Lobby a la chilena. El negocio de las influencias y la nueva ley
La Nación Domingo
Los pasillos del Congreso se llenan día a día de abogados, periodistas, empresarios y dirigentes gremiales, quienes se esmeran en conversar con los honorables. No se trata de meras conversaciones entre ciudadanos y sus representantes. El fin es convencerlos de votar de una u otra forma en las sesiones de la Cámara y del Senado. Es el lobby, una actividad con marcados intereses a la que incluso se dedican destacadas empresas de comunicación y ex autoridades públicas, y donde el secretismo y el tráfico de influencias abundan. Esto es lo que quería regular la nueva Ley de Lobby, que se votará este martes en la Cámara de Diputados. Aunque su objetivo original fue la probidad, los desacuerdos entre los parlamentarios mutilaron el proyecto. La mayoría de los lobbystas quedarán fuera de esta ley, mientras no hay certeza de que se pueda aplicar completamente ni que se cumpla. Una vez más, es mejor avanzar un poco que no moverse nada.
Eugenio Tironi. El asesor informal
"Nosotros no hacemos lobby, ¿quién dijo eso?", se pregunta sorprendido uno de los asesores de Tironi Asociados. Sin embargo, cuando se acerca alguno de sus poderosos clientes para pedir una ayudita es principalmente para eso para pedirles que hagan lobby por alguna causa. "Es que sigue siendo una dirty word en todo el mundo", se excusa Eugenio Tironi, el director y hombre clave de la consultora.
Desde que dejó el cargo de director de la Secretaría de Comunicaciones y Cultura del Gobierno de Aylwin, Tironi creó esta empresa que hoy está posicionada entre las cuatro más grande del lobby en Chile.
Entre sus profesionales se cuentan al ex director del desaparecido diario "La Época", Ascanio Cavallo, y José Manuel Melero, hermano del diputado de la UDI Patricio.
El plus de esta consultora se basa, en parte, en la influencia y los contactos que tiene el sociólogo, principalmente en la Concertación. De hecho, era uno de los asesores informales de Ricardo Lagos, de esos que subían habitualmente al segundo piso de La Moneda. Por estas razones, empresas como Endesa, Gas Andes, BancoEstado, Carter Holt Harvey, Lucchetti-Perú y Ralco, y organismos como la Corfo y Teletón, le han pegado más de un telefonazo. ¿Dos de sus últimos grandes casos?: la crisis que generó la muerte de los cisnes que hizo tambalear a Celulosa Arauco y el posicionamiento comunicacional de las megacentrales en Aysén.
Enrique Correa. El + influyente
Dice en el sitio web de Imaginacción Consultores, que ésta es la única de las oficinas "en nuestro país que reconoce públicamente que presta servicios de asesoría en asuntos públicos [lobby]. Por esta misma razón, agregan, fueron parte de los promotores de la ley que regulará esta actividad.
Imaginacción es tal vez la más influyente entre las influyentes. No es para menos si detrás de esta empresa de lobby está Enrique Correa, el primer vocero de Gobierno de la Concertación, el asesor en la sombra de Ricardo Lagos y quizás el hombre con la red de contactos más extensa, que abarca todo el espectro político.
Fundó la consultora en 1996, dos años después de dejar la administración Aylwin, pero inicialmente se llamó Correa & Correa. Desde entonces han requerido de sus servicios y su influencia Colbún y las tabacaleras, Córpora Tres Montes y las pisqueras, Soledad Alvear cuando era candidata presidencial y el grupo Luksic, y cientos más de una lista interminable. Uno de sus últimos clientes es el Estado de Chile, al que asesora en el juicio ante el Ciadi por el caso Clarín, pero ad honorem.
Por las acusaciones de liderar el lobby del Consejo Minero para el proyecto de royalty, Correa renunció al PS en 2004. Cuando eso ocurrió, paradójicamente el proyecto de lobby se agilizó en el Parlamento.
En su web, Correa destaca que no hay que demonizar el lobby y recalca que "la existencia de facilitadores, expertos en comunicación, en asuntos públicos, conocedores de la empresa privada y del mercado, y con elevada calidad en el conocimiento de las políticas públicas, contribuye a la construcción de puentes entre estos mundos".
Marilú y Pilar Velasco. Las hijas del Bela
Todo buen lobbysta entiende que la transversalidad es un requisito esencial para quien quiera entrar en esta industria. Bien lo saben Marilú y Pilar Velasco, las socias fundadoras de Extend. Todos quienes acuden a ellas tienen más que claro cuál es el nivel de llegada de estas hermanas: son hijas del ex ministro del Interior Belisario Velasco, el primer funcionario de la Concertación.
De hecho, crearon esta consultora de "comunicación estratégica" mientras su padre era subsecretario del Interior, cargo que ejerció en los gobiernos de Aylwin y Frei. Por esta razón, si la actual normativa que se discute en el Congreso hubiese estado vigente entonces, las hermanas Velasco no podrían haber entrado al rentable negocio del lobby, por un tema de incompatibilidad. Como eso no pasó, se acercaron a ellas clientes tan importantes como D&S, Barrick Gold, Agrosuper, GasValpo, las empresas eléctricas, Alsacia, Motorola, Gersa, las concesionarias del canal de Chacao, Cencosud y, paradójicamente, el capítulo chileno de Transparencia Internacional, organismo que preside Davor Harasic y que ha sido uno de los más fervientes promotores de la Ley de Lobby.
Jorge Schaulsohn. El abogado de Chileprimero
No tiene la misma influencia de Enrique Correa, ni la experiencia de Eugenio Tironi, ni los clientes de Extend o Captiva, pero Jorge Schaulsohn también entra entre los cinco grandes del lobby en Chile, aunque él mismo se apresure en aclarar que "lo que hago no es lobby". En todo caso, la representación legal y jurídica que realiza el ex presidente de la Cámara a través del estudio de abogados que posee en Chile y Nueva York, despierta suspicacias. Por eso lo incluyen siempre en el listado de lobbystas. Aunque él mismo dice que entre sus clientes hay empresas de telecomunicaciones, de energía y mineras, prefiere "no revelar mi lista de clientes, porque somos un estudio de abogados. No hacemos lobby", reitera.
Cristina Bitar. La sobrinísima
Probablemente sea las más internacional de las empresas de lobby que operan en Chile. Cristina Bitar, sobrina del ministro de Obras Públicas, Sergio, fundó Captiva a fines de los noventa, pero poco después el grupo extranjero Hill & Knowlton adquirió una participación mayoritaria. De ahí el nombre actual de la empresa.
Al mismo tiempo, es una de las consultoras situadas más a la derecha del espectro. Bitar fue la generalísima de la candidatura presidencial de Joaquín Lavín en 2005. Para subirse a este carro, Bitar dejó temporalmente su labor. Hoy también lidera a los recién estrenados Independientes en Red.
Es habitual que estas empresas se nutran de profesionales con vínculos estrechos entre las autoridades de todo el arco iris, tal como también ocurre en Captiva.
Pese a que se pelean cuerpo a cuerpo los clientes con Extend, los consejos de Bitar y su equipo han sido requeridos por las AFP, Transelec, Coca-Cola, Quiñenco, la Cámara de la Construcción, Radio Cooperativa, Anglo American, el grupo Saesa, Nestlé, Nike, el Santiago College y muchos más. ¿Uno de las más recientes? El grupo Santo Tomás los contrató para evitar que el crimen que protagonizó su dueño, Gerardo Rocha, deteriorara la imagen del holding educacional. Su empresa es la única que transparenta el listado de sus cuentas.
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