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T r i b u n a c h i l e n a

Decenas de miles los reciben al grito de “Madrid entera, se siente minera”: La marcha minera sacude Madrid

Por Ale Vinet
Corresponsal en Europa

 

Podemos afirmar que la llegada de la marcha minera el 11 de julio a Madrid, y el enorme apoyo popular que recogió ya es un hecho histórico. La movilización, que partió el 22 de Junio de Asturias, fue recogiendo la solidaridad de todos los pueblos que atravesaba, en su mayoría comarcas mineras. A su vez, toda la marcha transcurrió sobre el trasfondo de la masiva huelga minera indefinida, de los cortes de rutas y vías férreas, y los durísimos enfrentamientos de los mineros con la guardia civil.

 

A su llegada a Madrid, el 11 de julio, decenas de miles de personas se movilizaron a recibirlos al grito de “Madrid obrero, apoya a los mineros”, “Que viva la lucha de la clase obrera” y demás cánticos. A su vez, los carteles señalaban “Sois el ejemplo de la clase obrera”, junto con pancartas exigiendo la nacionalización bajo control obrero de las minas. Durante la jornada siguiente, una movilización aun mayor se dirigió al Ministerio de Industria, donde fue duramente reprimida por la policía. Durante esta protesta se repitieron los cantos combativos, como “Si esto no se arregla, guerra guerra guerra”, “La próxima visita será con dinamita” y “Si no hay solución, habrá revolución”.

La marcha minera se convierte en una protesta popular

El contexto sobre el que se desarrolla la marcha negra es el de una profunda crisis económica (que afecta al conjunto de Europa) y que ha llevado al gobierno de Rajoy a implementar durísimas medidas de ajuste. Una desocupación que roza el 25% (cerca del 50% entre los jóvenes), recorte del presupuesto de salud y educación, cierre de establecimientos públicos y un largo de etcétera de penuria para la clase trabajadora y el pueblo.

Es por eso que la marcha minera del día 12 de julio se convirtió en una verdadera protesta popular, donde además del problema de los subsidios a la minería, se coloco en el centro de la escena la pelea contra el ajuste de Rajoy. Es que el mismo 11 de julio, horas antes de la llegada de los mineros a Madrid, Rajoy anuncio otro nuevo paquete de ajuste : reducción del subsidio al desempleo, aumento del IVA, recortes millonarios en los ministerios, supresión del bono de Navidad y de días libres para los empleados públicos.[1] Frente a este nuevo ataque a la clase trabajadora, la marcha minera fue el canal donde cientos de docentes, desocupados, empleados estatales, médicos y científicos expresaron su rechazo a los ajustes implementados por el gobierno de Rajoy[2]

A su vez, en el resto del país se siguen sucediendo las protestas contra los ajustes de Rajoy, que contemplan incluso que los desempleados que abandonen el país, aun si es para buscar empleo, pierdan su cobertura social, haciendo impracticables las libres fronteras europeas[3] . La misma Madrid vivió el viernes numerosos cortes de calle de los empleados estatales, al canto de “Hunden al obrero, rescatan al banquero”, que incluyeron enfrentamientos entre los antidisturbios, contra bomberos y policías de civil a las puertas del Congreso ; en Barcelona, además de las movilizaciones contra el ajuste, cientos de policías se concentraron el Jueves bajo el lema “los policías somos el pueblo y no queremos servir a un sistema corrupto” ; a lo largo y ancho del país se han sucedido protestas en los últimos días contra el ajuste de Rajoy. El clima de indignación es tal que el Sindicato Unificado de Policías declaro que secundara las protestas que declaren los sindicatos mayoritarios y denuncio a los “cobardes esquiroles” que no lo hagan.[4] En este escenario de crisis económica y crecientes movilizaciones, la lucha de los mineros puede ser la guía de la resistencia contra Rajoy.

La clase obrera en el centro de la escena

En este marco, la lucha de los mineros toma una importancia central. Es que desde el comienzo de la crisis en 2008, la gran mayoría de los procesos de lucha en respuesta a los ataques de los gobiernos, más allá de lo enormemente progresivos, eran de carácter más bien heterogéneo, no clasista, encabezados centralmente por la juventud[5]. Los indignados del Estado español, OcuppyWallstreet, incluso los procesos de lucha estudiantil en América Latina, han sido más bien indeterminados desde el punto de vista social, lo cual constituía uno de sus grandes limites. Desde que comenzaron a desarrollarse este tipo de movimientos, nuestra pelea fue por una orientación clasista de los mismos[6].

La entrada en escena de los mineros cambia completamente la situación. En primer lugar, porque se trata un importante batallón de la clase obrera del estado español, que históricamente ha sido un sector de vanguardia, y por el lugar estructural que ocupa en la producción, tiene un peso mayor para hacer valer sus reivindicaciones. En segundo lugar, porque entra en escena con sus propios métodos, la ocupación de minas, los cortes de ruta, la huelga indefinida, que, en el contexto económico y social actual del Estado español, pueden ser tomados como ejemplo por los miles de trabajadores, jóvenes y desocupados que están saliendo a luchar.

Pero además, los mineros tienen otra significación especial. Es que a lo largo de los años, se han ganado el respeto de la clase obrera por estar a la vanguardia de las luchas : como explicamos en notas anteriores, protagonizaron la Revolución de Asturias en 1934 (una verdadera insurrección obrera que fue finalmente derrotada) y la primer huelga general obrera contra el dictador Franco en 1962, que comenzó a minar las bases de su poder.[7] En las movilizaciones son cada vez más frecuentes las referencias a estas dos peleas históricas de los mineros.

