Bolivia en vilo por ley electoral y Evo Morales sigue sin comer
Congreso seguía paralizado, tras abandono del hemiciclo de la oposición después de polémica aprobación
La Nación
La pugna entre el oficialismo y los partidos detractores en torno al nuevo régimen de elecciones y los comicios del 6 de diciembre parece haber terminado con la “tregua” política manada en octubre, luego de semanas de violentos enfrentamientos.
El sol parece no querer brillar en Bolivia. Los nubarrones en torno al proyecto de ley de régimen transitorio electoral, desatados en el Congreso por la pugna entre los legisladores oficialistas y opositores, cuyo meollo fundamentalmente el padrón electoral, no daban ayer signos de querer despejar el horizonte. A pocos metros, en el Palacio de Gobierno de La Paz, el Presidente del país, Evo Morales, mantenía la huelga de hambre iniciada el jueves, en demanda de la aprobación de la legislación que permita celebrar a finales de año comicios generales, en el marco de la nueva Constitución (aprobada en referendo el 25 de enero). Así las cosas, la pugna parece haber terminado con la "tregua" política que se fraguó en octubre, tras varias semanas de violentos enfrentamientos y que dio paso a una nueva etapa, que auguraba mayores entendimientos y consensos. Fue precisamente a finales de 2008 cuando las fuerzas políticas acordaron, entre otras cosas, la fecha del 6 de diciembre de 2009 para efectuar elecciones presidenciales adelantadas que ahora están en el centro de la tormenta. Sin embargo, analistas como el politólogo Carlos Cordero consideran que aquellos pactos se produjeron "bajo presión" y dieron como resultado "soluciones provisionales". En un nuevo capítulo de la crisis boliviana, el problema radica en las reglas del juego que el Congreso debe aprobar (tal como lo dicta la Carta Magna) para que los comicios puedan llevarse a cabo. Cese parlamentario Hace algunos días, parecía que las discrepancias se encaminaban a solucionarse. Pero al terminarse el miércoles los 60 días de plazo para promulgar la ley, las cosas cambiaron. La sesión plenaria que debatía la norma y la aprobó el jueves en primera instancia, fue suspendida abruptamente la medianoche de ayer, cuando ya llevaba más de 24 horas instalada. Los congresistas opositores decidieron abandonar el hemiciclo, pues la cumbre del Legislativo se desarrolló en medio de la polémica, ya que el presidente del Parlamento y vicepresidente del país, Álvaro García Linera, llamó a votar a mano alzada de forma sorpresiva cuando muchos de los legisladores opositores estaban ausentes. Ello se suma que estos últimos consideraron que el documento aprobado por el oficialismo no recogía los consensos acordados en la comisión multipartidaria, que funcionó paralelamente a la sesión. El senador opositor Carlos Borth afirmó ayer que no se reanudará el debate hasta que no se restablezca la comisión negociadora. Según sus cálculos, y teniendo en cuenta la celebración de Semana Santa, es poco probable que el debate se reanude antes del lunes. En concreto, los detractores del Gobierno de Morales objetan el padrón electoral y plantea el reempadronamiento de más de 4 millones de personas; la implementación del voto de los bolivianos en el exterior; y la reducción de los 14 escaños previstos para los pueblos indígenas, porque consideran que estos temas dan ventaja al Presidente en los próximos comicios. Sin embargo, el Ejecutivo cree que este argumento es una "bandera política para poner en riesgo la realización de las elecciones", dijo ayer el ministro de Autonomías Carlos Romero, el "negociador" gubernamental en la comisión de concertación del Congreso. LN
Irregularidades |
La Corte Nacional Electoral (CNE) de Bolivia admitió que existirían cerca de 700 mil casos de registros sospechosos en el padrón electoral, tal como acusa la oposición. Entre las posibles irregularidades se encontrarían personas con el mismo número de cédula de identidad, con los mismos nombres y apellidos inscritos en distintos distritos electorales, o sin el documento de identificación, y casos en que los votantes habrían nacido antes de 1920. Pese a que la oposición al Presidente Evo Morales ha exigido que el padrón electoral, que data de 1991, sea reempadronado, el presidente del CNE, José Luis Exeni, estimó a medios locales que ello es imposible. “Si sólo habilitáramos 60 días para reempadronar a 4 millones de personas, que ya es un exceso, llegaríamos a tener un nuevo padrón el 8 de enero”, aseguró. Para zanjar dudas, se efectuará un cruce de datos entre el padrón y el Registro Civil. |
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