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T r i b u n a c h i l e n a

Situación Política Nacional (3ra Asamblea MPT 31 octubre 2009)

Situación Política Nacional (3ra Asamblea MPT 31 octubre 2009) I. La Crisis Económica Mundial

II. La Política Exterior de Obama hacia América Latina

III. La Situación Nacional

IV. La Coyuntura Electoral

V. Trabajadores Unidos en un Voto Nulo Util y Combativo





I. La Crisis Económica Mundial

Las cifras que dan cuenta de la marcha del capitalismo internacional y de las mayores economías del mundo son ampliamente negativas. Al terminar el primer semestre, los pronósticos del FMI para 2009 son de una caída del PIB mundial de un -1,4%, después de más de 60 años de crecimiento. La recesión más profunda se anuncia para México, Rusia, Alemania y Japón, con caídas entre -7,3% y -6,0%. EE UU caería un -2,6%, mientras América Latina, según CEPAL, lo haría en un -1,9%.1 Una recesión profunda y sincronizada.



Las autoridades políticas y económicas del centro del capitalismo mundial permanecen absortos en revertir la crisis económica y financiera en sus componentes cíclicos; sin capacidad siquiera de atender a sus factores estructurales. Es decir, siguen centrados en minimizar la pérdida de los grandes banqueros privados y en devolverles liquidez y solvencia a costa del dinero de los contribuyentes. Y aspiran, a mediano plazo, a la recuperación de una demanda efectiva, que vuelva a dinamizar la producción y el intercambio en el marco básicamente intangible del capitalismo internacional. Con esta misma mirada miope, se animan ya a pronosticar el término de la recesión en el segundo semestre de 2009, confundiendo un rebote casi “estadístico” con una recuperación y salida efectiva de la crisis.



Enormes y masivas intervenciones fiscales y monetarias han logrado disminuir el ritmo de caída de las economías imperialistas en particular en EE.UU., pero las medidas tomadas en muchos casos están acrecentando gravemente el endeudamiento público y los déficit fiscales. Como consecuencia, el conjunto de las medidas adoptadas, más allá de sus efectos temporales de alivio parcial, podría estar sembrando una recaída más profunda en el futuro mediato (luego del segundo semestre de 2010).



La deuda pública de los EE UU supera ya el 70% de su PIB y la administración Obama colocará más de 2 billones de dólares más en Bonos del Tesoro durante 2009. El déficit fiscal 2009 es ya de 1,27 billones.



El comercio mundial ha colapsado y se proyecta una reducción del 12 al 13% en 2009; una caída aún mayor – de hasta un 50% registrarán las inversiones extranjeras directas, mientras una parte de los enormes estímulos crediticios del capitalismo central parece estarse canalizando a nuevas burbujas especulativas en las bolsas de valores. ¿Por qué? Desde 2005 han producido cambios importantes en los mercados de futuros de materias primas. El comienzo de los llamados fondos institucionales, así como reglamentos indebidamente laxos permitiendo demasiado apalancamiento, alimentando esta burbuja. De las materias primas como un todo y en términos monetarios, ha crecido la inversión en estos mercados de futuros de 13.000 millones de dólares a más de 250.000 millones de dólares, que significa que ha multiplicado por casi 20 en apenas los últimos cuatro años. En resumen, es difícil cuantificar qué parte de los actuales precios del petróleo corresponde a la burbuja especulativa financiera y qué parte a factores básicos del mercado del crudo. Hasta que esto suceda, los precios del petróleo continuarán inestables y la economía mundial seguirá sufriendo los efectos negativos. Lo mismo que a la demanda de petróleo y de metales, como el cobre, que han visto repuntar sus índices y sus precios en este semestre.



Al margen de lo cual, la caída de la inflación y aún la deflación impera en la mayoría de los mercados, a pesar de que las tasas de interés han sido llevadas a sus pisos históricos.



En el plano de la economía real, sin embargo, no se avizora aún luz al final del túnel. Las pérdidas de la banca internacional y de las grandes empresas transnacionales continúan revelándose – aunque parte de ellas sigue oculta – los procesos de ajuste, con anuncios de masivos despidos de personal, no dan tregua. El desempleo podría crecer entre 30 y 59 millones más, a nivel mundial, según la OIT. Tanto en EE UU como en América Latina la tasa ya supera el 9% y el “peak” de la desocupación se prevé para mediados o fines de 2010. Caen los salarios y el consumo de las familias trabajadoras. En este contexto, cualquier recuperación es por definición sumamente precaria.



