mas de lo mismo. Si la solución a la crisis de los bonos basuras en los EEUU, fue inyectar más dinero a los bancos, para que el negocio no se cayera; y la solución a los problemas de Grecia, España y Portugal es más endeudamiento, es decir más liberalismo, Chile no será la excepción. Menen en la Argentina, decía ante la crisis de su segundo gobierno que había que escapar hacia adelante y proponía más endeudamiento con el FMI y el BM y más privatizaciones. De la Rua, su sucesor, siguió al pie de la letra estos concejos y termino  huyendo en un helicóptero de la casa rosada al promediar su mandato, mientras las fuerzas represivas asesinaban a más de cuarenta ciudadanos solo en las calles de la capital.

 

El planteo esquemático de resolucion de los conflictos sociales que tiene la derecha política chilena no permite salir de la esfera de este capitalismo salvaje, que lleva a la ruina a los sectores populares. Los cuatro gobiernos consecutivos de la concertación – la pata “progre”  del binominal -  constataron este esquema mucho antes que lo hiciera Piñera. De ahí que el descrédito y el repudio de los sectores populares alcance con igual intensidad a la concertación. Los dirigentes estudiantiles pondrían en una nueva trampa al movimiento estudiantil si se echan en los brazos de alguna de las fuerzas que componen la concertación, incluyendo al PC, que busca en el conflicto estudiantil oxigeno para ensanchar sus filas con el fin de posicionarse al interior de la concertación y relanzarla para el próximo evento electoral programado para el 2013. Tanto el PC como el PS, son absolutamente inocuos dentro de esa alianza electoral que conforman con la DC, el PPD y el PRSD, porque el proyecto país de la concertación bajo hegemonía de la centro derecha, es la otra cara de la misma moneda acuñada por la derecha chilena. Y esta es la lucha política que esta en el centro del conflicto social; los partidos políticos de la izquierda tradicional tratan de seducir a los sectores en lucha para rearmar la vieja estrategia electoral, de utilizar los resquicios legales que la burguesía ofrece para empoderarse en el campo político y dar ese gran salto al poder. Los más entusiastas vaticinan como los viejos oráculos que lo harán en el 2013, aunque la realidad diga que; el higo para salir,  debe esperar a que madure la última breva.

 

Los estudiantes están tratando de abrir una brecha al modelo educacional en busca no solo de democracia, equidad y justicia, sino que, de presencia y responsabilidad estatal, tocando a su ves, el nervio central del modelo económico chileno. Esta, que es una lucha mucho mas intensa, y requiere de una movilización permanente de los sectores populares, debe servir para ir armando el más amplio programa de demandas sociales que por 30 años  han acumulado los chilenos. El ejecutivo, el parlamento, los partidos políticos, durante todos estos años han demostrado legislar y gobernar solo para el gran capital extranjero  y sus aliados locales. La institucionalidad de facto aun vigente, niega la participación a los sectores populares para que estos se incorporen a la lucha política en defensa de sus intereses. Estas son las razones que le dan legitimidad a la movilización y justifican plenamente, que la toma de establecimientos y la ocupación del espacio publico por parte de los estudiantes, se convierta en el método que sustituya la vía institucional de facto por antidemocrática, parcial e ineficaz. La movilización estudiantil, golpea de lleno en la estructura de dominación social ideada por Jaime Guzmán, que lleno de imágenes, castigos y predicamentos unilaterales la subjetividad de los chilenos; el miedo social comienza a ser un espejismo cada ves mas extenso, frente al valor de las nuevas generaciones.

 

 

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