PL
El excesivo empleo de bombas lacrimógenas contra manifestantes en Chile generó aquí fuerte inquietud, atizada por trascendidos científicos que confirman sus graves efectos en la salud.
De acuerdo con el investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile Andrei Tchernitchin, hay antecedentes documentados de que los agentes químicos con que se fabrican las bombas lacrimógenas son abortivos y ocasionan serios daños en los aparatos reproductivos masculino y femenino.
En declaraciones al diario español El Mundo, el profesor chileno apuntó que las bombas lacrimógenas utilizadas por la Policía de Carabineros son fabricadas exclusivamente para Chile y están prohibidas en la mayoría de los países del mundo.
Ante las revelaciones del científico, sectores políticos nacionales emplazaron al gobierno a pronunciarse sobre los componentes de los referidos gases, usados profusamente en varias ciudades del país en las últimas manifestaciones contra el modelo educacional y en rechazo a la construcción de represas en la Patagonia chilena.
El presidente del Partido de Izquierda Cristiana, Víctor Osorio, consideró que el Ministerio del Interior debe dar una explicación sobre la toxicidad de los gases para reprimir la protesta social, lo cual entra en clara contradicción con el amor a la vida que sostienen los slogans del gobierno.
Incluso, la diputada Karla Rubilar, del oficialista Partido de Renovación Nacional, anunció que pedirá a la Comisión de Salud de la Cámara baja que investigue los efectos de las sustancias disuasivas de las fuerzas especiales chilenas.
La sola duda de que estos gases puedan ser nocivos para la gente nos obliga a iniciar acciones, y en forma concreta, subrayó.
En la noche del pasado viernes, el lanzamiento de bombas lacrimógenas contra más de 30 mil personas que marchaban por la avenida Alameda en contra del megaproyecto de Hidroaysén, en la zona de la Patagonia, tornó irrespirable el ambiente en el centro de esta ciudad.
0 comentarios