El decisivo tema de una reforma del sistema monetario internacional sigue postergado. Mientras el dólar perdure como moneda hegemónica de reserva, EE UU tendrá en su emisión ilimitada una fórmula barata para resolver sus problemas, que pone al mundo en una tensión cada vez más peligrosa frente a la eventualidad de su brusca o sostenida devaluación. Devaluaciones competitivas de otras monedas pueden dar lugar a conatos de guerras monetarias y comerciales. Y a que persista una fuerte volatilidad cambiaria.



La reunión del G-20 en abril tuvo un forzado consenso, de impacto poco trascendente. EE UU impuso un mayor estímulo fiscal y crediticio –a través principalmente de un recapitalizado FMI-, mientras Francia y Alemania ponían el acento en un conjunto de medidas y criterios para fortalecer la regulación y supervisión del sistema financiero -como el fin del secreto bancario-, sin que se concretase siquiera una reforma del FMI ó del Banco Mundial. Se limitaron a crear un Consejo de Estabilidad Financiera, con funciones de supervisión, que operará en forma anexa al FMI.



La conferencia de la ONU sobre la crisis económica y financiera, realizada a fines de junio, abrió un pequeño espacio alternativo, el G-192- para su propia conveniencia decidió debatir los lineamientos de la acción internacional concertada para hacer frente a la crisis; en el que al menos resonaron las voces de los países del Sur. La presión de los países del Norte, sin embargo, logró eliminar la mayoría de las recomendaciones del informe Stiglitz del proyecto de declaración final, lo cual era de esperar.



China y Rusia han reiterado su proposición de que los Derechos Especiales de Giro (DEG – El DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros. Su valor está basado en una cesta de cuatro monedas internacionales fundamentales. Los DEG se pueden intercambiar por monedas de libre uso. Tras la asignación general del 28 de agosto y la asignación especial del 9 de septiembre de 2009, el volumen de DEG paso de DEG 21.400 millones a DEG 204.100 millones (actualmente, el equivalente aproximado a US$317.000 millones). Del FMI reemplacen al dólar como moneda de reserva mundial. El proceso para esto se presenta complejo. El FMI tendría que asumir como formador de un mercado de compra-venta de DEG y actuar como emisor de ellos, por acuerdo de sus miembros.



II. La Política Exterior de Obama hacia América Latina

La tendencia al continuado debilitamiento de la hegemonía de EE UU y de sus aliados en la región latinoamericana y caribeña, prevaleció hasta el término del mandato de George W. Bush, más allá de su intenso activismo político, económico y militar orientado a contener y revertir la influencia creciente de las corrientes sociales y fuerzas políticas regionales y nacionales con que se enfrenta en el continente.



Poner freno a ese proceso, revitalizando el liderazgo de los EE UU, es el desafío que se planteó Barack Obama, desde antes de su nominación como presidente. Para ello, ha optado por profundizar, actualizar y ampliar una estrategia que ya venía siendo aplicada por sus predecesores, Bush y Clinton; retocándola formalmente con un nuevo discurso y gestos menores, que llamaron inicialmente a confusión –y a vanas esperanzas- en amplios sectores políticos y sociales latinoamericanos. La expectativa de un nuevo enfoque, que dejara atrás el intervencionismo político y militar del país del norte en la región, se ha esfumado al término de un semestre.



Desde el punto de vista de sus componentes, político-diplomáticos, económicos y militares, la versión Obama de la estrategia estadounidense contempla un refuerzo de los instrumentos de la diplomacia y del “soft power”, al mismo tiempo que aumentan los recursos y el despliegue de iniciativas militares y de seguridad a cargo de los Comandos Norte y Sur del Ejército de los EE UU. El componente comercial –de los TLCs- se está viendo acotado y hasta parcialmente desconocido por el nuevo gobierno estadounidense, que ha puesto en aplicación numerosas medidas proteccionistas, en el contexto de la crisis económica y financiera. Por toda compensación, Obama ha anunciado un monto mayor para asistencia inmediata y de créditos a las “poblaciones más vulnerables” de la región a través del BID.



La política imperial para la región, bajo Obama, da cuenta del avance que ha ido logrando el bloque de fuerzas bolivarianas y se propone como cuestión prioritaria e inmediata, aislarlo y hacerlo retroceder. Maniobra, para ello, buscando establecer una alianza con el bloque de fuerzas y gobiernos socialdemócratas –en particular, con Lula del Brasil y Bachelet, de Chile- y reforzar su posicionamiento en el bloque de países liderados por gobiernos títeres –México, Colombia, Panamá, Perú. EE UU se propone introducir una cuña entre las fuerzas bolivarianas y las de corte socialdemócrata, cuya convergencia ha sido fundamental para el avance que se ha ido logrando. Para tales efectos, la imagen y el discurso “progresista” del que se reviste Barack Obama les resulta de suma utilidad, por la audiencia que despierta en las fuerzas socialdemócratas.



