CONTRA LAS PROVOCACIONES Y LA AGRESIÓN A LOS PRESOS POLÍTICOS
Es mí deber comunicar que, a los órganos represivos no les basta el montaje que han pretendido ejecutar contra mi persona a través de la nueva acusación por amenaza a un funcionario de Gendarmería, sino que, en vista de los malos resultados que hasta ahora tienen en los tribunales, avanzan un paso más y entran directamente a la agresión física, como un modo de provocación burda y brutal.
El día miércoles 16 de diciembre se realizó un allanamiento al módulo Nº 1 de la cárcel de Alta Seguridad en Rancagua, lugar donde guardo prisión en espera del juicio Oral que se realizará a partir del 08 de enero de 2010 en la ciudad de Villarrica.
Habiéndonos hecho salir a todos los internos de nuestras celdas y mientras caminaba con las manos en la nuca hacia el lugar en el cual estaban concentrados los demás internos del módulo fui golpeado en la cabeza, por la espalda y de improviso por uno de los funcionarios instándome con malas palabras a acelerar el tranco.
Estando en el lugar de concentración, también con las manos en la nuca y mirando hacia el suelo, según las instrucciones dadas por dichos funcionarios, fui nuevamente golpeado en la cabeza por la espalda, ahora para que bajara aún más la cabeza. En ninguna de las dos oportunidades pude ver al funcionario que me golpeó.
En el transcurso del allanamiento fui llamado para hacerme presente en mi celda, motivo por cual fui tomado desde el suelo, con las manos y muñecas torcidas desde atrás, situación a la cual el mayor Ferrada puso fin, dejando de manifiesto la violencia innecesaria que estaban empleando contra mi persona los miembros del grupo de traslado del penal de Rancagua. El Mayor Ferrada entregó en mis manos un dinero personal y uno de los internos que sería usado para las fiestas de navidad a objeto de que no se perdiera en el transcurso del allanamiento.
En conversación con el Mayor por el nivel de violencia que se estaba empleando contra mi, éste mostró su desacuerdo, señalando que él no era el responsable del operativo sino que lo era el Mayor Fuentes.
No es posible desligar estos sucesos con el hecho de que en la audiencia que debió realizarse el día 21 de diciembre. La misma debió suspenderse en vista de que Gendarmería no se presentó. El hecho es que no están en condiciones de presentar la grabación del pasillo donde supuestamente realicé las amenazas, ya sea porque las mismas no existen o, si existieran, en las en tales grabaciones no aparece ninguna amenaza. El hecho es que la violencia empleada fue claramente una provocación que buscaba una reacción de legítima defensa de mi parte, como un modo de salvar el fiasco del montaje de las supuestas amenazas. Es preciso advertir que esta actitud de Gendarmería o, al menos de algunos de sus funcionarios, podría derivar en otros tipos de provocaciones, como por ejemplo en la aparición de elementos prohibidos al interior de mi celda o lisa y llanamente nuevas agresiones.
Es preciso mantener una actitud vigilante sobre eventuales nuevas provocaciones. Por ello, nuevamente llamamos a los organismos de Derechos Humanos a manifestar preocupación por los malos tratos que en este penal se aplica contra todos los internos, haciéndolos responsables por las consecuencias que este tipo de provocaciones pueden tener.
SOLO LA LUCHA NOS HARÁ LIBRES
Kenny Sánchez Contreras.
Preso Político
Cárcel de Alta Seguridad, Rancagua.
____________________________________________________________________________
Asamblea Nacional por los Derechos Humanos
Carabineros de Chile 33, Of.3 Sede Agrupación Familiares Ejecutados Políticos (AFEP)
asambleanacionalporlosddhh@gmail.com
El día miércoles 16 de diciembre se realizó un allanamiento al módulo Nº 1 de la cárcel de Alta Seguridad en Rancagua, lugar donde guardo prisión en espera del juicio Oral que se realizará a partir del 08 de enero de 2010 en la ciudad de Villarrica.
Habiéndonos hecho salir a todos los internos de nuestras celdas y mientras caminaba con las manos en la nuca hacia el lugar en el cual estaban concentrados los demás internos del módulo fui golpeado en la cabeza, por la espalda y de improviso por uno de los funcionarios instándome con malas palabras a acelerar el tranco.
Estando en el lugar de concentración, también con las manos en la nuca y mirando hacia el suelo, según las instrucciones dadas por dichos funcionarios, fui nuevamente golpeado en la cabeza por la espalda, ahora para que bajara aún más la cabeza. En ninguna de las dos oportunidades pude ver al funcionario que me golpeó.
En el transcurso del allanamiento fui llamado para hacerme presente en mi celda, motivo por cual fui tomado desde el suelo, con las manos y muñecas torcidas desde atrás, situación a la cual el mayor Ferrada puso fin, dejando de manifiesto la violencia innecesaria que estaban empleando contra mi persona los miembros del grupo de traslado del penal de Rancagua. El Mayor Ferrada entregó en mis manos un dinero personal y uno de los internos que sería usado para las fiestas de navidad a objeto de que no se perdiera en el transcurso del allanamiento.
En conversación con el Mayor por el nivel de violencia que se estaba empleando contra mi, éste mostró su desacuerdo, señalando que él no era el responsable del operativo sino que lo era el Mayor Fuentes.
No es posible desligar estos sucesos con el hecho de que en la audiencia que debió realizarse el día 21 de diciembre. La misma debió suspenderse en vista de que Gendarmería no se presentó. El hecho es que no están en condiciones de presentar la grabación del pasillo donde supuestamente realicé las amenazas, ya sea porque las mismas no existen o, si existieran, en las en tales grabaciones no aparece ninguna amenaza. El hecho es que la violencia empleada fue claramente una provocación que buscaba una reacción de legítima defensa de mi parte, como un modo de salvar el fiasco del montaje de las supuestas amenazas. Es preciso advertir que esta actitud de Gendarmería o, al menos de algunos de sus funcionarios, podría derivar en otros tipos de provocaciones, como por ejemplo en la aparición de elementos prohibidos al interior de mi celda o lisa y llanamente nuevas agresiones.
Es preciso mantener una actitud vigilante sobre eventuales nuevas provocaciones. Por ello, nuevamente llamamos a los organismos de Derechos Humanos a manifestar preocupación por los malos tratos que en este penal se aplica contra todos los internos, haciéndolos responsables por las consecuencias que este tipo de provocaciones pueden tener.
SOLO LA LUCHA NOS HARÁ LIBRES
Kenny Sánchez Contreras.
Preso Político
Cárcel de Alta Seguridad, Rancagua.
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Asamblea Nacional por los Derechos Humanos
Carabineros de Chile 33, Of.3 Sede Agrupación Familiares Ejecutados Políticos (AFEP)
asambleanacionalporlosddhh@gmail.com
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