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Nicaragua: Ortega, aprendiendo del Imperio

Nicaragua: Ortega, aprendiendo del Imperio

Pastor Valle-Garay (Para Argenpress)

Nos hacían esperar debajo de la sala de torturas, donde escuchábamos los gritos de los torturados, los gritos de las mujeres que pedían que no las violaran. En la sala de tortura me aplicaron electricidad, sufrí colgamientos, golpes de pies y manos y el submarino de excremento. En la sala de torturas me ponían corriente alternada en los pezones, en el ano, en los testículos. Uno se movía mucho o sentía que se movía mucho. Cuando a uno le ponen corriente uno siente que es una llamarada que le sale desde dentro de la cabeza’. (Testimonio del chileno Anatolio Zárate quien fue torturado en el campo de prisioneros de Tejas Verdes por soldados entrenados en los Estados Unidos).
En los anales de la Historia Universal de la Infamia y del Terrorismo pocas instituciones se comparan a la Escuela de las Américas (School of the Americas, SOA por sus siglas en inglés), también conocida en los Estados Unidos y en el resto del Hemisferio como la Escuela de Asesinos (School of Assassins, SOA también por sus siglas en inglés).

Establecida en 1946 en Panamá por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, la nefasta base militar abandonó el istmo centroamericano en 1984 al firmarse el nuevo Tratado del Canal de Panamá.Sin embargo continuaría funcionando en Fort Benning, cerca de Columbus, Virginia, bajo el remoquete de Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica.

Desde 1946 a 2008 más de 61.000 soldados y civiles se graduaron de la SOA. En la actualidad entre 700-2000 militares, la crema y nata castrense de la América latina, reciben entrenamiento cada año en Fort Benning. Supuestamente se les prepara en liderazgo profesional, manejo de armas de infantería, contra insurgencia, anti terrorismo, anti drogas, seguridad nacional y ocho horas de estudio sobre derechos humanos. A partir de 1982 hasta su suspensión en 1992 la SOA también implementó el uso de siete manuales de entrenamiento preparados por el Departamento de Defensa.

Según el congresista Joseph Kennedy, que ha presentado la propuesta HR 2652 para abolir el Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica, los manuales “instruían en tácticas provenientes directamente del gulag soviético que no pertenecían en una sociedad civilizada.” Su contenido recomendaba la intimidación por terror, la recompensa por enemigos muertos, prisión ilegal, tortura, ejecuciones y el secuestro de parientes del enemigo. “Psychological Operations of Guerrilla Warfare,” (Operaciones Sicológicas en la Guerra de Guerrillas), manual distribuido a la Contra creada por Washington para derrocar al legítimo gobierno sandinista de Nicaragua, que aún tengo en mi poder, detalla gráficamente las instrucciones terroristas empleadas contra la población de Nicaragua durante la guerra de los ‘90 en donde más de 30 mil ciudadanos perdieron la vida.

Antes de ello, durante las décadas de la sangrienta dinastía Somoza, la SOA entrenó a los oficiales de la Guardia Nacional responsables de la muerte de cientos de miles de ciudadanos durante las dictaduras y de otros 50 mil en la guerra que culminó con el triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional en julio de 1979. Tres Somozas, padre e hijos, se mantuvieron en el poder como resultado del tácito apoyo de Washington y el entrenamiento militar de la Escuela de Asesinos. No serían ni los primeros ni los últimos dictadores, generales o terroristas entrenados por la SOA.

Luis Posada Carriles, criminal cubano americano cuyo terrorismo internacional incluye la fracasada invasión de Playa Girón (1961), atentados contra Nicaragua, Venezuela y El Salvador y la voladura del vuelo 455 de Cubana de Aviación (1976) en donde perecieron 73 personas, se graduó de la escuela de Fort Benning en donde fue entrenado en sabotaje y explosivos a solicitud de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).

En El Salvador Roberto D’Aubuison, fallecido líder de los Escuadrones de la Muerte de esa nación centroamericana, también recibió entrenamiento militar en la Escuela de Asesinos. D’Aubuison resultaría implicado en el asesinato del Arzobispo Oscar Arnulfo Romero y en tales crímenes como la masacre de El Mozote donde 900 aldeanos incluyendo hombres, mujeres y niños fueron asesinados. Las estadísticas de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas revelan el papel de los egresados de la Escuela en El Salvador: dos de los tres oficiales responsables del asesinato del Arzobispo Romero se graduaron en la SOA; tres de los cinco oficiales que asesinaron a las monjas estadounidenses se graduaron de la SOA; los tres oficiales que asesinaron a un líder sindicalista eran graduados de la SOA; dos de los tres oficiales responsables de la masacre en El Junquillo egresaron de la SOA; diez de los doce oficiales responsables de la masacre en el Mozote se graduaron de la SOA; el asesino d unl periodista holandés se graduó en la SOA; de los siete oficiales responsables de la masacre de San Sebastián seis eran graduados de la SOA y 19 graduados de la SOA, del total de los 26 oficiales que asesinaron a los sacerdotes jesuitas, eran graduados de la SOA.