En esta dirección y conciente de la necesidad de revitalizar plataformas políticas desde las que proyectar su estrategia y su maniobra, Obama concurrió al financiamiento primero, en marzo 2009, de una Cumbre de Líderes Progresistas, para ir ambientando su acercamiento al bloque socialdemócrata de la región. A la cumbre asistió su vicepresidente, Joe Biden y se invitó a los jefes de estado de Brasil, Uruguay, Argentina, junto a líderes del mismo signo y aliados de Europa –Reino Unido, España, Noruega- además del país anfitrión.



Vino luego, en abril, la V Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, con la que Obama se propuso relanzar este espacio –paralizado luego de la “muerte” del proyecto del ALCA en noviembre 2005-. Convocada bajo nuevas consignas -la promoción de la prosperidad humana, la seguridad energética, la seguridad pública y la sostenibilidad ambiental- la reunión concluyó sin que se alcanzase un consenso para firmar la Declaración preparada previamente, por incluir compromisos que fueron cuestionados desde sus inicios por los países integrantes del ALBA.



Sin aceptar el levantamiento del embargo hacia Cuba que le planteó una mayoría de los asistentes a esa cumbre, Obama salió relativamente bien librado del evento, al que asistió luego de ordenar la relajación de restricciones sobre los viajes a la isla caribeña y de las remesas para los cubano-estadounidenses. Gestos y discurso parcialmente autocrítico y llamando a una “nueva relación”, le permitieron recuperar audiencia y disponibilidad al entendimiento, incluso por parte de Venezuela, Bolivia y Cuba –ausente de este espacio-. En relación a las denuncias de Evo Morales sobre el apoyo de EE UU a las acciones desestabilizadoras que se registraban en Bolivia, respondió enfáticamente: “Sólo quiero que quede absolutamente claro que me opongo y condeno absolutamente cualquier esfuerzo con fines de derrocar violentamente a gobiernos electos democráticamente, en cualquier parte del hemisferio”.



A principios de junio, EE UU sufrió una histórica derrota en el seno de la OEA, al aprobarse la resolución que anuló la exclusión de Cuba del sistema interamericano, sin establecer las condicionalidades que sus representantes quisieron mantener. A pesar de ello, en tal asamblea, la XXXIX de este organismo realizada en San Pedro Sula, se aprobaron otras cerca de 90 resoluciones, “que garantizan la continuidad de las acciones multilaterales emprendidas por las administraciones de W. Clinton, George W. Bush y de manera más reciente de Barack Obama” que en una mirada crítica “conducen a fortalecer la hegemonía estadounidense” en nuestro hemisferio. Este contradictorio resultado da cuenta, sin duda, de diferencias y alineamientos insuficientemente. Por un lado EE UU continua con su política de impedir la influencia cubana en América Latina y por otro trata de facilitar que la burguesía cubana gusana de Miami se beneficie o eventualmente recupere lo expropiado.



Todo este desempeño en el ámbito político-diplomático de los EE UU bajo Obama se vio fuertemente sacudido con el golpe militar en Honduras, el 28 de junio reciente. Apareció entonces en toda su desnudez la continuidad y profundización de la “dimensión oculta” de su política exterior: la que llevan adelante el Pentágono y las agencias de seguridad de los EE UU a través de sus múltiples tentáculos en la región, encabezados por el Comando Sur del ejército estadounidense en conjunto con los funcionarios del Departamento de Estado, que operan desde las embajadas en cada uno de los países del continente.



La necesidad de estrechar el cerco militar sobre la región resulta evidente para los estrategas imperiales en presencia de una crisis económica profunda, que debilita agudamente la gobernabilidad y la pervivencia de los sistemas de dominación imperantes en América Latina y el Caribe. La opción de desbaratar por la vía represiva y militar el actual ciclo de luchas populares se ha reafirmado y extendido a casi todos los países del continente. Consecuentemente, no sólo se han incrementado los presupuestos de ayuda militar a distintos países de la región, sino que existen diversas campañas de montajes, operaciones encubiertas, acciones comunicacionales, orientadas a crear un clima de inseguridad y “amenazas internas y externas” que hagan socialmente justificado el armamentismo, la militarización y el despliegue e intervención creciente de los aparatos policiales y militares en la contingencia política, o sea volver a su antigua política de “conflictos de baja intensidad”.



