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T r i b u n a c h i l e n a

Sobre la Situación Nacional y Propuesta: CHILE QUIERE MAS DERECHOS

Terminaron las elecciones municipales y el país volvió a la realidad de la crisis económica que cruza el mundo. Dicha crisis tiene como protagonista a los Estados, que han transferido cientos de miles de millones de todas las monedas de todos sus ciudadanos, para salvar la banca mundial y a los especuladores de las bolsas. En esta etapa, nadie cuestiona el rol del Estado pero, no obstante, se socializan sólo las pérdidas y se mantiene el principio de utilidades privadas.

 

La crisis del pensamiento neoliberal más salvaje, que aún campea en Chile, comienza a expresarse en nuevos liderazgos, como el de Obama en Estados Unidos. Lo importante de dicho proceso es rescatar la necesidad de sintonizar de verdad con la necesidad de la sociedad de ser escuchada e integrada a los cambios. Sin embargo, está por verse cuán progresista será la gestión del nuevo presidente norteamericano.

 

En Chile, los trabajadores quizás no han alcanzado a percibir en toda su magnitud que han perdido 25 mil millones de dólares de sus pensiones futuras, a manos de nuestros especuladores locales. Las grandes empresas comienzan a ajustarse por la vía de siempre, el despido de trabajadores. Y la sociedad toda comienza a pagar las consecuencias del capitalismo neoliberal dominante: ya no conviene jubilar, el  desempleo camina hacia los dos dígitos, y se extiende la incertidumbre y el temor.

 

Legítimamente, los trabajadores comienzan a movilizarse para defender sus conquistas salariales. Y luego vendrán otras movilizaciones, vinculadas al derecho al empleo. El Estado tiene la obligación de incrementar sus políticas de protección social, de mantener las políticas públicas y en eso esperamos que la Presidenta Bachelet no defraude las expectativas de la ciudadanía.

 

La Derecha, después de perder más de 300 mil votos absolutos respecto de la última elección y “celebrar” brevemente su 40% en la elección de Alcaldes, se apronta a alinearse detrás del principal especulador del país. La UDI, la segunda fuerza más derrotada de estas elecciones detrás de la DC, tiene el razonable temor de que en las próximas elecciones se consolide su naturaleza no popular, como lo  advierte Novoa. Y además quede sometida al errático liderazgo de Piñera.

 

La Concertación dejó de ser una promesa. Derrotada en las últimas elecciones, sobretodo en Alcaldes, no ha permitido la generación de recambios ni ha consensuado una propuesta de país. Sus partidos se encuentran anquilosados y elitizados. Ahora pretenden que el país se motive con unas primarias entre los mismos de siempre.

 

En la última elección no tenían derecho a voto casi cuatro millones de ciudadanos mayores de 18 años. Sin contar a los miles de chilenos del exterior. Otros cientos de miles no votaron, votaron nulo o blanco. De esta manera, el universo electoral real fue de sólo un 42% de los chilenos mayores de 18 años. Y muchos Alcaldes “victoriosos”, lo lograron con menos del 40% de los sufragios, es decir, representan, en la realidad, sólo minorías políticas.

 

Aún así, ya nada será igual para las fuerzas dominantes.

Amparados en el excluyente sistema binominal, el duopolio electoral, Derecha y Concertación, comienza a hacer aguas. Nunca esperaron que unos cuantos díscolos pudieran colocarlos en aprietos, al punto que ambas coaliciones ya no dependen de sus propias fuerzas, sino de cómo se comporten otros. La finalidad excluyente del sistema binominal ha comenzado a morir, lenta y dramáticamente para sus beneficiados directos.

 

Por otro lado, el protagonismo social es una realidad creciente. Desde el movimiento de los pingüinos en adelante, las luchas sindicales de los subcontratados, los movimientos y demandas mapuches, las movilizaciones en defensa del medioambiente, la reorganización progresista de los movimientos universitarios, los múltiples movimientos urbanos y sociales, etc., han comenzado a colocar de pie un actor que los sectores dominantes temen, política y electoralmente.

 

Políticamente, estamos en presencia de un proceso de reagrupamiento de las fuerzas progresistas, de izquierda. A dicho reagrupamiento deben concurrir los militantes de todas las orgánicas de izquierda y progresistas, y ha surgido una nueva fuerza política, el MAS, Movimiento Amplio Social.

 

Pero lo más importante es que este reagrupamiento ha comenzado por abajo, con los militantes y no militantes, con los que están volviendo, con los que nunca han dejado de soñar, con los excluidos, con los que no tienen igualdad de oportunidades. Además, hay un capital inmenso entre quienes lucharon contra la dictadura pero se desencantaron con buena parte de los resultados de esta democracia insuficiente. Se trata de abrirle paso a un nuevo fenómeno político y social.

 

Hemos constatado que se han comenzado a generar todo tipo de autoconvocatorias. La gente comienza a volver a creer en que para cambiar esta situación es necesario organizarse no sólo reivindicativamente, sino también políticamente. Bienvenidos todos y todas los autoconvocados, porque esta fuerza nueva los requiere a todos y no sólo a los que ya militan.

 

Hay espacio para todos y todas, para decidir, para elegir y ser elegidos.

 

Se avecina una nueva coyuntura político-electoral que debe ser entendida como una oportunidad para repolitizar y reorganizar la sociedad. Las elecciones Presidencial y Parlamentaria de diciembre no deben ser entendidas como punto de llegada, sino como punto de partida de una fuerza política alternativa que mira al futuro.

 

En este contexto, vamos a proponerle a la ciudadanía la necesidad de generar una propuesta programática para Chile, sus regiones y ciudades, un acuerdo sobre la base de una participación social, cultural e intelectual muy amplia. Paralelamente, promoveremos un proceso de definición de un candidato que represente ese programa para conducir el país, y una lista parlamentaria.

 

Esta propuesta nos debe permitir generar una fuerza capaz de enfrentar el desafío de constituirse en alternativa para Chile, de ahora en adelante, de forma creciente en el tiempo.

 

 

 

Asimismo, queremos ser absolutamente claros: esta propuesta no es neutral frente a la Derecha y su líder especulador. Queremos derrotarla en todos los frentes. Queremos impedir la impunidad de su demagogia neoliberal. No podemos permitir que terminen apropiándose del país.

 

Asimismo, sabemos que los sectores progresistas no lideran la Concertación. Entendemos y valoramos que algunos pretendan reencontrarse con el espíritu libertario y diverso que le dio origen. Pero creemos que más de lo mismo no es suficiente para un país que ha visto cómo la desigualdad ha tendido a consolidarse en estos 20 años. Los invitamos a impedir que nuevamente nos impongan acuerdos entre cuatro paredes.

 

Estamos disponibles para concurrir a un proceso abierto de decisiones en lo político y de primarias abiertas ciudadanas en las definiciones electorales. Procesos donde queremos y aspiramos a que participe cualquier ciudadano mayor de 18 años, inscrito o no en los registros electorales, que viva dentro o fuera de Chile. Queremos dar un ejemplo de verdadero ejercicio democrático y participación real.

 

Queremos un Chile de Derechos. ¡Porque Chile merece mucho MAS!

 

 

Movimiento Amplio Social - MAS

 

 

FELIPE HAZBÚN MARÍN

Presidente

 

 

 

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