Entre otros prominentes ex alumnos de la Escuela de Asesinos figuran los brutales dictadores y militares General Manuel Noriega (Panamá); General Humberto Regalado Hernández (Honduras); General Manuel Antonio Callejas y Callejas, José Efraín Ríos Montt y Marco Antonio Yon Sosa (Guatemala); Guillermo Rodríguez (Ecuador), Hugo Banzer Suárez (Bolivia); Vladimir Montesinos y Juan Velasco Alvarado (Perú); Leopoldo Galtieri y Roberto Eduardo Viola (Argentina), Raúl Iturriaga, Manuel Contreras, ex director de la tenebrosa DINA y Miguel Krassnoff, Alvaro Corbalán, Carlos Herrera Jiménez, Armando Fernández Larios, Fernando Lauriani, Odlanier Mena y Manuel Provis, sicarios del brutal régimen del General Augusto Pinochet (Chile).

En 1992 el tribunal de derechos humanos de Colombia concluyó que 105 de los 246 oficiales del ejército citados por violaciones de los derechos del pueblo colombiano eran graduados de la SOA. En Guatemala se calcula que en los últimos 30 años más de 200 mil indígenas han perecido a causa de la criminal represión dirigida por generales guatemaltecos entrenados por la SOA.

Mientras Argentina, Bolivia, Costa Rica, Uruguay, Venezuela y, por supuesto, Cuba no envían soldados a la SOA, Nicaragua lo hace. En febrero de este año llegó a Managua una delegación encabezada por Roy Bourgeois, sacerdote Maryknoll y conocido líder del Movimiento Contra la Escuela de las Américas. Acompañaban al padre Bourgeois el activista chileno Pablo Ruiz y Lisa Sullivan, encargada para América latina de los Observadores de la Escuela de las Américas. Con el propósito de solicitar que Nicaragua no envíe más soldados a la escuela de las Américas, la delegación se reunió con el Presidente Daniel Ortega, con la Ministra de Defensa Ruth Tapia Roa, con el Comandante en Jefe del Ejército Omar Halleslevens y con Omar Cabezas, Procurador de la Defensoría del Pueblo.

En discurso pronunciado en la Universidad Nacional de Ingeniería, donde se le confería al Presidente Ortega el título de Doctor Honoris Causa, el mandatario nicaragüense reconoció la presencia en el acto de la delegación de la siguiente manera “Yo quiero expresarle al Reverendo Roy Bourgeois que el pueblo y el gobierno de Nicaragua respaldan plenamente esta batalla que está librando y también vamos a dirigirnos al Congreso norteamericano para que cierren esa escuela.”

En reunión privada sostenida con el mandatario, Lisa Sullivan reportó que Ortega le había señalado que “Nicaragua no había enviado soldados por casi 20 años después de la revolución pero que el (ex) presidente Bolaños había retomado eso. Compartimos su análisis de América latina, de lo que está intentando hacer Nicaragua y que no aceptarán el modelo del capitalismo neoliberal, del mercado libre. Sobre la Escuela de las Américas dijo (Ortega) que no iba a seguir pero que estaban buscando el momento, que se tiene que analizar cómo terminar esa situación …”

Ocurrió todo lo contrario. El pasado miércoles 23 de abril el General Omar Halleslevens, comandante en jefe del ejército de Nicaragua, viajó a los Estados Unidos como orador principal en el acto de clausura del Curso de Operaciones de Mantenimiento de la Paz celebrado en las instalaciones del Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica, mejor conocida como la Escuela de las Américas o la Escuela de Asesinos, según la interpretación de quienes fueron directa y trágicamente afectados por la institución terrorista que en el caso de Nicaragua incluye a su población entera y al Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Por ende, el ejército de Nicaragua mantiene un programa de cooperación académica con West Point, la Academia Militar de los Estados Unidos. Al permitir que soldados nicaragüenses se capaciten tanto en ese centro militar como en la Escuela de Fort Benning, el tratado profundiza los lazos militares de Nicaragua con las instituciones más detestables del Gobierno y Ejército de los Estados Unidos. ¡Vergonzosa ironía! Si Anastasio Somoza Debayle no hubiese sido ajusticiado en las calles de Asunción, Paraguay, el brutal ex dictador nicaragüense hoy estaría muriéndose de risa del pacto entre Ortega y el establecimiento militar estadounidense. Somoza Debayle, acérrimo enemigo de Ortega, del pueblo nicaragüense y de la Dirección General de FSLN, se graduó de West Point. Utilizó el entrenamiento para subyugar y aterrorizar a Nicaragua. ¡Las vueltas que da la vida!

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