La retoma de la iniciativa estratégica que de esta manera se propone EE UU apunta a revertir el cambio en la correlación de fuerzas que a nivel de América latina y el Caribe se produjo en la pasada década, no sólo desestabilizando a los gobiernos de corte bolivariano, sino que haciendo capitular a los de corte socialdemócrata en cuanto a sus políticas de defensa y seguridad interior y abrir de esta manera mayor espacio a su recambio por gobiernos autoritarios y de derecha más auténticamente patronal, como los que prevalecen al momento en México, Colombia y Perú.



III. La Situación Nacional

El ministro chileno de Hacienda, Andrés Velasco, y el presidente del Banco Central, José de Gregorio expusieron ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados el 27 de julio de este año, advirtiendo que los signos de mejora que se advierten en la economía mundial no significa que se esté viviendo una recuperación de la crisis.



Con las señales de recuperación se tiende a olvidar que este será el año más contractivo de la economía mundial, dijo Velasco, mientras De Gregorio sostuvo que aún es prematuro sostener que en el mundo se dejaron de producir malas noticias.



Estos análisis y diferencias de opinión son similares a la de los dirigentes de EEUU o los economistas de Wall Street o la City. Es que en estos últimos meses a nivel mundial hay distintos indicadores que darían luz verde para pasar a una tendencia de recuperación económica, mientras otros siguen muy cautos el desenlace de la crisis financiera.



El gobierno por razones electorales ha tomado la posición del optimismo, intentando inyectarle más confianza al mercado. Habría otros signos de “brotes verdes” y de recuperación económica: el aumento de un 8,8% en las ventas minoristas en Santiago; las ofertas crediticias que empezaron a ofrecer los bancos; que el desempleo no está tan alto; y que la caída del crecimiento anual esperan en el gobierno sea de 0,25 a 0,75% (aunque muchos economistas plantean que el decrecimiento será mayor, bordeando al -2%) ¿Estamos ad portas de una recuperación económica? ¿Ya pasó lo peor de la crisis? Estas son preguntas abiertas y en permanente discusión.



Pero hay otros análisis, que al parecer no coinciden plenamente con el optimismo de A. Velasco y que la Presidenta ha estado divulgando en este periodo electoral. El 4 de junio, la agencia de las Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con base en Ginebra, emitió un comunicado advirtiendo que los altos niveles de desempleo a nivel mundial podrían producir; “una inestabilidad social y política a nivel internacional”. Entre las principales conclusiones de la OIT se encuentran:



- Se prevé que las tasas de desempleo mundial pueden alcanzar 7,4 por ciento este año, lo que significaría que 59 millones de trabajadores perderían sus puestos de trabajo, elevando el número total de desempleados internacionalmente a 239 millones. Esto sería la primera vez que el desempleo mundial pasara el 7 por ciento.

- Que los pobres del planeta que viven con menos de $2 dólares al día subirán a casi 200 millones de personas este año en comparación con el 2007. Mientras tanto, el número de los que subsisten con menos de $1,25 dólares diarios se espera que aumenten en 53 millones de personas.

- Citando cifras producidas por la organización y la alimentación agricultura (FAO), el informe señala que, lejos de avanzar hacia un objetivo internacional para reducir a la mitad el número de personas desnutridas en 2015, e la reciente escalada especulativa de los precios de los alimentos, va a aumentar a los mil millones las personas que pasan hambre.

- Se espera que el número de jóvenes sin empleo aumentará hasta 17 millones este año, aumentando la tasa mundial juvenil de desempleo del 12 por ciento en 2008 a 15 por ciento en 2009.

- Incluso en los 30 países que conforman la Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE), la mitad de los desempleados no reciben ningún beneficio de desempleo. Y cuando existen tales prestaciones, son con frecuencia inadecuados para satisfacer las necesidades de los desempleados. En la mayoría de los denominados países en desarrollo, no hay en absoluto tales beneficios. Como resultado, 8 de 10 trabajadores cesantes en el mundo carecen protección.



Hay ciertos “signos” que nos muestra que hay índices de recuperación económica. Pero centralmente son índices que darían “la posibilidad” de una recuperación netamente parcial, es decir, que no abre en ningún caso perspectivas de largo aliento o un período de de bonanza, para los patrones por supuesto como sí sucedió desde el 2002 con altas tasas de crecimiento. Un país como nosotros, se siente afectado por todo un periodo en que los países ricos se aprietan el cinturón, al racionar los “postres”, vinos, pescados y otras “delicatessen” aparte de las materias primas. Esto, porque son las propias bases estructurales de la economía capitalista las que alimentan las crisis y de la cual no pueden salir fácilmente, esto es, que tras largos años de ofensiva capitalista sobre los trabajadores, el capitalismo ha ido reduciendo fuertemente el salario obrero para mantener mayores ganancias, esta ganancia fué a parar a una fuerte especulación en el mercado accionario y bursátil, y solo se pudo sostener en base a un gigantesco sobreendeudamiento de los hogares trabajadores, no solo en nuestro país sino también en los países imperialistas.



