Las últimas fotos del Presidente Allende con vida
por Hermes H. Benítez (Edmonton, Canadá) | |||||
viernes 23 de febrero de 2007 | |||||
En un interesante artículo publicado recientemente en La Nación,(1) el periodista Camilo Taufic ha desentrañado, sin duda de modo definitivo, uno de los tantos enigmas que rodean la muerte del Presidente Allende ocurrida, como se sabe, esa trágica tarde del 11 de septiembre de 1973. Lo que Taufic ha hecho es revelar públicamente por primera vez que el verdadero autor de aquellas fotos históricas de Allende en La Moneda, armado y con casco, protegido por un miembro del GAP (Luis Rodríguez) portando un fusil AK 47, que recorrieron el mundo casi desde aquel mismo día, no fue otro que el propio fotógrafo oficial de Palacio, el legendario "Chico Lagos". Por razones de seguridad personal, y otras circunstancias un tanto oscuras, el propio Luis Orlando Lagos Vásquez se encargaría de ocultar celosamente la paternidad de tan extraordinarias fotografías, pero al fallecer recientemente en un hogar de ancianos de Santiago, a los 94 años de edad, quienes conocían el secreto desde hacía mucho tiempo (2) comprendieron que ya no existía la menor razón para no revelar la verdad. Sacar a la luz información como esta pudiera parecerle a más de alguien un asunto de escasa importancia, pero en un hecho de tanta trascendencia histórica como es la muerte de Allende, y en donde han primado la superficialidad y la falta de rigor científico, el conocimiento, incluso, de un detalle aparentemente menor, pudiera abrir nuevas e insospechadas posibilidades de investigación y descubrimientos, como esperamos ponerlo aquí de manifiesto. En el párrafo tercero de su artículo escribe Taufic lo siguiente: "El chico Lagos retrató desde dentro el drama que se desencadenaría en La Moneda, con una cámara Leica, a primeras horas del 11-S-73. Registró así para la historia el último recorrido de Salvador Allende por las dependencias de palacio, rodeado de Gaps y carabineros hasta ese momento leales, cuando ya los aviones golpistas sobrevolaban el centro de Santiago, eligiendo el trayecto posterior de sus bombas contra la sede del Gobierno."(3) Como hombre profundamente interesado en el tema, me llamó poderosamente la atención el pasaje citado, pues plantea al investigador un cierto número de interesantes problemas interpretativos. Porque ¿cómo supo Taufic que la foto en cuestión fue tomada "a primeras horas" del 11 de septiembre"? La respuesta en sencilla: porque los carabineros no abandonaron la defensa de La Moneda, y del Presidente Allende, antes de las 10 de la mañana. ¿Cómo supo Taufic que aquella foto correspondió "al último recorrido de Salvador Allende por las dependencias de palacio". Mi opinión es que él no lo sabe, por lo menos a partir de lo que hasta hoy se conoce acerca de estos últimos momentos. Ahora, ¿cómo supo Taufic que en ese preciso momento uno o varios aviones golpistas sobrevolaban la Moneda? Por una muy buena y legítima deducción a partir de lo que muestra la fotografía: porque el Presidente y sus escoltas armados aparecen allí mirando atentamente hacia el cielo (4). A partir de estas consideraciones se nos ocurrió preguntarnos si acaso sería posible establecer, con algún grado de precisión, la hora en fue tomada aquella foto. Por suerte contamos con algunos indicadores indirectos del momento en que uno, o varios, aviones Hawker Hunter sobrevolaron La Moneda aquella mañana. La primera indicación nos la da el propio Allende, cuando en su cuarta comunicación radial por las ondas de CB 114, Radio Corporación; hecha a partir de las 9:03 de la mañana, comienza diciendo: "En estos instantes pasan los aviones. Es posible que nos acribillen, pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con nuestro ejemplo, que en este país hay hombres que saben cumplir con la obligación que tienen...etc.". Sabemos, también, que los Carabineros abandonaron el palacio de gobierno, casi una hora más tarde, es decir, poco antes de las 10 de la mañana, lo que es indicado por la partida (a las 9:55, según Pierre Kalfon y otros) de las tanquetas de Carabineros, momentos antes de aquella hora. Basados en esto podemos deducir, solamente, que la foto no pudo haber sido tomada después de las 9:55, pero, por cierto, tal determinación resulta demasiado aproximada e insatisfactoria. Afortunadamente existe otro testimonio, aunque mucho menos conocido, a partir del cual es posible calcular con mucha mayor precisión la hora en que fue tomada aquella fotografía histórica, y es el que entrega el propio aviador golpista que comandó al ataque aéreo a La Moneda. Nos referimos al general (R) Mario López Tobar, y a su libro titulado: El 11 en la mira de un Hawker Hunter. Las operaciones y blancos aéreos de septiembre de 1973 (Santiago, Editorial Sudamericana, 1999).En las páginas finales de este libro justificatorio del Golpe y