En Córdoba sufrieron un paro hace un mes, terminada la conciliación decretada por Ministerio produjeron un despido y operaron fuerte entre sus “asociados”: ni siquiera dejan usar la palabra “empleado”.
La empresa de supermercados Walmart fue denunciada en Estados Unidos por la organización de derechos humanos Human Rights Watch por su política corporativa para mantener sus tiendas libres de sindicatos. En Córdoba la compañía estadounidense está librando una batalla cuerpo a cuerpo con un grupo de trabajadores que logró romper el cerco de silencio que pretende imponer el gigante minorista a sus empleados y pronunció por primera vez palabras desterradas hasta entonces: reclamos laborales y salariales.
A partir de ese momento se desató “una fuerte persecución, que incluye el despido del trabajador Jonathan Colrat y la amenaza abierta de más despidos que realizan los gerentes de la sucursal en conflicto a los trabajadores por su participación gremial”, denunció el delegado Gustavo Ruiz de la sucursal Córdoba Sur a Radio Nacional de Córdoba, elegido delegado por la firma de sus compañeros de trabajo ante la sorprendente pasividad de la Asociación Gremial de Empleados de Comercio de Córdoba, que encabeza Pablo Chacón ante la preocupante situación que viven sus representados.
En Estados Unidos, Walmart es el principal empleador privado, con 1.900.000 empleados y casi 4000 tiendas. La empresa se ha expandido por otros 14 países y en 2009 tuvo una facturación mundial que la ubicó en el primer lugar por encima de las petroleras. De los 10 estadounidenses más ricos, 4 son los dueños de Walmart.
En Argentina, en 2009 facturó más de dos mil millones de pesos, con 9400 empleados en 40 tiendas distribuidas en distintas provincias. Cada tienda tiene un promedio de trescientos empleados, la mayoría muy jóvenes, con modalidades de contratación diversas: hay quienes están bajo el régimen del convenio colectivo de trabajo, otros son tercerizados o contratados a través de agencias.
La investigación de Human Rights Watch reveló que ninguno de los trabajadores de Walmart en Estados Unidos se encuentra representado por sindicato alguno.
Para la reconocida organización de derechos humanos no se trata de un hecho fortuito. Según pudo determinar en Estados Unidos, en la mayoría de los casos Wal Mart empieza a adoctrinar a sus gerentes desde que se los contrata para que se opongan a cualquier intento de organización gremial.
“Los gerentes reciben instrucciones explícitas sobre cómo evitar la formación de sindicatos, muchas de las cuales forman parte de la ‘Caja de Herramientas Gerenciales’, una guía explicativa sobre ‘cómo permanecer libres de sindicatos en el caso de que los representantes sindicales elijan su establecimiento como el próximo blanco’.” HRW aclara en su informe que la mayoría de las tácticas empleadas por la compañía se ajustan a la “débil legislación” laboral estadounidense, aunque también apela a mecanismos ilícitos, como mandar a sus gerentes a escuchar conversaciones de sus empleados o incluso “reposicionar la cámaras de vigilancia para monitorear a los simpatizantes sindicales”.
Carol Pier, investigadora sobre derechos laborales y asuntos comerciales de HRW, concluyó que la gigantesca compañía “está dispuesta a hacer casi cualquier cosa para mantenerse libre de sindicatos”.
En Argentina, de las 40 sucursales sólo la mitad tienen comisión interna. Pero en la única en la que alguna vez se realizó un paro en demanda de mejoras laborales sin delegados ni sindicato fue en la de Córdoba Sur, el 15 de mayo pasado: cajeras, repositores, personal de ventas, todos juntos reclamaron un aumento salarial.
En Córdoba Capital existen tres sucursales de la empresa Walmart, entre las tiendas que carecen de cualquier tipo de representación sindical se destaca la de Avenida Circunvalación 2557, dominio del dirigente mercantil Pablo Chacón. Tiene 3 años de antigüedad y no tiene delegados.
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