Lo único que han hecho los patrones es continuar con sus métodos “anticrisis” que han ocupado siempre: despidos y rebajas salariales. En nuestro, la suspensión de la construcción del edificio de Costanera Center fué el símbolo de que la crisis había infectado el país, desmintiendo los dichos de Velasco acerca del blindaje de nuestra economía. Ya han cerrado cerca de 60 aserradores forestales en el sur, mineras de medianos pirquineros a inicios de año cerraron más de 40 faenas. Los empresarios salmoneros cierran empresas que condenan a comunidades enteras a la cesantía. En la construcción se han paralizado edificios y construcciones, y se ha despedido a casi 1/3 de los trabajadores de la construcción, es decir, cerca de 200.000 desde los inicios de la crisis. En el comercio junto a los despidos, rebajan los salarios y muchos dependientes viven a comisiones.



Los empresarios para frenar la crisis y seguir manteniendo ganancias, lo hacen a través de “rebajar los costos de producción” es decir, los salarios de los trabajadores. Mientras, los patrones siguen manteniendo millonarias ganancias. Por ejemplo, el sector bancario donde ha habido cientos de despidos, de conjunto este semestre tuvo utilidades cercanas a 1.000 millones de dólares. Las mineras, sector donde se han despedido más de 20.000 trabajadores mantienen millonarias ganancias tras el repunte del valor del cobre, hoy cercano al U$2,5 la libra. Las patronales salmoneras como Aqua Chile o Aguas Claras, fuertemente anti-obreras como mostró su impunidad contra los trabajadores en numerosas huelgas desde el año 2006, se siguen beneficiando de rebajas tributarias, planes de ayuda del Estado y leyes a favor de los patrones como la ley acuícola, mientras a mansalva vienen despidiendo trabajadores para frenar la caída en sus ventas. Las trabajadoras y trabajadores de Quellón lo saben mejor que nadie: estuvieron años trabajando con salarios míseros en las salmoneras -donde los capitalistas ocupaban centralmente mujeres para rebajar salarios-, y ahora la crisis la descargan sobre ellos, como muestran los datos de un 60% de desocupación en este pueblo al sur del país. Las cifras oficiales de desempleo es más del 10% a nivel nacional, otros cálculos indican más de millón y medio de trabajadores cesantes.



Mientras, hoy día 29 de octubre los bancos reportan ganancias por 860.555 millones de pesos (unos 1.620 millones de dólares) obtuvo el sistema financiero local entre enero y septiembre, según informó la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras.



Así, ganancias de los bancos chilenos tuvieron un alza de 6,72% en septiembre en relación al mes anterior. El banco Santander, el más grande de la plaza, obtuvo ganancias por 298.757 millones de pesos, mientras que el Banco Chile, ligado al Grupo Luksic informó ganancias por 191.228 millones de pesos.



IV. La Coyuntura Electoral

El fantasma del voto nulo asusta a la clase política chilena. Sin distingo de siglas o ideologías, los dirigentes de todos los partidos políticos, sus intelectuales orgánicos, la Iglesia católica y las instituciones electorales temen que en diciembre los votantes no voten por alguna de los candidatos estampados en el voto. De ahí que previo al cierre de los registros se intensifico la campaña radial y televisiva por la inscripción y el “derecho” a voto.



Según las cifras oficiales hay unos 8 millones de inscritos en el Registro Electoral, de los cuales de acuerdo a las últimas elecciones votarían algunos 6 millones, mientras un par de millones anula o vota en blanco. Esto se debe a que la población asocia cada vez más a la casta política con la corrupción, el tráfico de influencias y las ambiciones políticas, relacionadas con el control del poder para beneficio de unos pocos. Lo cierto es que en nuestro país hay un agotamiento del tipo de democracia heredado de la dictadura, hay un cuestionamiento creciente a la representatividad real del mundo parlamentario, pues no debemos olvidar que el actual sistema electoral es antidemocrático y excluye a alrededor del 15% del electorado de su derecho a tener representante populares en el Congreso de la nación.



Todos sabemos que el sistema binominal es intrínsecamente antidemocrático y, como tal, no encuadra ni siquiera en los sistemas electorales proporcionales y mayoritarios, propios de la democracia burguesa. De hecho, el único otro régimen político que lo ha utilizado en el mundo, aparte del chileno, fue la dictadura del general Jaruzelski en Polonia.



