Izquierda: ¿sueño o proyecto?
escrito por Hugo Murialdo Partiendo por el libro de Arrate, habría que decir, justamente, que la supuesta dicotomía “sueño o proyecto” induce a un error conceptual, pues debiera plantearse como “sueño y proyecto”. Y eso es justamente lo que hizo Salvador Allende y consigna, por lo demás, el mismo Arrate en la publicación de marras: “Allende definió un espacio de lucha (la democracia), un protagonista (la unidad de los sectores populares) y un proyecto. Para configurar ese proyecto, soñó, como todo ser humano. No obstante, no fue un romántico o un ingenuo. Tuvo sueños, pero participó en un millón de luchas y elaboró un proyecto”. Y entonces, ¿cuál es el proyecto que nos lleve a cumplir esos sueños?
Ahora bien, el problema de la izquierda no atañe sólo a la chilena. El pequeño libro titulado La izquierda en la era del karaoke, FCE. 1997, registra un entretenido diálogo entre los filósofos italianos Norberto Bobbio, Giancarlo Bossetti y Gianni Vattimo sobre los avatares de la izquierda italiana y el por qué del triunfo de Berlusconi sobre ésta. La discusión está basada, principalmente, en la publicación de Bobbio: Derecha e izquierda, razones y significados de una distinción política, en la que el autor argumenta, al contrario de algunos detractores, (especialmente de derecha), que la díada está más viva que nunca.
En la contratapa del primer libro mencionado (La izquierda en la era del karaoke), se lee: “La conversación que Norberto Bobbio, Gianni Vattimo y Giancarlo Bossetti sostienen en las páginas de este libro, provee muchas instancias para pensar las posibilidades de una acción política progresista. Entre ellas, dos se imponen con una fuerza particular: la primera atañe a la necesidad de que la izquierda deje de situarse a la defensiva en el debate político con una derecha que aparentemente tiene la iniciativa y aparece a menudo como más dinámica; la segunda se refiere a la televisión como vehículo principal de la discusión pública en las sociedades democráticas”.
No es mi ánimo repetir los diálogos de los filósofos italianos, puesto que están dirigidos especialmente a la realidad y situación particular de Italia. Sin embargo, deseo transcribir algunos que se pueden aplicar a nuestra propia realidad y atañen a la izquierda chilena y sus tareas inmediatas.
Gianni Vattimo: …“La idea de un crecimiento de la participación, de una mayor movilización de la gente en política con ventajas para la izquierda no funciona en la práctica porque el mundo de la comunicación está, desgraciadamente, (…) demasiado en manos de una parte política. Este factor altera las reglas y hay que tenerlo presente cuando hablamos de movilización”.
Norberto Bobbio: “En lo que a mí respecta quisiera que se entendiese bien el significado de la palabra “movilización”. La característica de la izquierda, y sobretodo del Partido Comunista en Italia, fue siempre la de conseguir movilizar a las masas, cosa de la que la Democracia Cristiana, por ejemplo, fue siempre mucho menos capaz. Bastaba que hubiese aunque fuera un remoto peligro de limitación del derecho a la huelga, y la izquierda estaba en condiciones de llenar las plazas de gente. Indudablemente una manifestación con lemas y carteles es algo diferente a la simple participación electoral…Pero ahora se trata de ver, más que los métodos, con qué temas, la izquierda, que estuvo en condiciones de hacerlo mucho más y mucho mejor que la derecha, pueda todavía movilizar las masas”.
Giancarlo Bossetti: “Disminuyeron muchos de los recursos que eran capaces de movilizar, desaparecieron las motivaciones de las que disponía la izquierda y que estaban ligadas a la ideología, al socialismo, a los mitos. Al mismo tiempo se debilitó la compactabilidad social y cultural de la formación de los trabajadores…”
Los diálogos son bastante más extensos. Pero no quisiera terminar sin antes referirme a la parte final del libro, en que el diálogo se produce en torno al papel de los intelectuales. Bobbio plantea: “…cuando hablamos de grandes intelectuales en Italia, ¿en qué nombres pensamos? Digamos cuatro: Calvino, Moravia, Pasolini y Sciascia…¿puede alguien citar nombres como estos a la derecha? A su vez Vattimo responde que la derecha no tiene filósofos, teóricos, intelectuales, tiene expertos, técnicos…El desprecio de la derecha por los intelectuales de izquierda alude también a esto: el primer lugar que ocupa la filosofía entre los saberes. Ellos quieren una democracia de expertos. Pero una democracia de expertos no es democracia”.
Como podemos apreciar a través de estas pequeñas perlas, las discusiones que aporta el librito mencionado, entrega a la izquierda chilena varias conclusiones, ya digeridas, para que puedan ser tomadas como punto de partida de las tareas que debe emprender.
Post Scriptum: Hace unos días un amigo extranjero, a través de una conversación telefónica, me preguntaba si Frei era un candidato de centro. Mi respuesta fue que yo pensaba que el centro en política no existe, pues al igual que en las autopistas existe un peralte en las curvas muy pronunciadas, para disminuir, en la medida de lo posible, que la fuerza centrífuga expulse el vehículo fuera de la calzada, existe un “peralte ideológico” pronunciado hacia la derecha, que impide, en lo absoluto, que ese centro pueda ser expulsado hacia la izquierda.
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