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Fuego cruzado entre el Gobierno y la UDI por sistema binominal y delincuencia

Fuego cruzado entre el Gobierno y la UDI por sistema binominal y delincuencia Mientras el parlamentario por la Séptima Región Sur calificó el sábado a la Concertación de “caradura”, por un eventual aumento de escaños en el Legislativo, el ministro portavoz, Ricardo Lagos Weber, recordó que hoy en el Congreso hay “varios terceros”, como el senador Jovino Novoa, que con el mecanismo vigente “de todas maneras agarran un asiento senatorial”.



La Nación

Ivonne Toro A.

Un intenso debut como nuevo presidente de la UDI tuvo ayer el senador Hernán Larraín, que a un día de haber asumido como máximo líder gremialista protagonizó su primer cruce con el Gobierno por la propuesta oficialista de reformar el sistema binominal.

Larraín, acorde con lo que han manifestado distintos dirigentes de su partido en las últimas semanas, reiteró que cambiar el régimen electoral no es prioridad para la derecha y afirmó que la preocupación de su sector son los problemas ciudadanos. Como prueba de esto, la nueva cúpula de la “UDI Popular” firmó un compromiso con la población frente a La Moneda, texto que considera iniciativas en educación, desempleo, delincuencia e impuestos, aunque la contingencia política fue tópico ineludible para el jefe de la principal colectividad opositora.

Consultado sobre la disponibilidad de su tienda para dialogar respecto de una modificación a la fórmula de elección parlamentaria heredada del régimen militar, Larraín afirmó que existe un “acuerdo” muy claro con RN en torno a rechazar las alternativas propuestas por la comisión de expertos que convocó el Ejecutivo. Para el legislador, las opciones que entregó la Comisión Boeninger “tienen problemas grandes, porque amenazan la gobernabilidad, alteran la proporcionalidad, aumentan innecesariamente los parlamentarios”, razón por la que, dedujo, en el juego legislativo -donde el Gobierno requiere quórum calificado- las cartas del Ejecutivo no son las mejores.

Destacó, además, que mientras “las prioridades del Gobierno siempre están cercanas a cómo tener más poder”, para la Alianza lo relevante “son los temas de la gente”, con lo que ratificó la animadversión de la UDI a ahondar en la discusión sobre el binominal.

Desde La Moneda su actitud de rechazo fue considerada lamentable por el ministro portavoz, Ricardo Lagos Weber, que cuestionó principalmente los términos que utilizó el sábado Larraín en el consejo general de la UDI, donde dijo que las vías que esboza la Concertación para modificar el binominalismo dan cuenta de que este conglomerado peca de “caradura”, ya que implican que el bloque aumente su representación en el Congreso. Frente a esto, Lagos Weber refutó que sólo se busca corregir un modelo para hacerlo más democrático.

“Les quiero recordar a varios de la UDI que sacando el tercer lugar en las elecciones senatoriales por Santiago Poniente (Jovino Novoa) de todas maneras agarran un asiento senatorial. Creo que ésos son trajes a la medida que hizo el general (Augusto) Pinochet, con la venia de muchos que hoy día tratan de ‘caradura’ a alguien por querer tener un sistema democrático, que les dé cabida a todos los chilenos y no sólo a algunos”, postuló el secretario de Estado.

Agregó que la preocupación de la Presidenta Michelle Bachelet en esta materia no significa descuidar otros frentes, como seguridad ciudadana, y que creer que se trata de asuntos incompatibles refleja que “luego de 16 años de recuperar la democracia”, hay quienes aún no entienden que “se puede caminar y mascar chicle al mismo tiempo”.

SEGURIDAD PÚBLICA

El asalto del cual fue víctima en su hogar la presidenta de la DC, Soledad Alvear, este fin de semana, fue otro asunto por el cual se enfrentaron Larraín y Lagos Weber. El dirigente gremialista, que expresó su solidaridad a la senadora, afirmó que el acto delictivo que la afectó es una muestra de que “en Chile la mano blanda ha imperado” y que “la Concertación ha fracasado en su batalla para impedir que esto ocurra y así darle tranquilidad y seguridad a la ciudadanía”.

Acusó también que las acciones antisociales que aquejan a personalidades públicas demuestran que no se está ante “un problema mediático” como sugiere el Gobierno. “Me imagino que Soledad Alvear se sumará a nuestra causa para que el Gobierno se ponga los pantalones frente a la delincuencia y ayude a la gente, y que termine con la mano blanda”, adujo Larraín.

La respuesta de Lagos Weber fue enfática. Aseveró que La Moneda a través de la llamada agenda corta que diseña el jefe de gabinete, Andrés Zaldívar, se busca una vía para disminuir la reincidencia, entre otras materias, y aclaró que a la administración bacheletista le preocupa “todo tipo de crimen”, porque no hay distinción entre “la calidad de las personas”. “En Chile somos todos iguales ante la ley y al Gobierno le compete velar por la seguridad de todos los chilenos y chilenas, tanto de aquéllos que pueden parecer de mayor figuración pública como de los chilenos en general”.

Lagos Weber comentó que advierte una “intención en la UDI de personalizar la discusión política y la agenda de Gobierno”, pero que la delincuencia es “un tema que no tiene color político, la delincuencia ataca a todos por igual, fuertes, poderosos, humildes y modestos chilenos”. LN



La nueva definición popular

Un sello ciudadano y de cercanía con la clase media y baja pretende imponer el debutante presidente de la UDI, Hernán Larraín, a su mandato de dos años en el gremialismo. El legislador aseveró que siguiendo el legado del fundador Jaime Guzmán, la “UDI Popular” buscará acercarse más a la población a través de asuntos sociales, tras una fase en que las secuelas del caso Spiniak y el deterioro en la Alianza que esto generó fueron prioridades.

“Cuando iniciamos este período, a quienes representamos es el mundo popular y la sufrida clase media, que no recibe beneficios, sino que castigos diariamente. Ese es nuestro compromiso”, dijo ayer Larraín que, precisamente, dedicó su primera jornada al mando de la UDI a suscribir un acuerdo del partido con la población para abordar los problemas de mayor preocupación social. Educación, desempleo, delincuencia y las alzas tributarias, fueron los cuatro frentes en que la UDI prometió “jugársela” por la gente.

El timonel asumió el sábado en lo que fue un nuevo episodio del “consenso UDI”, ya que fue nominado como candidato único de la directiva y en el consejo general, al no haberse presentado otra lista, fue ratificado como tal. Pese a que el resultado final del proceso de la UDI fue idéntico al de años anteriores, esta vez el mecanismo tuvo algunos ruidos, especialmente en el verano cuando se desató la fiebre “disidente”, encabezada por el alcalde Francisco de la Maza.

De esta cruzada democratizadora poco se sacó en limpio. Quizás el avance más significativo fue la creación de las comisiones modernizadoras, cuyas propuestas, en todo caso, tampoco significan un cambio radical para la tienda opositora. El salto más importante fue el aumento de 15 a 25 miembros en la comisión política, que quedó liderada por el empresario José Yuraszeck -éste se había desvinculado de la instancia por el caso Chispas-, seguido por Juan Jorge Lazo, un histórico muy cercano al ex timonel Jovino Novoa.

En la colectividad hay certeza de que se mantendrá el talante partidario que hasta ahora ha primado, y que durante este lustro fue por vez primera criticado, especialmente porque si bien Larraín no es un histórico, ha estado desde siempre vinculado a la UDI y porque su núcleo quedó compuesto por figuras de arraigo partidario y representantes de la generación bisagra disciplinados que aseguran mayor contacto con las bases. Sin implicar, claro, un riesgo para

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