El que la Concertación y sus nuevos aliados comunistas haya dejado de llamar antidemocrático al sistema binominal, no transforma a éste en democrático, sino que sólo desprestigia aún más a dicho conglomerado, que olvida sus postulados originales en pro de la democracia, prefiriendo saciar sus apetitos de poder.



Este sistema binominal, por su parte, ni siquiera merece ser considerado propiamente un sistema electoral, ya que está diseñado para impedir que la mayoría electoral se vea reproducida como tal en el Congreso, mediante la sobre representación de la minoría, con un consecuente empate de fuerzas, lo que es una burla de la voluntad del electorado. Por ello, más que un sistema electoral, constituye un fraude electoral. Jaime Guzmán, quien diseño este aberrante sistema en pro de la Dictadura y la perpetuación de su legado, mediante el expediente de impedir el gobierno de la mayoría no le caben reformas ni perfeccionamientos, sino sólo su eliminación. El sistema político ilegítimo y escandaloso que nos rige, es una burla constante a los ciudadanos, merced a la entrega de todo el poder a una élite, que se siente plenamente cómoda usufructuando de aquél y eternizándose en los cargos, sin correr el menor riesgo – gracias al antidemocrático sistema binominal- de que el voto ciudadano pueda poner término a este disfraz de democracia. Dicha autocomplaciente y extraviada clase política, ha llegado a justificar este régimen espurio como una “Democracia de los Acuerdos” o “política de consensos” -acuerdos y consensos totalmente ajenos al sentir del pueblo trabajador, pero que, en virtud de lo que hemos conocido y sufrido, debiera denominárselo más certeramente como, Democracia de los Conciliábulos, como ha sido el Pacto de Omisión entre la Concertación y el Partido Comunista. El Partido Comunista comenzando con su Pacto de Omisión se transformo en el furgón de cola de la Concertación, socios del neoliberalismo (léase capitalismo), socios de quienes están hambreando al pueblo, destruyendo la salud pública y la educación pública, cerrando las posibilidades de los pobres de Chile, a la mayoría de los chilenos. Esa es la dimensión de la traición a los trabajadores y al pueblo, que están llevando a cabo el Partido Comunista.



La clase política chilena esta agotando ya sus últimas reservas de credibilidad. El sistema de partidos se colapsó. El país no cabe en el régimen político. Existe una creciente y profunda desconfianza de amplios sectores de la ciudadanía con los mecanismos de representación y mediación política institucional. Esta mezcla de malestar, incredulidad e indignación no se concentra en un partido, un funcionario o un representante en especial, sino que involucra a la mayoría. Muy pocos se escapan. La corrupción mancha a casi todos. Los partidos padecen inacabables conflictos internos. Las peleas entre las personalidades políticas de mayor renombre son interminables.



En estas circunstancias ningún acontecimiento, por grave que sea, permanece mucho tiempo en la agenda pública. Un escándalo tapa a otro. Su vida es fugaz.



Además del agotamiento del régimen y el hastío y la desconfianza ciudadana, la eclosión de quienes promueven la anulación del voto y de quienes piensan abstenerse no es ajena a estos hechos que han modificado la fisonomía del país y que los políticos no parecen haber comprendido cabalmente y los medios electrónicos han contribuido, no solo en nuestro país sino a nivel planetario que sectores de la juventud pierdan toda confianza en los políticos tradicionales, lo cual es aumentado por la corrupción y negociados crecientes.



Lo segundo es la precarización laboral que han disuelto identidades y lealtades tradicionales asociadas con el mundo del trabajo. Lo tercero es el creciente número de conflictos sociales en todo el país que se desarrollan al margen de los partidos políticos o de los intermediarios sociales tradicionales. Centenares de protestas del pueblo mapuche, defensores de derechos humanos y ecologistas defendiendo lo derechos de agua, entre otros surgen en todo el país. Muchas se han ido radicalizado. Con frecuencia han desbordado los canales institucionales para atenderlas. Quienes participan en estas movilizaciones no ven que la solución de sus problemas dependa necesariamente de votar por un candidato en particular. Con la izquierda partidaria hambrienta de ser parte del botín estatal y la mayoría de su liderazgo desprestigiado, en estos comicios un importante sector juvenil y de trabajadores y pobladores no siente más que repugnancia frente los comicios que se avecinan.



Un cuarto motivo, es la corriente de opinión en favor de la anulación del sufragio, que en el pasado fueron promotores de las distintas variantes del voto útil, y que ahora no están dispuestos a dejarse arrastrar por el dilema de sufragar por tal o cual partido en específico o ser avasallados por el peligro mayor. La quinta causa es la agresiva campaña entre partidos la clase política que lo único que hacen es insultarse recíprocamente, levantando solo posiciones banales y huecas, que no ofrecen ninguna salida a las necesidades de las clase populares.



