Alianza juega las cartas del nacionalismo frente a medidas de Kirchner

La derecha cuestionó la debilidad de La Moneda frente a la “inaceptable discriminación” argentina y le exigió una reacción fuerte y oportuna en 48 horas.

La Nación

“Exigimos que el Gobierno de una vez por todas se ponga los pantalones y le diga al Gobierno argentino qué va a hacer, y esperamos en las próximas 48 horas esa respuesta”. Este fue el ultimátum con que ayer el timonel de la UDI, Hernán Larraín, emplazó a la Presidenta Michelle Bachelet a adoptar “alguna” medida para hacer frente a la decisión de la administración del Mandatario Néstor Kirchner de aumentar el valor de los combustibles para los vehículos extranjeros.

Larraín se reunió con su par de RN, Carlos Larraín, en lo que constituyó la primera cita entre las nuevas directivas de la Alianza, y acordaron iniciar una ofensiva ante la “profunda falta de coordinación y liderazgo” que ha demostrado, explicaron, Bachelet en esta crisis.

La determinación de la Alianza es evidenciar en este conflicto las debilidades de la Concertación en un tema sensible, ya que se vincula además al anunciado aumento de precio de la importación de gas. De ahí que se trate de una buena oportunidad para la derecha de posicionar su agenda.

Aprovechando esta coyuntura, el máximo dirigente gremialista se lanzó contra La Moneda y anunció que la oposición espera que el Ejecutivo haga pronto “algo”, aunque no especificó cuál es, a su juicio, la acción que debería emprender el Gobierno, sino que se limitó a ejemplificar las vías posibles, que van desde “evaluar las alternativas de recurrir a instancia internacionales o de buscar medidas de protesta, de retiro de embajadores”, entre otras vías.

Lo trascendente, agregó, es que se está “frente a un episodio realmente discriminatorio”, donde “incluso han dejado un poco en ridículo a un ministro, porque aquí se fue a negociar algo y lo único que se logró fue que le notificaran el alza del gas, y mientras están en esto, sin aviso previo, les suben los combustibles a los chilenos que van a Argentina”, lo que calificó como una “discriminación inaceptable”.

En RN Carlos Larraín argumentó que las gestiones que realizó la ministra de Energía, Karen Poniachik, fue lo mismo que “el paseo de los perros al puerto”, porque simplemente “se fue a notificar de un alza de precios y nos vino a comunicar el alza”, lo que “es un resultado demasiado módico” que “no amerita ni siquiera el pasaje en avión”.

Agregó que “Argentina nos da con el mocho del hacha a cada rato”, porque las autoridades de la nación trasandina “sólo dedican a velar por la situación ante su propio electorado”, en el esbozo de lo que fue después la advertencia del senador Sergio Romero, que junto al UDI Juan Antonio Coloma asumió la vocería de la Alianza en esta materia, de que el Gobierno de Kirchner no es una administración “amiga” de Chile.

Romero, que forma parte de la Comisión de RREE, sostuvo que “un gobierno no es amigo cuando adopta decisiones tan erróneas, tan equivocadas, tan tontas”, que no se condicen con el discurso de crear “alianzas estratégicas y hablar de integración”.

En palacio, el ministro portavoz, Ricardo Lagos Weber, replicó que el Ejecutivo está haciendo lo que corresponde y advirtió que “la política exterior no se hace en base de ultimátum. Se hace con mesura y con firmeza”, en alusión a la falta de calma con que ha reaccionado el pacto UDI-RN, al cual llamó “a no ser estridente y a seguir trabajando en las relaciones internacionales con un país vecino”, del que, dijo espera que cumpla y honre sus compromisos.

La Presidenta Bachelet comentó que está haciendo lo que corresponde. “Quisiéramos saber qué es lo que propone la UDI, cuál es su propuesta concreta, nosotros hacemos lo que estamos haciendo y lo que sabemos que podemos hacer”, concluyó la jefa de Estado.