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T r i b u n a c h i l e n a

Condenan a prisión al asesino del periodista José Carrasco

 por Crónica Digital (Chile)    viernes 29 de diciembre de 2006
Con 20 años de atraso, 14 represores de la desparecida Central Nacional de Información (CNI) fueron condenados hoy a penas de hasta 18 años de prisión por el asesinato del periodista José Carrasco Tapia.

El dictamen del juez Haroldo Brito condenó al ex Jefe Operativo de la CNI, Alvaro Corbalán Castilla, a 18 años, y a los otros 13 culpables a distintas penas de presidio.

José Carrasco Tapia, conocido como Pepone, era un activo dirigente del gremio periodístico, redactor de la revista Punto Final y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

Fue secuestrado y asesinado el 7 de septiembre de 1986, a pocas horas del fallido atentado contra el entonces dictador Augusto Pinochet.

La CNI ordenó operaciones de venganza, que cobraron esa misma madrugada la vida de Carrasco y otros tres profesionales: Felipe Rivera, Gastón Vidaurrázaga y Abraham Muskablitt.

Junto a Corbalán fueron sentenciados Jorge Vargas Bories e Iván Quiroz (13 años); Pedro Guzmán Olivera, Gonzalo Mass del Valle, Krantz Bauer, Jorge Jofré y Juan Jonquera (ocho); y Víctor Lara Cataldo, René Valdovinos, Víctor Muñoz Orellana, Eduardo Chávez Baeza, Carlos Alberto Fachinetti y José Ramón Meneses (cinco).

El juez también condenó al Fisco a pagar 250 millones de pesos (casi medio millón de dólares) a cada uno de los siete familiares directos de las víctimas que presentaron la demanda.
Santiago de Chile, 29 de diciembre 2006
Enviado el Viernes, 29 diciembre a las 18:26:13
Cronica Digital/PL


Nota de la Redacción: Es verdad que la justicia tardó 20 años en ser aplicada, pero también es verdad que estos crímenes no han quedado impunes. Que este fallo sea un aliciente para seguir luchando por fortalecer el proceso de democratización que necesita nuestra sociedad, sin la cual no hay condiciones reales y sólidas para decir que esto no volverá a ocurrir, “Nunca más”. En los tristes momentos en que muy cerca nuestro, al otro lado de la cordillera, las fuerzas represivas siguen vivas y actuando, tenemos que tomar conciencia de lo ganado, no para sentarnos a descansar, pero si para ver y comprender que los esfuerzos realizados no han sido en vano.

Es en el Movimiento por los Derechos Humanos, donde nuestro país tiene una enorme reserva moral para seguir avanzando, para superar las herencias que nos dejó la dictadura. Esto es especialmente importante en tiempos en que la corrupción de quienes quieren aparecer como los únicos responsables de la democracia en Chile comienza a salir a la luz con una fuerza digna de mejor causa. No pedimos más que justicia. Nada más, pero nada menos. Que los criminales, y los que se tienten por serlo mañana, sepan que nunca descansaremos mientras queda un crimen por castigar.
Actualizado ( viernes 29 de diciembre de 2006 )

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