V. Trabajadores Unidos en un Voto Nulo Util y Combativo

Cuando solo la Concertación y la Alianza, son los únicos con reales posibilidades de salir electos, y no hacen más que promover una economía política neoliberal, y firmar al destajo tratados y alianzas de libre comercio con países, que nos roban nuestras riquezas naturales, dañan el medio ambiente en forma prácticamente irreparable, y nos explotan con salarios de hambre. Y donde la clase política de concejales a ministros, están envueltos permanentemente en escándalos de latrocinio y corrupción, lo natural es que la gente piense que los candidatos que se están presentando en estas elecciones, no van a dar ninguna solución real a los problemas que enfrenta la clase trabajadora y el pueblo pobre, todo lo contrario, lo que hacen es agudizar el estado en que nos encontramos. Bajo este escenario, donde los que luchamos por cambios reales, y donde las distintas propuestas de los trabajadores y los estudiantes no son escuchadas, votar por el menos malo es ir en contra de los principios de cada persona, es una incoherencia de la persona consigo misma.



Por eso los socialistas revolucionarios, plantean el voto nulo combativo, es un voto completamente válido, es representativo del sentir y del pensar de la juventud, de los trabajadores, las mujeres y el pueblo que sufre día a día los efectos de cesantía, la falta de atención efectiva en la salud, la educación, los servicios sociales y la falta de vivienda. Lo que hay que impulsar no es que la pelea se acabe el día de las elecciones, lo que realmente hay que hacer es cambiar el sistema electoral, sistema que no esta siendo representativo y que deja disconforme a la gran mayoría del pueblo. No hay que permitir que existan solo dos opciones, hay que ser consecuente y sincero, hay que luchar porque realmente el Voto Nulo Combativo junto a las movilizaciones, por mejor educación se transforme en un movimiento por cambios auténticos, donde los trabajadores estampen en la papeleta electoral su marca de clase contra el sistema neoliberal que nos estruja.



Optamos por el Voto Nulo Combativo, porque la Concertación en su pacto con la derecha, nos engañaron con falsos conceptos de libertad, en una transición a la democracia que se hace eterna, solamente para mantener el sistema neoliberal implantado por la dictadura y que le sirve a ambos, para seguir enriqueciéndose a costa nuestra. Todos los que apoyamos el VOTO NULO COMBATIVO debemos unificarnos en un gran movimiento contra el sistema que parió el binominalismo, el neoliberalismo capitalista.



Por que quien vota nulo, en realidad, asume una actitud activa, combativa y cuestionadora, pues al no a elegir a ninguno de los contendientes está expresando un rechazo a la totalidad de las ofertas electorales que se le presentan en el cuarto oscuro, y ese rechazo equivale a un severo cuestionamiento al sistema político en bloque: expresa la enérgica protesta del votante por la ausencia de opciones electorales renovadas, serias y responsables.



Al no otorgar su preferencia a ningún partido, y anular se está denunciando que existe una crisis de representación política generalizada y profunda, y está reclamando, por una vía indirecta, que el sistema político se renueve y que los partidos se abran a nuevas ideas, alternativas y propuestas.




CONVOCATORIA:

Con base en lo señalado convocamos a todo el pueblo a VOTAR NULO, por ser la única opción cargada de futuro, que responde a una actitud transparente y honesta, desprendida de intereses egoístas e individualistas, con proyección de cambio. Nuestra vida y nuestro mundo son demasiados importantes para que deleguemos su dirección y custodia en ineficientes políticos apartados de los interese de la mayoría de los trabajadores y el pueblo pobre.



A VOTAR Nulo para eliminar de un tajo a la dirigencia que ha venido usufructuando el poder, dejando solo promesas, mentiras, miseria y atraso regional, y así construir, como lo permite una nueva alternativa, nuevas propuestas y figuras, donde sangre renovada, que quiera el verdadero cambio, tenga la opción de acceder al poder, con propósitos como los planteados en este documento.


VOTAR Nulo es mejor que abstenerse. Los políticos tradicionales prefieren la abstención por que con ella han convivido siempre, sin sentir amenazado sus intereses.



Las encuestas nos favorecen con un alto porcentaje de no inscripción:

- Porque vivimos en una democracia fingida.

- Porque los políticos se convirtieron en una oligarquía inamovible.

- Porque nadie es electo, la sociedad no tiene poder, porque estamos presos a las decisiones de unos cuantos.

- Porque la corrupción y las decisiones arbitrarias son el pan de cada día.

