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“Algunos empresarios quieren quebrar el movimiento”

“Algunos empresarios quieren quebrar el movimiento”

El dirigente valora el rol de la Iglesia Católica como mediador de conflictos laborales, pero hace un llamado al Gobierno a estar con los más desfavorecidos, los trabajadores.

En el último tiempo se ha convertido en el referente más conocido del sindicalismo chileno, pues representa uno de los sindicatos más poderosos de los trabajadores subcontratados, el de Codelco.

Cristián Cuevas, presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), habló con La Nación sobre el escenario laboral que existe actualmente, criticó la pasividad del Gobierno, destacó el rol de la Iglesia Católica y denunció la actitud "reaccionaria" de algunos empresarios ligados al conflicto salmonero que se mantiene hace un par de semanas en la Región de los Lagos.

-¿Qué le parece la evolución del conflicto salmonero en el sur?

-Existe una arrogancia del empresariado al decir que ellos se sientan a negociar, pero excluyen a dirigentes sindicales que tienen las atribuciones, que son parte de la comisión negociadora. Es una ilegalidad porque los hermanos Teneb son los dirigentes del sindicato. Entonces, ¿De qué estamos hablando?

Los trabajadores se han mostrado dispuestos a negociar y ellos, de una forma reaccionaria, cuya finalidad es quebrar el movimiento, tratan de meter esto. Pareciera que estos empresarios estuvieran en la dictadura militar, pero estamos en democracia. Es una señal negativa y lamentablemente han tenido colaboración del intendente regional, el señor Galilea, y también de la Dirección del Trabajo (DT) regional. En un Estado democrático, en el que se supone se debe apoyar al más desfavorecido que son los trabajadores, es muy negativo que esto suceda.

-¿Cómo ve el rol que ha asumido la Iglesia últimamente en este tipo de conflictos?

-Haría un llamado al diálogo. Imagínate que ahora van a ser despedidos más de mil trabajadores de la empresa Marine Harvest y se está generando un nuevo foco de conflictividad.

Cuando los actores políticos de nuestro país no son capaces de escuchar a los trabajadores, a los movimientos sociales, la Iglesia puede facilitar ese diálogo. Si lo hizo en dictadura, lo puede hacer en democracia. No se entiende cómo los parlamentarios de la zona no están con los trabajadores. Le digo al senador (Camilo) Escalona, al señor (Antonio) Horvath, los senadores de la zona sur, acérquense a los trabajadores, ayuden a facilitar el diálogo, a buscar una solución a este problema porque a la huelga de mil trabajadores de Aguas Claras se suman mil más que van a ser despedidos por Marine Harvest. No se está dimensionando el problema social que esto trae, y ahí llamo a la Iglesia a colaborar y al Gobierno a no desentenderse de su función de proteger a los más vulnerables.

-¿Cree que el Gobierno ha actuado mal?

-Ha actuado erráticamente, tiene que ayudar a buscar una salida a estos problemas.

-¿De qué forma? ¿Estableciendo mesas de diálogo entre los empresarios y trabajadores?

-Facilitando el diálogo, utilizando los instrumentos de la institucionalidad en que se sostiene, no sólo con los de Aguas Claras sino que también con Marine Harvest. Ellos están preocupados, angustiados, y cuando los trabajadores están así pueden pasar de una reacción que hoy es pacifica a una de movilización.


La semana del salmón

La temperatura está subiendo en el sur. Y no sólo por el cambio climático que afecta al mundo. Mañana, el millar de trabajadores de Aguas Claras que mantiene la paralización de faenas de la salmonera cumple catorce días de huelga legal. Pero las negociaciones están interrumpidas porque en los primeros días los miembros del sindicato se tomaron ilegalmente las instalaciones de la empresa, provocando la mortandad de miles de peces.

La empresa recurrió a tribunales y sus ejecutivos afirman que, mientras este tema no se zanje, no reanudarán la mesa de negociaciones. El dirigente de los subcontratistas de Codelco, Cristián Cuevas, cree que el conflicto se agudizará esta semana, porque se sumará el conflicto por el despido de otros mil trabajadores por parte de la firma noruega Marine Harvest. En estos días además debieran verse en la Suprema los recursos de protección que Codelco presentó contra el dictamen de la Dirección del Trabajo que la obligaba a la contratación de varios miles de trabajadores externalizados.

La buena nueva viene del plano judicial: tanto la afectada como el Ministerio Público descartaron que el incidente que afectó al esposo de una dirigente sindical de Aguas Claras tuviera alguna relación con el conflicto laboral en desarrollo.


“Hay que darle capacidad resolutiva a la DT”

-¿En qué están las conversaciones con Codelco y la situación judicial?

-Estamos esperando las apelaciones ante la Corte Suprema. En todo caso creemos que se debería resolver en términos políticos. En ese marco, Codelco ya está operando, porque desde hace un par de meses está terminando contratos de trabajadores que eran permanentes. Se está haciendo solapadamente para no generar un impacto inmediato, pues esas funciones van a ser suplantadas por trabajadores de planta de la división El Salvador. Se termina la licitación y hay una serie de incertidumbre a partir de lo que está ocurriendo producto de esto, ya que antes se hacían efectivas la renovación de contrataciones.

Por eso nosotros le solicitamos a la Presidenta de la República un proyecto de ley complementario para darle mayores atribuciones a la Dirección del Trabajo (DT).

-¿Darle más capacidad resolutiva ante este tipo de hechos?

- Resolutiva y no sólo de fiscalización porque si no en qué queda la ley, en qué van a quedar las leyes en nuestro país.

-¿Las multas no sirven de nada?

- No sirven de nada ya que las empresas las pagan.


Ningún pacto laboral puede excluir a los trabajadores

-¿Qué opinión tiene sobre el pacto laboral que propuso la derecha?

-Cualquier acuerdo que signifique beneficiar a los trabajadores nos parece bien. Pero un acuerdo pasa por el Gobierno, los empresarios y los trabajadores. No puede haber una mesa donde se excluya a los trabajadores, pues son los principales afectados.

-Este pacto pidió incluir todos los temas. Por ello, puede ser que aparezca la flexibilidad laboral. ¿Se debería discutir? ¿Están dispuestos a transar flexibilidad laboral por sindicatos más fuertes, negociación interempresa?

-Primero descontemos por planilla las horas que no trabajan los parlamentarios. Cuando ellos vivan como los trabajadores, conversemos de flexibilidad laboral. No es un tema que esté en debate y que los trabajadores estemos dispuestos a conversar.

-¿No están dispuestos entonces?

-No. Creo que debemos avanzar en negociación colectiva efectiva, derecho a huelga efectivo, negociación interempresa y también reformas políticas, porque mientras no haya eso, la verdad es que no va a haber democracia ni participación de los trabajadores.

-¿Ni siquiera transarlo por una negociación interempresa?

-Es impresentable. La mayoría de los contratos que tienen los trabajadores del país son transitorios, a plazo fijo, por boleta honorarios. Entonces ¿De qué estamos hablando? La flexibilidad ya está instalada en nuestro país y es excesiva.

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