Blogia
T r i b u n a c h i l e n a

COLOMBIA Y SU ESTRATEGIA MEDIÁTICA

Por Miguel Ángel Soto

Mientras en Chile y el mundo político se ve trastocado por la detención de
Manuel Olate y su posible vinculación con la guerrilla de la FARC,  el tema de
debate es otro, ya que el  Estado colombiano y su gobierno deben  enfrentar una
acusación de terrorismo gubernamental  por parte de  diversas organizaciones  de
Derechos Humanos  que   acusan al Gobierno de Santos  sobre la masacre  ocurrida
en el mes de octubre  en el Municipio de Tame. Tres   Jóvenes  fueron
secuestrados y asesinados   por miembros  del Ejército  colombiano.


Además,  el Estado colombiano debe responder  en estos días  ante la comisión de
Derechos Humanos de la ONU por el caso conocido “falsos positivos” caso que
reveló  que unas tres mil personas fueron  ejecutadas  a sangre fría durante el
Gobierno de ex presidente  Álvaro Uribe. Las investigaciones  efectuadas por
peritos revelaron  que muchas de estas  víctimas eran también niños  y jóvenes
 entre  2  y 16 años de edad.


Actualmente,  en Colombia  los militares acusados de esta masacre siguen estando
impune y ningunos de  los que participaron en este caso de terrorismo están
siendo juzgado  por la justicia colombiana y es que la realidad del conflicto
colombiano se encuentra en las estructuras del Estado que protege
sistemáticamente  a los responsables de crímenes de lesa humanidad y que ante la
comunidad internacional  el Gobierno de Santos pretende mostrar  un Estado
 neutral y democrático. Sin embargo,  es un Estado  que participa de la guerra
sucia y que intenta naturalizar la violencia en todos sus ámbitos, una muestra
de esta naturalización de la violencia se reflejó cuando el anterior Presidente
de Colombia  permitió la difusión de la noticia de los llamados falsos positivos
encubriendo la  verdad sobre este tema.   Según, la prensa todas las víctimas
pertenecían a los movimientos insurgentes de Colombia justificando la masacre.

Hoy la prensa colombiana que sigue ligada al poder gubernamental  no ha cambiado
de actitud, al contario sigue insistiendo en que la presencia  de Manuel Olate y
sus declaraciones ante los tribunales de justicia en Colombia son clave para
resolver en parte la violencia  existente en ese país. Sobre este tema es
entonces  evidente que este  pedido de extradición por parte del Gobierno
colombiano a Chile es una estrategia mediática y de políticas comunicativas que
usa la diplomacia internacional para desviar la atención de  estos crímenes que
conmueven   al pueblo “paisa” y de paso involucrar a Chile en el conflicto
colombiano.

La Prensa y especialmente la televisión  chilena  no puede prestarse a este
juego, muy por el contrario  debe estar presta para analizar la verdadera
situación de fondo que vive la hermana república de Colombia.


Miguel Ángel Soto.

Periodico Proa Regional
Chile.

0 comentarios