- Porque estamos hartos de las mentiras, los gastos excesivos en las campañas y la retórica electoral.

- Porque es un primer paso revolucionario.

- Porque votar por algún candidato es conformarse.

- Porque votar por la Alianza o Concertación es mantener el sistema.

- Porque no podemos tolerar los abusos.

- Votar nos hace participe de un sistema electoral fallido



Los trabajadores y el pueblo tienen que organizarse en una campaña por el VOTO NULO UTIL Y COMBATIVO

¿Cómo pueden los trabajadores, la juventud, las dueñas de casa enfrentar al gobierno abusador que atenta contra sus intereses mientras protege los intereses de los ricos y poderosos? Cualquier respuesta a esta pregunta tiene que partir de una premisa: el pueblo trabajador tiene que organizarse para enfrentar la situación y proponer sus propias alternativas para conseguir salarios dignos para defenderse de las continuas alzas de precios, educación de calidad para sus hijos, un sistema de transporte humano, entre otras cosas. La organización de comités nacionales, regionales y locales de lucha se hace necesaria para quebrarle la mano al gobierno. Los estudiantes, los trabajadores forestales, los subcontratados del cobre, los empleados fiscales, son algunos de los ejemplos de las luchas que tenemos que seguir dando para defender nuestros intereses. Sin embargo, no podemos seguir combatiendo por separado, pues será más difícil tener éxitos contundentes y duraderos. En la unión está la fuerza.



Por eso debemos intentar crear un movimiento amplio de apoyo mutuo y de contraofensiva contra el gobierno que nos la falta de una pronta atención en la salud, una educación que ni siquiera merece ese nombre. Entendemos que es preciso reconstruir un movimiento obrero y popular independiente de los patrones y el gobierno, para desarrollar una lucha tenaz contra la ofensiva actual del gobierno contra el pueblo, ya que cualquiera sea el gobierno que venga, va a estar al lado de los patrones y nos van a apretar más si no estamos preparados.



A pesar de que cada vez mejora la tecnología y aumenta la productividad del trabajo, y las exportaciones de minerales y de la agroindustria, acumulan grandes dividendos, cada vez el pueblo vive en peores condiciones. Resulta contradictorio que el nivel de vida de las mayorías trabajadoras se deteriore en una sociedad en la cual cada vez se crea más riqueza. Es una muestra de que la sociedad capitalista tiene que ser superada por una sociedad más justa y que responda a los intereses de las grandes mayorías trabajadoras y no a los intereses de los ricos y dueños de las grandes empresas capitalistas. La construcción de esta sociedad tiene que ser producto de la participación de esas grandes mayorías trabajadoras del país. Pero esa lucha, empieza por batallas inmediatas, apoyando a los sectores que ya están en lucha y a la vez preparándonos para luchas futuras. Mientras los trabajadores no nos organicemos independientemente y en organizaciones sólidas, amplias, masivas y democráticas, los patrones y el gobierno seguirán intentando que seamos los trabajadores los que paguemos por sus crisis.



El movimiento obrero tiene que mantener una lucha permanente frente la ofensiva patronal, lo cual se debe manifestar en movilizaciones, piquetes, y todo tipo de acciones dirigidas a demostrar en toda su capacidad la gran fuerza del pueblo trabajador unido. No se debe descartar ningún tipo de acción. Debemos desarrollar estrategias de lucha superior a las que hemos llevado a cabo en el pasado. Los trabajadores, que somos la mayoría del país y los que creamos las riquezas, tenemos que entender la necesidad de organizarnos como fuerza política independiente en un partido de los trabajadores que sea capaz de lograr el poder político para gobernar a favor de nuestros propios intereses como clase obrera.



El invierno del año pasado había una enorme falta de confianza en los lideres empresariales del mundo y los políticos de la globalización, como también sus escribas y propagandistas – si un partido obrero que hubiera tenido un apoyo significativo en el movimiento obrero, hubiera salido a las calles, que hubiera encabezado las salidas de las fabricas y talleres, hubiera agitado soluciones radicales anticapitalistas. Se hubiera ganado la audiencia de las masas y nos habríamos asegurado que los arquitectos de la crisis financiera más grande de la historia, no tuvieran una nueva chance de despedir obreros y cortarles sus salarios.



Ese momento ya pasó, debemos prepararnos y organizarnos para levantar el instrumento político que necesitamos para confrontar la próxima crisis del capital. El VOTO NULO es parte de esa preparación y agitación para ganar adeptos, para que los militantes engañados de los partidos tradicionales se sumen a ese movimiento que los alertó y les dijo que una vez más serian engañados, ES EL MPT.





Diego Carmoni

Octubre, 2009

Comisión Educación Política MPT

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