Hezbollah asesta duro golpe a Israel
Primer Ministro israelí advirtió que el “Líbano sufrirá las consecuencias” de esta acción y autorizó operación militar “severa” e “implacable”, mientras los guerrilleros libaneses advirtieron a Israel que no ataque ese país porque se podrían “abrir las puertas del infierno”. | La Nación/Agencias |
La apertura de un nuevo frente de conflicto sufrió ayer Israel, esta vez en su frontera norte, donde la milicia chiíta del Hezbollah mató a ocho de sus soldados y secuestró a otros dos, agravando la crisis desatada hace casi tres semanas tras el plagio de un militar israelí por parte de integristas palestinos.
Milicianos de Hezbollah atacaron ayer con misiles la débil frontera establecida entre ambos países luego del retiro israelí, en 2000, tras 22 años de ocupación del sur libanés. Junto con esto los milicianos chiítas lanzaron una operación en la que asesinaron a siete soldados israelíes. El octavo militar murió cuando intentaba rescatar los cadáveres de sus compañeros que quedaron en territorio libanés.
“Líbano sufrirá las consecuencias”, advirtió ayer el Primer Ministro israelí Ehud Olmert. “Quiero aclarar que los hechos de esta mañana no son un ataque terrorista, sino una operación de parte de un estado soberano que atacó a Israel sin motivo y sin provocación”, agregó el Premier, quien aprobó anoche una operación militar “severa e implacabe” y les pidió a las Fuerzas Armadas que alejara de su país “la amenaza de Hezbollah”.
El Gobierno de Beirut, en tanto, respondió desligándose de responsabilidades, criticando los bombardeos y convocando a una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Israel debe saber que su política no logrará algún resultado sino que, por el contrario, complica la situación y pone en peligro la estabilidad y la calma en la región”, afirmó anoche el Presidente libanés Emile Lahud.
Mientras, Mohamed Kawtharani, de la oficina política de Hezbollah, advirtió a Israel que no cometa ninguna “locura” porque abrirían “las puertas del infierno”.
Los bombardeos aéreos israelíes y de artillería contra puentes y carreteras en el sur del Líbano no se hicieron esperar, y durante la tarde de ayer costaron la vida a dos civiles y un militar, además de causar varios heridos, entre ellos dos periodistas.
Los ataques aéreos en Tiro, Nabatyeh y Zahrani fueron repelidos por Líbano disparando contra los aviones israelíes en la zona de Sidon. En la noche se reiteraron los ataques aéreos en una carretera del sur libanés.
Los milicianos chiítas exigen a las autoridades israelíes la liberación de los prisioneros palestinos presos en Israel, a cambio de la entrega de los cadáveres de sus hombres y de los dos cautivos.
Pero tal como sucedió semanas atrás, tras el plagio del soldado Guilad Shalit en un puesto fronterizo israelí con la Franja de Gaza, Tel Aviv respondió que no negocia con terroristas.
En el Gobierno palestino, en tanto, las reacciones fueron encontradas. Mientras el presidente Mahmoud Abbas (Abú Mazen, del partido Al Fatah) se mostró preocupado por la situación altamente volátil en la región, el Gobierno del primer ministro de Hamas, Ismail Haniyeh, felicitó a las milicias de Hezbollah por lo que consideraron una “heroica operación”.
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