de los ataques aéreo y terrestre al palacio presidencial, el piloto de la FACH relata con lujo de detalles técnicos cómo destruyó las antenas de las radios Corporación y Luis Emilio Recabarren, mediante el disparo de cohetes, los mismos que más tarde serían lanzados contra los techos y paredes del antiguo edificio de La Moneda. López Tobar nos cuenta, a continuación, que una vez destruidos aquellos blancos, recibe órdenes radiales de subir con su avión a una altura superior a los 20 mil pies: "...para permanecer media hora sobre la capital y luego si no hay nuevos objetivos por batir, ...aterrizar en Los Cerrillos"... “Nuevamente se me informa que no hay novedades con lo que pasa en La Moneda, pero que en general, la situación está tranquila. En la casa presidencial de la calle Tomás Moro hay gente, probablemente del Gap o miembros de la guerrilla(?) que está parapetada, resistiendo. Me dedico a observar las poblaciones donde vive mi personal y mi familia, y puedo constatar que no se ve gente por los alrededores. Sólo en el sector del centro de Santiago, en especial en las cercanías del Palacio de Gobierno, se detectan soldados casi como puntos vistos desde aquí arriba, los que se mueven en las plazas y avenidas. También puedo observar con toda claridad a los vehículos del Ejército, tanques, transportes blindados de tropa, camiones y jeeps, como igualmente algunos cañones, probablemente de esos sin retroceso y otros menores. Hay humo en la zona producto de los disparos. Son casi las nueve de la mañana, y me parece que llevo horas desde que despegamos desde Concepción."(5) Pareciera no caber duda, entonces, que la foto del Presidente y su escolta mirando al cielo debe haber sido tomada en los momentos mismos en que el Hawker Hunter piloteado por López Tobar pasaba a baja altura por sobre el palacio de La Moneda, muy cerca de las 9 de aquella mañana.(6) La descripción del aviador golpista resulta particularmente iluminadora, porque permite comprender que el avión que Allende debió ver y escuchar aquella mañana no se aprontaba a atacar el palacio presidencial, sino que se trataba de uno que, casi tres horas antes del bombardeo, sobrevoló el centro de Santiago con fines de reconocimiento(7) y muy probablemente de intimidación del "enemigo". Según lo indicáramos antes, el hecho de que en la foto tomada por Orlando Lagos aparezcan varios carabineros detrás de Allende, sirve como una confirmación adicional de que el avión en cuestión tiene que haber volado sobre La Moneda antes de que las tanquetas de carabineros abandonaran sus posiciones de defensa de Palacio, cerca de las 10 de la mañana; y no poco antes del bombardeo aéreo de la Moneda, que ocurriría casi dos horas después. De modo que las fotos (8) del presidente con casco y fusil al hombro junto a sus escoltas armados, deben haber sido tomadas por Orlando Lagos, escasos minutos antes de las 9 de la mañana del 11 de septiembre de 1973. Aquí se nos plantea una vez más la pregunta que por mucho tiempo han venido haciéndose periodistas e historiadores: ¿fue esta la última fotografía de Allende con vida? Premunidos de la conclusión arriba indicada creemos que es posible dar ahora una respuesta definitiva a esta cuestión. En un artículo escrito por afamado fotógrafo argentino Amadeo Becquer Casaballe, fechado en 1997, se nos relatan la circunstancias en que el fotógrafo transandino Horacio Villalobos, de la United Press International (quien había arribado a Santiago el día anterior con el fin de tomar algunas fotos del Presidente en una entrevista que le haría el mismo 11 de septiembre la revista norteamericana Times), abandona su hotel y decide salir a tomar fotografías en torno a La Moneda, en los momentos mismos en que el golpe se encuentra en plena marcha. El siguiente es el relato de Becquer Casabelle de las actividades de Villalobos aquella mañana: "En este momento las tanquetas se retiran y los carabineros dejan la Plaza [de la Constitución]. Fue [entonces] cuando por una de las ventanas del primer(sic) piso [en realidad se trata del segundo] Allende se asoma para constatar que lo estaban abandonando a su suerte. Yo tenía dos cámaras, una con un zoom y la otra con un gran angular. Me pongo a correr y grito: 'Allende', 'Allende'. Al lado mío corría Arielo Netto, un camarógrafo amigo, uruguayo, que era más respetuoso y gritaba: 'Señor presidente, 'Señor presidente'. Esa cuadra de La Moneda había estado realmente desierta y entonces sucede algo mágico: justo aparecen caminado unos chicos que nos habían escuchado, Allende vuelve a abrir el balcón y hace un saludo fugaz. Yo tomo dos fotografías con el granangular, para que se vean los chicos. Uno [de ellos se dirige] a Allende y le dice: ‘Déles duro compañero presidente’”.(9)
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Benito Jaramillo Arancibia -
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