Este es un elemento central, porque se trata de la recuperación de la memoria histórica, de las experiencias de lucha de la clase obrera, que el franquismo trabajo duramente por enterrar. Como rezaba el epígrafe de una fotografía que circulo en las redes sociales de un grupo de jóvenes que levantaban una bandera con la consigna de nacionalización bajo control obrero de las minas, “estos son los nietos de los mineros que no pudiste matar”.

A su vez, esta autoridad moral y política de los mineros puede ser puesta al servicio de pelear por orientaciones clasistas en todos los movimientos populares que surgen, centralmente el de los indignados. Anteriormente desarrollamos los debates que comenzaban a darse en su seno[8] : hoy el conjunto del movimiento de indignados ha participado de las movilizaciones mineras. En la entrada de los mineros a Madrid, cantaron “Que sí, que sí, que sí nos representan”, en contraposición al clásico “Que no nos representan”, que ha sido el emblema del movimiento de los indignados contra los políticos tradicionales y el sistema bipartidista.

El 15-M convoco también, luego de movilizarse al Ministerio de Industria, una marcha con sindicatos de base a Plaza del Sol en apoyo a los mineros ; esta se saldó con más represión. Sin embargo, la novedad fue que los manifestantes intentaron levantar barricadas en las calles aledañas incendiando contenedores de basura. La lucha minera comienza a demostrarle a los indignados que hay otras opciones además de dejarse apalear por la policía “pacíficamente”.

Es que es muy difícil pelear por una orientación clasista “en frió”, sin grandes luchas en el horizonte, tarea que puede resultar más bien propagandística. En cambio, la lucha de los mineros es la muestra concreta de que hay una alternativa a la austeridad tanto de Rajoy como del PSOE. Para cientos de miles de españoles, los mineros, la clase obrera, comienzan a ser los que “si los representan”. Sobre la base del desprestigio del bipartidismo, ahora aparece un actor social de carne y hueso que muestra un camino diferente.

Desbordar a la burocracia y
preparar la huelga general

Como hemos señalado, la entrada en escena de los mineros puede cambiar radicalmente la relación de fuerzas con Rajoy y ser la punta de lanza de una respuesta obrera y popular al ajuste que lleva adelante. Pero para que eso suceda, hace falta romper un fortísimo dique de contención : las podridas burocracias de la UGT y de Comisiones Obreras.

Después de casi dos meses de huelga minera, los burócratas de ambas centrales sindicales no han movido un dedo para que la huelga triunfe, centralmente, no han convocado una huelga general en apoyo al conflicto minero y contra el ajuste. Más que caminar unos cientos de metros junto a los mineros (que recorrieron 400 kilómetros), para figurar en la prensa como los grandes “defensores de los trabajadores”, no se les conoce a estos burócratas una sola medida de apoyo a la huelga minera.

Para colmo, la central sindical de empleados públicos, frente a los brutales ataques del gobierno, ha declarado una huelga...para fines de Septiembre ! Por su parte, los burócratas de la UGT y CCOO también han hecho pomposas declaraciones en la prensa, donde rechazan “enérgicamente” el ajuste y convocan para el 19 de julio movilizaciones en toda España. De huelga, claro, mejor ni hablar. Estos traidores hablan de que la movilización del 19 será un “test” de “hasta donde esta dispuesta a llegar la ciudadanía”. 

¿Acaso no han demostrado la huelga minera, con sus cortes y sus enfrentamientos con la Guardia Civil, el enorme apoyo popular, las multitudinarias movilizaciones en Madrid, los cortes autoorganizados de los trabajadores estatales, “hasta donde esta dispuesta a llegar la ciudadanía” ? Estos burócratas prefieren practicar la “profecía auto–cumplida” : desmovilizar y desgastar los procesos de lucha, para luego justificarse y decir que “no hay animo de luchar”.

Pero los ánimos en el Estado Español no podrían ser más encendidos: este es el momento para golpear con un solo puño. Con los mineros a la cabeza, y la enorme ascendencia que comienzan a tener entre los trabajadores, la tarea es apoyarse sobre todos los elementos de autoorganización que comienzan a visualizarse, como entre los empleados estatales, la ocupación de universidades y hospitales, y las tendencias clasistas del movimiento de indignados, para preparar desde abajo una verdadera huelga general que ponga al gobierno de Rajoy contra las cuerdas. Para eso, no hay otra alternativa quepasarle por arriba a los burócratas traidores de la UGT y CCOO.

¡Viva la lucha de los mineros!

¡Ninguna confianza en las burocracias de la UGT y CCOO!

¡Por una huelga general para derrotar al gobierno de Rajoy!


[1] http://politica.elpais.com/politica/2012/07/11/actualidad/1342039254_993732.html

[2] http://www.lne.es/cuencas/2012/07/12/protesta-minera-madrid-convierte-manifestacion-recortes/1269325.html

[3] http://www.lne.es/cuencas/2012/07/12/protesta-minera-madrid-convierte-manifestacion-recortes/1269325.html

[4] www.publico.es/espana/439596/el-sup-a-los-policias-que-no-secundan-las-protestas-los-cobardes-esquiroles-estan-actuando

[5] A excepción, claro está, de Grecia, donde a pesar de estar dirigidas por la burocracia, las centrales obreras tienen más centralidad en el proceso de lucha.

[6] http://www.socialismo-o-barbarie.org/europa/110523_a_declaracion_mayo_espaniol.htm

[7] http://www.socialismo-o-barbarie.org/europa/120624_espania_huelga_minera.htm

[8] Idem.

 


Fuente:Socialismo o Barbarie

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