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Gran polémica en EE UU por el discurso de Chávez

Gran polémica en EE UU por el discurso de Chávez Por: Agencias| 22/09/06

Presidente Chávez en la ONU
Credito: AP
También hubo reacciones en Bruselas, La Habana, Montevideo y otras capitales. La comunidad latinoamericana en Estados Unidos aplaudió el discurso. Clinton lo criticó. Otros analistas señalaron que dijo la verdad, aunque no compartieron el tono. Editoriales en grandes periódicos.

El discurso del presidente Hugo Chávez, ante la Asamblea de la ONU, en el que hizo duros cuestionamientos a su homólogo George W. Bush y a su política, fue el tema central ayer en Estados Unidos. Los grandes diarios, personajes como el ex presidente Bill Clinton, sectores de opinión y analistas se refirieron al mismo.

“Muchas de las cosas que dijo son ciertas”, dijo Larry Birns, director del Consejo de Asuntos Hemisféricos, en Washington, quien, sin embargo, criticó el tono de las palabras de Chávez.

“Venezuela asume el liderazgo en la batalla de los discursos”, tituló el New York Times su editorial.

En Los Ángeles, California, los medios de comunicación hispanos abrieron espacios para que la gente diera su opinión. “Es un valiente que habla por nosotros”, dijeron muchos de los inmigrantes latinos que llamaron a emisoras y televisoras. Algunos analistas consideraron que ahora vendrá algún tipo de respuesta oficial del Gobierno de Estados Unidos.
Texto: H. Morales / AFP / AP

Veintitrés minutos le bastaron al presidente Hugo Chávez para entrar en la historia de la ONU. Su verbo crítico hacia Estados Unidos aún retumba en la gran manzana y sus ecos se expanden por el mundo despertando críticas y adhesiones.

Sus palabras sobre el presidente norteamericano, George W. Bush: “El diablo estuvo aquí”. “Todavía huele a azufre”, hicieron recordar célebres momentos en la historia de las asambleas generales de la ONU, como el zapatazo en la mesa del líder soviético Nikita Kruschev, en 1960, o el discurso del palestino Yasser Arafat, en 1974, con una rama de olivo y una pistola.

La intervención newyorkina de Chávez supero con creces, según el diario The New York Times, cualquier expectativa.

“¿Irán? Venezuela asume el liderazgo en la batalla de los discursos antiestadounidenses”, tituló el rotativo sobre las palabras de Chávez.

“Al final, el presidente Mahmud Ahmadinejad perdió la tan promocionada guerra verbal lanzada contra el presidente Bush en la Asamblea General. Chávez llegó y se llevó el premio”, afirmó el Times.

Uno de los primeros en reaccionar al discurso fue el ex presidente Bill Clinton, en una entrevista en la emisión de Larry King en CNN, quien dijo estar en contra de los calificativos de Chávez hacia Bush.

“Podría decir que está en desacuerdo con el presidente Bush, en vez de llamarle 'el diablo’. El problema con este tipo de política divisiva es (...) que uno nunca sabe donde acaba”, dijo el ex mandatario.

Cuba, como no podía ser de otra forma, se deshizó en elogios hacia la posición del Mandatario venezolano. “Nada de medias tintas. Su discurso fue otra vez un martillazo atronador que sacó las verdades diciéndolas por su nombre e, incluso, intentó hacer luz entre la ciudadanía estadounidense embotada por la perorata patriotera con que Bush ataca y depreda al planeta”, subrayó el periódico Juventud Rebelde.

Posición contraria asumió la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner. “Creo que esto es algo que no merece ningún comentario. No es digno”, declaró la comisaria en una conversación telefónica con EFE desde Nueva York.

El internacionalista Alejandro Sauce aseguró que, obviamente, el verbo usado por el Presidente venezolano no es el usual. “El lenguaje en las relaciones internacionales es un factor clave. Fue Estados Unidos quien después del 11 de septiembre estableció una dicotomía: aquí está el bien y allí el mal”, agregó el especialista.

Chávez, a decir de Sauce, “generó un impacto profundo al utilizar palabras que van directamente al meollo del asunto”.

Vaya que causó un impacto profundo, el libro que promocionó en la ONU, Hegemonía o Supervivencia, del escritor estadounidense Noam Chomsky, se ubicó, ayer por la tarde, entre los diez libros más vendidos de los servicios en internet de las librerías Amazon y Barnes & Noble.com.

El propio Chomsky dijo, en entrevista a CNN, que difiere con Chávez sólo en cuanto al término diablo que usó para referirse a Bush, pero convalida todas sus apreciaciones sobre “la amenaza que representa la administración Bush”.

La intervención de Chávez en Naciones Unidas se regó como pólvora por el mundo y especialmente por las calles de Estados Unidos.

“Yo no sé mucho de la historia de Venezuela, pero lo que hizo su Presidente ayer (miércoles) es para tenerlas bien puestas, es un valiente”, opinó Ysaac, uno de los comentaristas de un popular programa en la radio en español Súper estrella de Los Angeles.

Durante casi 20 minutos de debate con llamadas, una gran mayoría de mexicanos y salvadoreños, nacionalidades mayoritarias entre el más del 44% de hispanos que viven en Los Angeles, llamó al programa para apoyar a Chávez: “Le dijo en su cara al (presidente George W.) Bush lo que se merece”, indicó José.

“Valiente”, “un héroe que saca nuestra voz”, “ese sí es un Presidente”, fueron algunos de los comentarios de la audiencia de esta radio en California.

En los canales de televisión en español la reacción de los comentaristas fue mucho más ténue, pero en consultas en la calle, los peatones mostraban estar completamente enterados de lo sucedido en la sede de la ONU, en Nueva York, y tampoco repararon en elogios frente a Chávez.

Pero, en medio de éste, un debate más en las retóricas relaciones entre los gobiernos de Venezuela y EE UU, valdría la pena preguntarse: ¿Fue ésta realmente la primera vez que Chávez llamó a Bush ‘diablo’?. La respuesta es no. La diferencia es el lugar que escogió para decirlo.

A los ojos de la diplomacia internacional, seguramente, el verbo presidencial es el menos conveniente para emplear en foros mundiales, pero es su estilo para responder a políticas de un Gobierno de EE UU que, según él, van más allá de las palabras y hasta apoyan golpes de Estado en Venezuela.

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