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Endesa amenaza la Patogonia chilena

Endesa amenaza la Patogonia chilena

El Mundo.es

30 de enero de 2009.- Es difícil pasar por el sur de Chile sin encontrar a cada paso un anuncio, una pintada, una chapa o un cartel que grite desesperadamente '¡Patagonia sin represas!'. Los chilenos se oponen así a la realización del mastodóntico proyecto de Endesa, una realidad inminente que destrozará la región de Aysén, en el centro de la Patagonia chilena.

Un paisaje único nos recibe en esta parte de Chile donde la mano del hombre ha sido benevolente, quizás por miedo a la ira divina por destrozar un paraíso natural en la Tierra o simplemente porque aquí el ser humano supo entender que el respeto a la naturaleza podía ofrecerle mucho más. En cualquier caso, Aysén es un deleite para los sentidos donde aún se puede disfrutar del estado virgen de los bosques, ríos, lagos, montañas, glaciares, valles o islas que dibujan esta región.

Demasiado bonito para ser verdad. Este Edén se encuentra seriamente amenazado. Las empresas Endesa-Colbún, asociadas en Hidroaysen, quieren construir cinco grandes presas hidroeléctricas en los ríos Baker y Pascua, con las que inundarán más de 5.910 hectáreas. Unas 5.000 torres de tensión compondrán la línea de transmisión eléctrica más larga del mundo con 2.200 kilómetros de largo y que atravesará el país de sur a norte.

El ecosistema de la tercera reserva de agua dulce del mundo, que alberga dos parques y tres reservas nacionales, sufrirá las consecuencias de un proyecto ideado supuestamente para beneficiar a Santiago y las zonas mineras del norte. Las empresas involucradas defienden el proyecto con una campaña para vender sus virtudes. Eso sí, sólo en Chile, ya que en España no ha sido necesaria tras la oportuna indiferencia de los medios de comunicación a las protestas de organizaciones como Greenpeace.

Resulta difícil entender cómo es posible que el futuro de este territorio se decida a miles de kilómetros de aquí. La razón es sencilla: los dueños de los ríos patagones están en el Campo de las Naciones de Madrid. Endesa España posee el 96% de los derechos del agua en Aysén, después de que se privatizará el sistema hidroeléctrico en los últimos meses de la dictadura de Pinochet. La Constitución chilena consagra como propiedad privada el derecho del uso del agua, lo que no sólo otorga el poder de ocupar los ríos y exclusividad de uso, sino que también impide que los habitantes de la zona dispongan libremente del agua para sus campos o animales.

Un antecedente nefasto, la construcción de dos presas en el río Bío-Bío obliga a las organizaciones defensoras del Medio Ambiente a luchar contra Goliat sin la certeza de poder frenar la destrucción de esta parte de la Patagonia. El proyecto generó un grave impacto ecológico y el desplazamiento de pueblos indígenas, que después de promesas de desarrollo y beneficio se encuentran entre los más pobres y con la electricidad más cara del país.

¿Qué pasaría si fracasan de nuevo los pronósticos de desarrollo? ¿Qué sucedería si permitimos que se destruya 'otro' lugar único en el mundo? Los patagones insisten en que hay otras alternativas de energías renovables aún sin explotar en Chile. ¿Qué ocurriría si en esta ocasión escuchamos al pequeño David y nos unimos para proteger un pedazo de la Madre Tierra en vez de cederlo a otros para que los destrocen en nombre de los beneficios económicos? Sólo pregunto: ¿Qué pasaría entonces?

Foto: Un cartel contra las represas saluda a los recién llegados al aeropuerto de Punta Arenas, Chile. (Foto: W. F.)

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