Fuego cruzado entre el Gobierno y la UDI por sistema binominal y delincuencia
La Nación |
Ivonne Toro A.
Un intenso debut como nuevo presidente de la UDI tuvo ayer el senador Hernán Larraín, que a un día de haber asumido como máximo líder gremialista protagonizó su primer cruce con el Gobierno por la propuesta oficialista de reformar el sistema binominal.
Larraín, acorde con lo que han manifestado distintos dirigentes de su partido en las últimas semanas, reiteró que cambiar el régimen electoral no es prioridad para la derecha y afirmó que la preocupación de su sector son los problemas ciudadanos. Como prueba de esto, la nueva cúpula de la “UDI Popular” firmó un compromiso con la población frente a La Moneda, texto que considera iniciativas en educación, desempleo, delincuencia e impuestos, aunque la contingencia política fue tópico ineludible para el jefe de la principal colectividad opositora.
Consultado sobre la disponibilidad de su tienda para dialogar respecto de una modificación a la fórmula de elección parlamentaria heredada del régimen militar, Larraín afirmó que existe un “acuerdo” muy claro con RN en torno a rechazar las alternativas propuestas por la comisión de expertos que convocó el Ejecutivo. Para el legislador, las opciones que entregó la Comisión Boeninger “tienen problemas grandes, porque amenazan la gobernabilidad, alteran la proporcionalidad, aumentan innecesariamente los parlamentarios”, razón por la que, dedujo, en el juego legislativo -donde el Gobierno requiere quórum calificado- las cartas del Ejecutivo no son las mejores.
Destacó, además, que mientras “las prioridades del Gobierno siempre están cercanas a cómo tener más poder”, para la Alianza lo relevante “son los temas de la gente”, con lo que ratificó la animadversión de la UDI a ahondar en la discusión sobre el binominal.
Desde La Moneda su actitud de rechazo fue considerada lamentable por el ministro portavoz, Ricardo Lagos Weber, que cuestionó principalmente los términos que utilizó el sábado Larraín en el consejo general de la UDI, donde dijo que las vías que esboza la Concertación para modificar el binominalismo dan cuenta de que este conglomerado peca de “caradura”, ya que implican que el bloque aumente su representación en el Congreso. Frente a esto, Lagos Weber refutó que sólo se busca corregir un modelo para hacerlo más democrático.
“Les quiero recordar a varios de la UDI que sacando el tercer lugar en las elecciones senatoriales por Santiago Poniente (Jovino Novoa) de todas maneras agarran un asiento senatorial. Creo que ésos son trajes a la medida que hizo el general (Augusto) Pinochet, con la venia de muchos que hoy día tratan de ‘caradura’ a alguien por querer tener un sistema democrático, que les dé cabida a todos los chilenos y no sólo a algunos”, postuló el secretario de Estado.
Agregó que la preocupación de la Presidenta Michelle Bachelet en esta materia no significa descuidar otros frentes, como seguridad ciudadana, y que creer que se trata de asuntos incompatibles refleja que “luego de 16 años de recuperar la democracia”, hay quienes aún no entienden que “se puede caminar y mascar chicle al mismo tiempo”.
SEGURIDAD PÚBLICA
El asalto del cual fue víctima en su hogar la presidenta de la DC, Soledad Alvear, este fin de semana, fue otro asunto por el cual se enfrentaron Larraín y Lagos Weber. El dirigente gremialista, que expresó su solidaridad a la senadora, afirmó que el acto delictivo que la afectó es una muestra de que “en Chile la mano blanda ha imperado” y que “la Concertación ha fracasado en su batalla para impedir que esto ocurra y así darle tranquilidad y seguridad a la ciudadanía”.
Acusó también que las acciones antisociales que aquejan a personalidades públicas demuestran que no se está ante “un problema mediático” como sugiere el Gobierno. “Me imagino que Soledad Alvear se sumará a nuestra causa para que el Gobierno se ponga los pantalones frente a la delincuencia y ayude a la gente, y que termine con la mano blanda”, adujo Larraín.
La respuesta de Lagos Weber fue enfática. Aseveró que La Moneda a través de la llamada agenda corta que diseña el jefe de gabinete, Andrés Zaldívar, se busca una vía para disminuir la reincidencia, entre otras materias, y aclaró que a la administración bacheletista le preocupa “todo tipo de crimen”, porque no hay distinción entre “la calidad de las personas”. “En Chile somos todos iguales ante la ley y al Gobierno le compete velar por la seguridad de todos los chilenos y chilenas, tanto de aquéllos que pueden parecer de mayor figuración pública como de los chilenos en general”.
Lagos Weber comentó que advierte una “intención en la UDI de personalizar la discusión política y la agenda de Gobierno”, pero que la delincuencia es “un tema que no tiene color político, la delincuencia ataca a todos por igual, fuertes, poderosos, humildes y modestos chilenos”. LN
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