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¿Cómo lo dejan salir?

¿Cómo lo dejan salir?

Por  Luis Casado (Chile)

 

Piñera está en Los Cabos, México, aparece en la TV comentando la crisis griega y, como es su costumbre, dice insensateces, habla de lo que no conoce, queda a la altura de un George W. Bush. “¿Cómo es posible, declara, que Grecia le haya ocultado información a la Unión Europea durante tanto tiempo?” Piñera se refiere a desde luego a la información financiera relativa a las cuentas públicas de Atenas. Y va a mencionar la soga en la casa del ahorcado. Un verdadero gaffe este Piñera.

 

Un tío que cometió fraude bancario, contra el cual se lanzó una orden de arresto y que huyó de su país para evitar ser detenido, un tipo que más tarde fue condenado por utilización de información privilegiada y pagó  una millonaria multa (en un país serio habría ido a chirona), ese chato, -los españoles dirían “ese capullo”-, se permite criticar a Grecia.

 

Lo que Piñera no dice, porque en la ignorancia de la que presume tal vez no lo sabe, es que quienes falsificaron las cuentas griegas fueron gobiernos neoliberales, de ese neoliberalismo que Piñera tanto afecciona. Los de Kostas Simitis y luego el de Kostas Karamanlis. Y que para falsificarlas bien, le pagaron a un asesor experto: el banco yanqui Goldman Sachs. Mientras se falsificaban las cuentas griegas el presidente del Banco Central era Lukas Papademos (1994-2002). Y Lukas no vio nada: estaba mirando para el otro lado. ¿Pura coincidencia?: el administrador de la deuda griega era Petros Christodoulos, ex-trader de Goldman Sachs en Londres. Un manojillo de rufianes. Luego a Papademos lo nombraron Primer Ministro de Grecia, -a dedo­­-, y lo siguió siendo hasta hace un par de días. Primer Ministro designado, como acá tenemos senadores y diputados designados.

 

En esa época un tal Mario Monti era miembro de la Comisión Europea. Desde ese eminente observatorio Mario tampoco vio nada del maquillado de las cuentas helenas. Tal vez lo encegueció la perspectiva de trabajar luego para Goldman Sachs, banco del que fue cabildero, anda a saber. Entre bueyes no hay cornadas. Mario Monti dejó de trabajar para Goldman Sachs porque el presidente italiano le nombró senador, a dedo. Para convertirlo luego en el Primer Ministro de Italia. Piñera no podrá no verlo en Los Cabos, en donde se reúne el G20. ¿Qué le dirá? ¿Lo increpará diciéndole que fue cómplice del ocultamiento de las cuentas griegas? Corre el riego de que Mario Monti le responda “¡Tú te callas, estafador!” Con los italianos nunca se sabe…

 

En Los Cabos también está Mario Draghi, otro italiano, ex vicepresidente europeo de Goldman Sachs, responsable de “Empresas y países soberanos”, el departamento que falsificó las cuentas griegas. Ahora Draghi funge de Presidente del Banco Central Europeo (BCE). Se ve que los rufianes hacen carrera. Piñera no podrá evitar mirarle de frente. ¿Osará en ese momento echarle en cara su responsabilidad en la adulteración de las cuentas públicas griegas? Y si lo hiciera… ¿Qué le respondería Mario Draghi?

 

En la “foto de familia” que le sacaron esta mañana a los próceres del G20 que se reúnen en México, Piñera se hizo chiquitito, chiquitito, y se puso (o lo pusieron) atrás, donde no lo viesen o lo viesen poco. Tal vez porque está en el país al que huyó cuando un juez lanzó una orden de detención en su contra en razón del fraude del Banco de Talca. ¿Te acuerdas Sebastián?

 

Si uno acierta a ser presidente del país de La Polar, del país donde la banca privada aún no paga la “deuda subordinada” de su quiebra en 1982, del país de las condonaciones millonarias a Johnson’s, del país en que las multinacionales mineras proceden al pillaje organizado de las riquezas básicas, del país que estafa a su juventud con una educación miserable, uno cierra la boca. ¡Sobre todo cuando tiene un tejado de vidrio que no veas! Pero este menda habla. Padece de coprolalia aguda.

 

De ahí que uno se pregunte cómo lo dejan salir (y peor aún, por qué lo dejan hablar).

 

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